Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

lunes, 15 de enero de 2007

Zapatero, no estás solo


La actitud del PP es tan incomprensible, tan infumable, que INCLUSO Pedro J., su fiel potenciador (como la metenamina), ha reconocido que se les ha visto el plumero, aun a costa de escenificar una diferencia de criterio con nuestro liberal nacional, Jiménez Losantos.

Porque es que, aparte de la indecencia del comportamiento ruin de la dirección del PP, está lo desacertado desde el punto de vista más egoísta. ¿Cuántos españoles les han vuelto a ver el refajo? La mayoría social que les echó del gobierno tras los hilillos de plastilina, la foto de las Azores, la gestión mendaz del 11-M, la misma mayoría que se escandalizó con aquello de la "traición a los muertos", o con el boicot al cava catalán, o con las insidias "mundanas" en torno al 11-M, esa misma mayoría ha reaccionado tras el estupor por la barbarie de unos terroristas enloquecidos, no culpando al gobierno, como el PP quería, sino manifestándose en contra de la imposición violenta de criterios políticos, hoy en la T-4, como ayer fue en Irak o en Atocha. Y en el proceso se han retratado ellos solos, que han dado la vuelta a la marea con sus propios errores y desmesuras.

La primera semana tras el atentado los ojos estaban puestos en la gestión por parte del gobierno del proceso de paz y de las consecuencias del atentado. Nada que reprocharles por mi parte, pero el pulsómetro de la SER del lunes 8 de enero reducía la ventaja del PSOE sobre el PP de 6 a 2 puntos con respecto al pulsómetro anterior.

Gracias a la torpeza o la estulticia política de los líderes del PP y de su coro mediático, presiento que la marea de la mayoría social está hoy viendo de nuevo las vergüenzas del PP.

La equivocación del PP al negarse a asistir a las manifestaciones contra el terrorismo del fin de semana queda patente para Pedro J.: “La izquierda moviliza una gran multitud por la paz y contra ETA”. “Un éxito de los convocantes, una oportunidad perdida del PP”. El Mundo calificaba la manifestación como “un éxito de participación, una demostración de civismo y una muestra de la capacidad de convocatoria de los sindicatos y las demás organizaciones de la izquierda”.

Siempre les quedará Jiménez Losantos, que decía en el programa de esta mañana que la manifestación de Madrid "no había ido nadie", ni del PP ni del PSOE. Alicia en el País de las Maravillas.

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