Guerracivilismo y revisionismo histórico
Los dos grandes partidos nacionales se vienen acusando mutuamente en los últimos meses de "guerracivilismo". En esto, como en otros temas, en mi opinión, no cabe la equidistancia. Es para mí una vergüenza el apoyo del PP, un partido que se define como de centro-derecha y moderno, a Pío Moa y sus tesis "revisionistas" y, por definición "guerracivilistas". ¿No recordáis el bollo que montó Zaplana porque la Ministra de no sé qué decidió quitar de los jardines de SU ministerio una de las pocas estatuas restantes de Franco en Madrid? El PSOE lo intentó hacer con discreción, pero el bollo lo montó con luz, taquígrafos, ruedas de prensa, etc., Zaplana y los ultras cantando el Cara al Sol en la calle.
Yo no creo que en el PP sean tontos. Lo que sí creo, en cambio, es que el PP recoge o quiere recoger a todo el espectro de votantes desde el centro hasta la extrema derecha. Durante unos años ha querido viajar al centro para cosechar esos votos. Más o menos cree que los tiene, aunque sostengo que tiene o tuvo una sangría en la zona más centrista desde, más o menos, 2002. No muy significativa, pero su crecimiento por ahí ahora parece cerrado. Y a alguien se le ha ocurrido mirar en la otra dirección. Y es lo que están haciendo o así lo veo yo. ¿Cómo puede el PP ganar votos de los más derechistas? Pues, por ejemplo, comenzando a quitarse complejos (de ahí lo de Maricomplejines) de que se les llame "derechistas", de continuar a Franco o de asuntos relacionados con la guerra civil y la dictadura. Han calculado, con razón, que quedan en España muchos ciudadanos de aquella mayoría silenciosa más o menos satisfecha con el franquismo más suave de los últimos años, gente a lo mejor cansada de oir "lo malo que era el franquismo", porque eso no coincide con su experiencia vital. Junto a ellos, jóvenes aleccionados a pensar así, ya sea por su entorno familiar, ya sea por evolución o reacción personal. Esto se hace tanto más fácil de tragar cuanto más edulcoremos el pasado oscuro del franquismo. Si, de pronto, eliminamos el pecado original que supone "un alzamiento nacional" que causó un millón de muertos, algo que hacemos con los libros de Moa y otros revisionistas, que, como es conveniente, echan la culpa de la guerra a los socialistas y a ERC, miel sobre hojuelas.
"¿Por qué se quiere desenterrar tanto sufrimiento y dolor, tanto odio?", se preguntan los que se oponen radicalmente a los movimientos por la Memoria Histórica, "es jugar con fuego y va contra el espíritu de consenso del 78".
Pero olvidan de modo injusto varios datos que son vitales. Quien inicia la guerra es el bando franquista. Es quien la gana, con ayuda italiana y alemana inestimables. Muere mucha gente de ambos bandos durante la guerra, pero sólo teniendo en cuenta quien gana, es fácil suponer en qué bando ha habido más muertos. Pero hay más, la represión durísima de los años siguientes. Los ajusticiados, encarcelados y represaliados de los años siguientes, que sólo eran de un bando, creo. Y la falta de libertades y la usurpación y mantenimiento del poder por la fuerza durante 40 años. Pero hay más. El rey y el admirable grupo de personas que protagonizaron la transición supieron poner en funcionamiento el sistema que tenemos, entre ellos Carrillo, ahora de nuevo demonizado. Y también Fraga. Y Suárez, González o Guerra. Abril Martorell, el hoy machacado Peces Barba, etc. Pero la heroicidad fue sobre todo de la sensatez de los españoles. Todo descansó en el perdón de los perdedores de la guerra civil y de los cuarenta años siguientes. Es mucho más fácil olvidar cuando uno ha sido del bando ganador en la guerra y ha estado subido al burro cuatro décadas. Por eso la memoria es sobre todo de los perdedores, son los que no la han tenido. El franquismo supo crear sus mitos y homenajear a sus víctimas y a sus héroes durante cuatro décadas. Muchos de los perdedores creen aún hoy que su generosidad de perdón y de olvido ha tenido como contrapartida que ellos no han tenido ninguna reparación. Hablan de memoria selectiva. Claro que lo es. Valle de los Caídos. ¿Quién ocupa el lugar central? ¿a quién se levantó el mausoleo? Lo construyeron los presos políticos republicanos. Se levantó para UNOS caídos. Desde la transición se hizo un poco el paripé y hay enterrados algunos republicanos, pero ese lugar es el mausoleo y punto de reunión de los franquistas. Y nadie ha hecho nada por cambiar eso. Pasados unos años de la transición, hay grupos que siguen luchando por un reconocimiento más sentido, más completo, de la memoria de los perdedores. Pero en estas llega el fenómeno "revisionista". No tengo ninguna estima por las obras de Moa. Han sido analizadas por historiadores serios que me ofrecen la confianza que necesito (no por razones ideológicas sino metodológicas). En concreto tengo un librito que va muy despacio sobre los pasajes de Moa acerca de los episodios de Badajoz. Moa no es un historiador. Es un ideólogo al servicio de una idea, un objetivo. "Rescatemos al franquismo del agujero negro de la historia española". Para ello recupera "hazañas bélicas" de fuentes franquistas y utiliza métodos de trabajo que no resisten un análisis serio de historiadores serios. No escribe historia, escribe novelas. Por supuesto el revisionismo se retroalimenta. Y a César Vidal le gusta Moa. Y Losantos lo airea en las ondas. Y Aznar lo recomienda a los españoles. Y Lanzarote lo invita a sus actos. Lanzarote, ya lanzado llama "tonto útil" a Paul Preston. ¿Cuál es su delito? Que dicen que es izquierdista. Pero parece obvio que u,no puede ser en lo político lo que quiera de izquierdas o de derechas. Pero para ser un historiador, uno tiene que ser un historiador, y escribir historia, no novelas. Investigar es un trabajo pesado y minucioso que deja menos margen a la ideología que la novela. Casanova, insigne periodista local, llama "tonto útil" también desde La Gaceta al catedrático de la Universidad de Londres Paul Preston, que no sabemos con qué oscuros méritos habrá logrado su puesto. Casanova tiene fuentes para su crítica, curiosamente Moa y Vidal, además de Lanzarote. Y además Casanova "examina" a Preston como si fuera un aspirante a un primer contratillo: dice que si afirma ser "antifranquista", "¿cómo se puede ser un historiador serio si no es imparcial?" Y se queda tan fresco nuestro insigne salmantino, sin darse cuenta de que, por esa regla de tres, ningún historiador podrá estar en contra de Auschwitz. Preston puede ser antifranquista precisamente porque es un magnífico historiador que, gracias a su trabajo, conoce bien los horrores y excesos del franquismo, así como las virtudes que pudiera tener.
Yo no creo que en el PP sean tontos. Lo que sí creo, en cambio, es que el PP recoge o quiere recoger a todo el espectro de votantes desde el centro hasta la extrema derecha. Durante unos años ha querido viajar al centro para cosechar esos votos. Más o menos cree que los tiene, aunque sostengo que tiene o tuvo una sangría en la zona más centrista desde, más o menos, 2002. No muy significativa, pero su crecimiento por ahí ahora parece cerrado. Y a alguien se le ha ocurrido mirar en la otra dirección. Y es lo que están haciendo o así lo veo yo. ¿Cómo puede el PP ganar votos de los más derechistas? Pues, por ejemplo, comenzando a quitarse complejos (de ahí lo de Maricomplejines) de que se les llame "derechistas", de continuar a Franco o de asuntos relacionados con la guerra civil y la dictadura. Han calculado, con razón, que quedan en España muchos ciudadanos de aquella mayoría silenciosa más o menos satisfecha con el franquismo más suave de los últimos años, gente a lo mejor cansada de oir "lo malo que era el franquismo", porque eso no coincide con su experiencia vital. Junto a ellos, jóvenes aleccionados a pensar así, ya sea por su entorno familiar, ya sea por evolución o reacción personal. Esto se hace tanto más fácil de tragar cuanto más edulcoremos el pasado oscuro del franquismo. Si, de pronto, eliminamos el pecado original que supone "un alzamiento nacional" que causó un millón de muertos, algo que hacemos con los libros de Moa y otros revisionistas, que, como es conveniente, echan la culpa de la guerra a los socialistas y a ERC, miel sobre hojuelas.
"¿Por qué se quiere desenterrar tanto sufrimiento y dolor, tanto odio?", se preguntan los que se oponen radicalmente a los movimientos por la Memoria Histórica, "es jugar con fuego y va contra el espíritu de consenso del 78".
Pero olvidan de modo injusto varios datos que son vitales. Quien inicia la guerra es el bando franquista. Es quien la gana, con ayuda italiana y alemana inestimables. Muere mucha gente de ambos bandos durante la guerra, pero sólo teniendo en cuenta quien gana, es fácil suponer en qué bando ha habido más muertos. Pero hay más, la represión durísima de los años siguientes. Los ajusticiados, encarcelados y represaliados de los años siguientes, que sólo eran de un bando, creo. Y la falta de libertades y la usurpación y mantenimiento del poder por la fuerza durante 40 años. Pero hay más. El rey y el admirable grupo de personas que protagonizaron la transición supieron poner en funcionamiento el sistema que tenemos, entre ellos Carrillo, ahora de nuevo demonizado. Y también Fraga. Y Suárez, González o Guerra. Abril Martorell, el hoy machacado Peces Barba, etc. Pero la heroicidad fue sobre todo de la sensatez de los españoles. Todo descansó en el perdón de los perdedores de la guerra civil y de los cuarenta años siguientes. Es mucho más fácil olvidar cuando uno ha sido del bando ganador en la guerra y ha estado subido al burro cuatro décadas. Por eso la memoria es sobre todo de los perdedores, son los que no la han tenido. El franquismo supo crear sus mitos y homenajear a sus víctimas y a sus héroes durante cuatro décadas. Muchos de los perdedores creen aún hoy que su generosidad de perdón y de olvido ha tenido como contrapartida que ellos no han tenido ninguna reparación. Hablan de memoria selectiva. Claro que lo es. Valle de los Caídos. ¿Quién ocupa el lugar central? ¿a quién se levantó el mausoleo? Lo construyeron los presos políticos republicanos. Se levantó para UNOS caídos. Desde la transición se hizo un poco el paripé y hay enterrados algunos republicanos, pero ese lugar es el mausoleo y punto de reunión de los franquistas. Y nadie ha hecho nada por cambiar eso. Pasados unos años de la transición, hay grupos que siguen luchando por un reconocimiento más sentido, más completo, de la memoria de los perdedores. Pero en estas llega el fenómeno "revisionista". No tengo ninguna estima por las obras de Moa. Han sido analizadas por historiadores serios que me ofrecen la confianza que necesito (no por razones ideológicas sino metodológicas). En concreto tengo un librito que va muy despacio sobre los pasajes de Moa acerca de los episodios de Badajoz. Moa no es un historiador. Es un ideólogo al servicio de una idea, un objetivo. "Rescatemos al franquismo del agujero negro de la historia española". Para ello recupera "hazañas bélicas" de fuentes franquistas y utiliza métodos de trabajo que no resisten un análisis serio de historiadores serios. No escribe historia, escribe novelas. Por supuesto el revisionismo se retroalimenta. Y a César Vidal le gusta Moa. Y Losantos lo airea en las ondas. Y Aznar lo recomienda a los españoles. Y Lanzarote lo invita a sus actos. Lanzarote, ya lanzado llama "tonto útil" a Paul Preston. ¿Cuál es su delito? Que dicen que es izquierdista. Pero parece obvio que u,no puede ser en lo político lo que quiera de izquierdas o de derechas. Pero para ser un historiador, uno tiene que ser un historiador, y escribir historia, no novelas. Investigar es un trabajo pesado y minucioso que deja menos margen a la ideología que la novela. Casanova, insigne periodista local, llama "tonto útil" también desde La Gaceta al catedrático de la Universidad de Londres Paul Preston, que no sabemos con qué oscuros méritos habrá logrado su puesto. Casanova tiene fuentes para su crítica, curiosamente Moa y Vidal, además de Lanzarote. Y además Casanova "examina" a Preston como si fuera un aspirante a un primer contratillo: dice que si afirma ser "antifranquista", "¿cómo se puede ser un historiador serio si no es imparcial?" Y se queda tan fresco nuestro insigne salmantino, sin darse cuenta de que, por esa regla de tres, ningún historiador podrá estar en contra de Auschwitz. Preston puede ser antifranquista precisamente porque es un magnífico historiador que, gracias a su trabajo, conoce bien los horrores y excesos del franquismo, así como las virtudes que pudiera tener.
Hay un consenso de los historiadores serios sobre los principales puntos de la guerra civil y del franquismo. No es sólo Preston. Y el "revisionismo" se aprovecha de que el gran público no está en condiciones de hacerse una idea por ellos mismos y tiene que fiarse de lo que se le ofrece. Aparte de que hay mucha gente deseando leer lo que Moa y compañía escriben. En el bando de los perdedores de la guerra todo esto duele y se acusa al PSOE de no haber aprovechado 13 años en el poder para haber recuperado antes la memoria. Para no haber permitido que el olvido lo llenara cualquier desaprensivo con cualquier cosa. Moa y compañía han tenido mucho éxito editorial, pero eso no quiere decir que no haya habido mucha producción historiográfica en la línea de la inmediatamente anterior de Thomas o Preston por muchos autores más. La historiografía seria no modifica los detalles sustanciales de la historia de la guerra, la represión y la dictadura, no nos engañemos. Pero el papel impreso lo aguanta todo.
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