Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

lunes, 5 de marzo de 2007

Cartas marcadas


El grupo terrorista ETA, surgido al final de los años sesenta como un movimiento nacionalista y de izquierdas, un grupo más de resistencia al franquismo (una lectura muy recomendable es la de los dos volúmenes de la autobiografía de Mario Oniandía, ex-etarra condenado a muerte en el juicio de Burgos y más tarde carismático líder político de la izquierda democrática vasca), se enquistó en la sociedad como el último elemento predemocrático entre nosotros. El nivel ideológico bajó drásticamente desde los primeros luchadores hasta los sanguinarios asesinos de las décadas siguientes.
Cerca de mil inocentes se quedaron en el proceso. El País Vasco ha logrado un grado de autonomía envidiable en Europa, pero parejo al de Cataluña, que no se ha servido del terror para alcanzarlo.
Mil muertos inocentes. Mil historias de horror imperdonables en nuestra retina y en nuestro pecho.
Yo respeto a los nacionalismos. No soy nacionalista, ni periférico ni centralista, pero respeto la idea. La idea. La idea. Pero no puedo respetar los métodos que no respetan al resto de ideas. La democracia consiste en que las mayorías expresen sus opiniones y las traduzcan en actos, dentro del marco legal corrector. Aunque la mayoría decidiera linchar al violador, eso no podrá hacerse, porque hay un marco legal.
La mayoría ciudadana puede tener y tiene la peor opinión del reo De Juana, con sus manos manchadas de 25 muertes. 25 muertos y el sufrimiento de sus familias. Con su lengua manchada de miserables vanaglorias, con su corazón manchado de odio y de rencor, con su alma sin arrepentimiento.
Pero el estado de derecho corrector nos tiene que decir, en la voz del médico, del juez, del ministro, que De Juana cumplió su condena por los asesinatos. Que sólo la publicación de dos artículos lo mantiene en prisión. Que ante el tipo de condena que él tiene ahora, dentro del marco legal garantista que tenemos por decisión libre y democrática, los poderes judicial y ejecutivo, pueden decidir, como han hecho, pasarle al segundo grado (prisión atenuada) hasta el final de su condena. Tan legal y acorde a derecho es esta decisión como dejarle en prisión incondicional hasta agosto de 2008. Eso sí. No hubiera llegado. Hubiera muerto antes, este mes, el mes que viene.
¿Desconoce la derecha política y mediática que el Estado de Derecho garantista y corrector habilita plenamente las decisiones tomadas? No. No lo desconoce. ¿Por qué se habla de "muerte del Estado de Derecho"? Si la decisión no fuera legal, ¿se hubiera podido tomar? No. Si no fuera legal se podría revertir, con lo que no se hubiera tomado. ¿Por qué la derecha, si quiere disentir no lo hace en el plano exclusivamente político, reconociendo la legalidad de la medida pero expresando su disentimiento político? Porque es más fácil jugar con las cartas marcadas. Juegan en contra de la decisión política, agitan pasiones bajas, introducen dudas injustificadas acerca de la legalidad de la decisión e incitan a la rebelión. Piensan que nada es tan importante como la erosión electoral del adversario. Ni la verdad, ni la decencia, ni las garantías del estado de derecho, ni la educación política del ciudadano, ni el respeto a la justicia y resto de instituciones públicas. No vale el dictamen médico. No vale el auto del juez de vigilancia penitenciaria. No vale la opinión y la decisión del ministro y del presidente. No vale el apoyo de las fuerzas políticas. No vale el posible fin de la violencia etarra, el último quiste predemocrático en nuestro cuerpo social.
¿Alguien cree que si el gobierno decide sobre De Juana en sentido contrario no hubiera habido críticas? ¿qué hubiera pasado si De Juana muere y ETA vuelve a matar? Que le echarían la culpa a Zapatero por haberles dado alas y haber luego dejado morir al reo en prisión...

2 comentarios:

Scout Finch dijo...

Para el PP, este gobierno no puede hacer nada bien. Siempre van a poner peros y pegas. Es su política: manipular, engañar... Les da igual contradecirse o ser hipócritas y criticar lo que hace el gobierno ahora, aunque ellos lo hicieron en su momento, y en mayor medida. La cuestión es llevar la contraria. Lo que no sé es si están preparados o dispuestos a asumir las consecuencias, sean las que sean.

animalpolítico dijo...

Lo que hacen por ahora es destruir, con lo que sea y como sea. Rajoy se la juega en el año y pico que le queda. Si no gana en el 2008, que se despida del cargo. La impaciencia, la rabia, la desesperación como resultado del gravísimo error que cometieron entre el 11 y el 14 de marzo de 2004 es lo que les guía. Todo el mundo tiene la culpa de sus necedades.