Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

domingo, 4 de marzo de 2007

El sueño de un domingo lluvioso

Te duermes en el sillón en la tarde lluviosa de un domingo de marzo, con el viento sacudiendo las ramas del árbol tras los cristales. Caes y caes. En el mundo de los sueños, las llaves del reino están en tus manos...
Hay en prisión un etarra que tras haber asesinado a 25 personas cumplió hace un año largo su pena. El individuo, un desalmado de lengua alegre, está ahora condenado por un delito nuevo, distinto: amenazas, según el Tribunal Supremo. De los tres años de la condena, ha cumplido algo más de la mitad. El sujeto está en huelga de hambre reclamando su liberación. Recibes un informe médico oficial que diagnostica una más que posible muerte casi inminente del terrorista. Recibes también un auto del juez de vigilancia penitenciaria que recomienda para el reo una prisión en segundo grado, que no es un beneficio penitenciario sensu stricto, sino una calificación de la pena habitual entre los condenados a tres años de cárcel al superar la mitad de su tiempo de cárcel. Con estas premisas, llega a tu órbita de decisión elegir si quieres hacer caso de la recomendación del juez y acceder a que se decrete segundo grado, de modo que el preso pueda seguir su condena entre el hospital y su domicilio, o rechazarlo y que siga en prisión incondicional.
Si decides lo primero, podrá parecer que cedes al chantaje implícito en la huelga de hambre y tendrás en contra a una buena parte de la opinión pública, posiblemente mayoritaria. La oposición política hará campaña con el asunto para tratar de perjudicarte electoralmente. Pero evitarás la creación de un mártir y que los radicales se armen de razones en su entorno acerca del estado español opresor.
Si decides lo segundo, acabarás con las posibilidades de un fin cercano para el terror, alejarás de modo casi definitivo la conclusión de una negra historia. El estado de derecho no concederá a De Juana lo que concedería a cualquiera en sus circunstancias penales, el segundo grado. Lo tratará de modo inicuo. Pero electoralmente hablando la decisión quizá sea menos arriesgada.
Eliges, de modo arriesgado e impopular, con el corazón en la mano y en conciencia, que el fin del terror y de la sinrazón, que la eliminación de coartadas al mundo marginal valen mucho más que los posibles destrozos electoralistas. Una vida salvada, no la de De Juana, sino la de la siguiente víctima de ETA, vale más que un millón de votos.
Te insultan. Te mueven el sillón. Se acuerdan de tu madre y de toda tu familia. Te acusan de ser amigo de ellos, los que mataron a tantos viejos amigos y compañeros tuyos. Te acusan de lo que has hecho y de lo que no has hecho ni harás nunca. En la soledad de tu sillón una lágrima calienta tu mejilla...
Cuando despiertas miras por el cristal... El viento se ha calmado, está oscureciendo y buscas la integridad con tus ojos cansados. ¿Es posible la razón?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Compañero del Beers and Blog, estas son decisiones dificiles. Sin duda es la opción más arriesgada, ademas de que los violentos no dejaran de pensar de manera violenta y los que quizas un día te apoyaron hoy se vuelven en tu contra.

animalpolítico dijo...

Es verdad, colega, la decisión no era fácil. Y a la vista está que no optaron por lo cómodo.
Saludos