Ser neutral

"Es muy difícil ser neutral cuando una de las partes considera que todo vale con tal de recuperar el poder". El presidente de PRISA, Jesús de Polanco, hizo ayer unas declaraciones críticas y duras con respecto al PP en respuesta a la pregunta de un accionista en la junta general del grupo. No obstante, en línea con mi texto anterior acerca del maniqueísmo, Polanco agregó que el grupo intenta realizar su trabajo bajo una premisa de neutralidad y rigor informativo aunque cuesta aceptar ciertos comportamiento "en unos momentos en los que hay quien desea volver a la guerra civil". "Si estos señores recuperan el poder van a venir con unas ganas de revancha que a mí, personalmente, me dan mucho miedo". Por algo lo dirá. El juez Gómez de Liaño, luego acusado de prevaricación, no debe ser para él un buen recuerdo.
Polanco abogó por "un partido de derechas, moderno, laico, con ganas de mantener lo que hay que mantener y de cambiar lo que hay que cambiar". Se completaría así el cuadro político, pues esto es "lo que nos hace falta" para la alternancia democrática porque en la izquierda "ya hay un partido que funciona". Pero el PP, opinó, está muy lejos hoy "de este perfil de conservadurismo moderado", con "el apoyo a manifestaciones como la del otro día, que es franquismo puro y duro".
Éstas son las terribles palabras de Polanco que han sido recibidas por el PP con un inusitado anuncio de boicot a todos los medios del grupo. Estas son las "intolerables declaraciones" de las que hablan en una delirante nota que persigue la libertad de expresión de un ciudadano privado y instan al linchamiento social de una empresa periodística, la más importante de nuestro país. Algún leño más al fuego de la discordia. Una desmesura más. Una muesca más en el revólver. Dicen que estas opiniones "van mucho más allá del legítimo posicionamiento editorial y de la crítica ideológica" y que "desvanecen cualquier pretensión de imparcialidad del Grupo Prisa".

Y yo me pregunto, ¿por qué tiene que ser imparcial el Grupo Prisa? ¿por qué el Grupo Prisa o el señor Polanco no son libres de informar como consideran oportuno o de opinar como su criterio les dicta? ¿las críticas al PP no son posibles en nuestro sistema democrático? ¿entonces por qué el PP no ha hecho boicot a la COPE, donde se llama Maricom-plejines a Rajoy un día sí y otro también? ¿o donde se acusa de todo lo imaginable al demonizado alcalde de Madrid?

Y ya que hablamos de la COPE, amigos, esa promo que tanto ponen y que dice textualmente "somos libres", ¿no invita a que la interpretemos con distintas coletillas: "somos libres de difamar, de insultar, de manipular, de intoxicar..."? La COPE, El Mundo, el PP llevan todos y cada uno de los días de la presente legislatura atacando de modo feroz al gobierno y al partido que situó en el poder la mayoría ciudadana, con críticas razonables e irracionales, con insidias, con calumnias, con mentiras y con alomojós. Pero "son libres", argumentan, de hacerlo porque opinar es un derecho constitucional y consustancial al periodista. Confunden los verbos "opinar" e "injuriar", pero eso son zarandajas de progres. Zapatero, el radical, lo ha aguantado todo con estoicismo admirable.

Pero, ¡ay, amigos! Polanco que no hable. Él no es libre. Él objetivamente no insulta, expresa una opinión crítica dura para con respecto al PP. Una opinión, por cierto, que una mayoría de españoles compartimos a grandes rasgos. Pero esto no es relevante. Lo relevante es, de nuevo, el grado de radicalidad, la intransigencia y la irracionalidad de ese grupo de hooligans que se ha hecho con el puente de mando de la derecha española. M. Ángel Aguilar decía esta noche en la SER que hay que aplicar hielo. Yo llevo un tiempo intentándolo, con mi pequeño granito de arena. Pero hay momentos en que esto no parece posible. Por eso son tan peligrosos. No sé cuándo entrarán en razón.

La crítica periodística es fundamento básico de un sistema democrático, siempre que se haga dentro de la legalidad y mejor si se hace desde el decoro intelectual y formal. Exactamente lo que NO HACEN Federico Jiménez Losantos, cuya libertad tanto preocupa a sus muchos seguidores, César Vidal, Nacho Villa, Pedro J. Ramírez, Telemadrid y demás medios de la órbita diestra. Pero la tarjeta y expulsión son para PRISA, la siniestra. La verdad es que el boicot es posible porque los medios de PRISA invitan habitualmente a políticos del PP a manifestar sus opiniones en sus programas, tertulias y debates. Por eso ellos pueden dejar de acudir. El PSOE no podría hacerlo con la COPE. No se notaría el cambio: hace años que no pisan sus estudios, porque nadie les invita.