Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

martes, 15 de mayo de 2007

La política: ¿persuasión o derrota?

Hay un par de asuntos que me parecen de interés y que han surgido en comentarios de la entrada anterior. Me parece injusto que queden ahí semiocultos (aunque quiero creer que si quedan en nuestro interior se manifestarán de algún modo en nuestra vida), de modo que los saco aquí un poco más a la luz.

No puedo estar más de acuerdo con Dardo y con Garib en cuanto a que la política permea todo hoy en día. Pero matizaría: el mal es la política partidista irracional, sectaria, desvergonzada. La 'política' en cuanto a que análisis de la sociedad en la que vivimos, nuestra polis, es algo noble que es prostituido con demasiada frecuencia por quienes se dicen profesionales de la misma, y, peor aún, por aquellos 'profesionales' de otros ámbitos que usan sus púlpitos sociales para arrimar el hombro a la causa del partido de sus simpatías: periodistas, jueces, funcionarios públicos, 'expertos', 'peritos', 'intelectuales', miembros del clero, empresarios, etc.

Un ejemplo de ello es la caricatura que se ha hecho en nuestro país de conceptos como 'paz' o 'talante', 'comprensión', 'entendimiento' o 'diálogo'. Hasta ayer, el 100% de los españoles los hubiera considerado conceptos positivos. Hoy, una de las dos Españas te mira con mala cara si los usas. La paz, el diálogo, el entendimiento entre las gentes, valores por otro lado tan cristianos, han sido demonizados por una España, la que parece ser preferida, por cierto, por la jerarquía eclesiástica.

Zapatero y su 'proceso de paz' o su 'alianza de civilizaciones' eran presas fáciles al chiste, la desautorización, el esperpento y la hipérbole. Yo leí hace un par de años en inglés el libro de Huntington (El choque de las civilizaciones). La lectura es muy interesante, por todo lo que plantea acerca de la política internacional y la historia contemporánea. Pero mantiene clara una premisa que ha sido convenientemente usada por los neocon americanos: la imposibilidad esencial de comprensión entre civilizaciones, que lo que harían, por esencia, es competir por la preponderancia. Y divide en consecuencia al mundo en una serie de bloques, de modo un tanto arbitrario en ocasiones. Así, España estaría con Europa Occidental y el mundo anglosajón (EEUU, Canadá, Australia, etc.), pero Latinoamérica en un bloque no muy lejano pero sí ajeno, el del sospechoso chicano de los USA, incapaz por esencia de integrarse, defiende él. Francamente, la tesis no la comparto. Pero parecía que Aznar sí, con la hostilidad y el paternalismo hacia los líderes latinoamericanos, y su comportamiento colonial a raíz del episodio absurdo del islote de Perejil y la cabra de la legión. El PP de la Faes y de los desiertos lejanos sigue en la misma línea.

En definitiva, como decía en un comentario anterior, honestamente, sigo prefiriendo la alianza de civilizaciones al choque, o la guerra preventiva inspirada en Huntington...

17 comentarios:

Maripuchi dijo...

Yo, como tú, creo sinceramente que la política la hacemos entre todos.
Pese a encontrarme en un punto ideológico concreto, no tengo por qué dar la razón en todo a unos o negársela por el mero hecho a otros.
Las civilizaciones, como han estado siempre, están condenadas a entenderse o a estar en guerra eterna. Pronto empezará la lucha por el alimento (en lugares donde no ha empezado ya)...
Es más fácil aliarse con el poderoso que ayudar al más débil ... y no caer en lo obvio, que es someterle.

Luego vienen a hablar de moral. Es que hay que joderse....

Blanca dijo...

Si tu, como yo, ciudadana europea, con lo que el adjetivo o la acepción conlleva, hubieras vivido dos años en Argentina, viajando por los países de su entorno, te darías cuenta, como me la di yo en su momento, lo que España debe a Hispanoamérica y lo cercanos y lejanos que al mismo tiempo estamos de ellos.

Un día prepararé un post sobre el tema, que da para mucho. Pero adelanto que no hay derecho lo que España ha hecho allí.

rosamari dijo...

Es mucho mejor alianza, es un vocablo que genera diálogo, que puede llevar a la paz.

Lo de choque ya hemos comprobado a lo largo y ancho de la historia en que desenvoca. Ejemplo reciente: Irak(O eso era por el petróleo?.¡

Todo se convierte en política y hay cosas que son derechos irrenunciables del ser humano.

Desde hace 3 años, en este país todo vale para algunos. Esto nos conduce a que todo sea política, y se nos olviden los ciudadanos.

Scout Finch dijo...

Yo ya no sé qué es la política, pero espero que no sea lo que hacen los políticos...

Al final, lo importante es el respeto. Eso es lo que lleva a la alianza de civilizaciones y no al choque. Y eso es lo que tan poco ponen en práctica los políticos, al menos los nuestros.

J. G Centeno dijo...

Una definición clásica de sociedad que yo estudié en el bachillerato es aquella que decía: Sociedad política es la unión estable de hombres que determina entre ellos relaciones de convivencia, de jerarquía y de comunidad espiritual. Sin entrar en la vigencia de esta definición, que bebe en las fuentes clásicas de Platón y Aristóteles, para éste último la sociedad es algo que brota de la naturaleza misma del hombre, está claro que el actual clima que se vive parece no corresponder a una sociedad aristotélicamente política, sino más bien a una sociedad antipolítica en la que tiene más cabida la confrontación, llevada hasta sus últimas consecuencias, que la búsqueda de una comunidad espiritual. Es, para mi, evidente que la división de la sociedad en clases confiere un grado de enfrentamiento dialéctico, que en parte invalida la definición ideal, pero en la situación actual se han roto todos los puentes de dialogo, a mi juicio imprescindibles, para llevar a cabo la confrontación interclasista con una razonable educación. Y com muy bien apuntas en tu entrada, términos como talante, paz o dialogo, otrora parte consustancial del pensamiento cristiano, hoy son utilizados como armas arrojadizas, dando a entender que aquellos que las usamos somos una especie de banda proterrorista partidarios de la disolución de la patria. Curioso cambio de roles, causa la misma perplejidad que el hecho de que seamos la izquierda más transformadora la que defiende el capitalismo renano, algo que siempre había defendido la socialdemocracia, que ahora se ve abocada a defender una especie de liberal-capitalismo de rostro humano. Parece ser que las sociedades occidentales, se van haciendo paulatínamente más conservadoras.

Anónimo dijo...

Es verdad; el mal es la "política" (como ha dicho Garib; entre comillas); y como tú has concretado: la "partidista irracional", la "sectaria"..... Hay algo noble en la Política (en mayúsculas) que sería llevar a ejecución un proyecto de justicia.

Es importante señalarlo (tienes razón), pues de lo contrario se estaría vendiendo con este pretexto una sociedad sin la concurrencia de opiniones (visto que todas serían per se sectarias); y esto sería una postura formalmente "apolítica" pero en el fondo reaccionaria; porque siempre hay que decidir (y si no formamos opinión, otros ejecutarán la suya como la única pura, supuestamente no contaminada por el debate político).

Los conceptos "paz, talante, comprensión, entendimiento, diálogo" lo que pasa es que tienen una controvertida semántica. Está, digamoslo así, su significado primigenio; luego estaría primeramente su utilización política por unos y ulteriormente su retorsión por los otros. ¡Volvamos a su origen!. Si bien se piensa: ¿Quién, en su sano juicio, puede estar en contra de la "paz", del "talante", de la "comprensión"......?. Pero ¿cuál es el contenido concreto de estas abstracciones?.

Un cristiano (estoy contigo) estaría contra el propio dogma si por ejemplo abominara de la paz........ Pero no puedo estar de acuerdo con lo que señalas acerca de que la Conferencia Episcopal se plante en contra estos conceptos. Te ruego que no confundas a la Conferencia (que por otra parte es plural como órgano colegiado) con la COPE (pese a que sea de su propiedad).

Un apunte para que me comprendas: Mons. Ricardo Bláquez (el Presidente de esta Conferencia) convocó para el día 03-02-2007 una manifestación en Bilbao por "la paz"; tuvo la desgracia que con posterioridad a su convocatoria el Foro de Ermua y la AVT programaron para ese día la sonada manifestación de Madrid. El afán de estos últimos convocantes era que se desistiera de la instada por Mons. Ricardo Blázquez (pues en su pensar venía a ser como una antítesis). De todos es sabido la que le cayó a este pobre hombre: Se dijo que a su convocatoria sólo fueron comunistas y socialistas, que estaba llena de ateos y que los cristianos asistentes sólo eran del pnv. De una manera brutal también se dijo que la Iglesia "defendía (obsérvese el verbo en pretérito imperfecto; es decir un pasado sin solución de continuidad con una acción flotando en nuestro actual presente) a los terroristas; y que siempre ha estado (aquí el pretérito es perfecto; ¡menos mal!) más cerca de los asesinos". Mons. Ricardo Bláquez en ese convocatoria por la paz pidió a eta su extinción como banda armada y a la vez pidió perdón a las víctimas por complicidades y desamparos pasados. Mi razonable amigo: ¿Es justo meter a la Conferencia en esto; después que su propio Presidente tuvo que soportar estas metafóricas bofetadas por quienes se supone que son la grey que pastorea ?.

Un enlace para copiar por quien esté interesado en la reseña de esta noticia:

http://www.elpais.com/articulo/espana/presidente/obispos/convoca/manana/concentracion/paz/Bilbao/elpepuesp/20070202elpepunac_7/Tes

No me atrevo ya hablarte de Huntington, después que tú directamente lo has leído y yo sólo lo conozco por reseñas. Me parecería frívolo por mi parte. Pero si me permites un poco cierto atrevimiento quiero entrar a analizar algo que creo es importante. Creo que hay un fondo de verdad en esa radical incomprensión entre civilizaciones. Quiero que esto se me entienda bien ( no quiero que se me etiquete directamente como neocon ). Pues bien; este sería mi modesto discurso lógico:

1º) Huntington caracteriza a las civilizaciones, entre otros, por su patrón religioso.
2º) Las religiones se caracterizan por explicar nuestro mundo de una manera totalizadora.
3º) Esta cosmovisión totalizadora se asienta en una "verdad" (la única verdadera para cada una de ellas).
4º) Estaríamos así ante una distintas "verdades" prima facie competitivas entre sí.
5º) Luego Huntington tiene razón: hay en la base, en la raíz, una imposibilidad estructural de una total comprensión.

A mi juicio ( con la salvedad apuntada de mis conocimientos indirectos) esto es un puro diagnóstico (con independencia de la esencial objeción que se le ha hecho de entender a las civilizaciones como si fueran "órganos vivos").

Este diagnóstico supone el señalamiento de un reto que tenemos. Las respuestas que ofrezcamos serían las determinantes (confrontación y ataques preventivos o cooperación y ecumenismo......). Está claro que no cree en el multiculturalismo; yo creo que porque no lo ve como algo real; la historia nos advierte del mal engranaje del multiculturalismo -Imperio AustroHúngaro, Balcanes, Yugoslavia, Ruanda- ("Historia magistra vitae et testis temporum”: La Historia es maestra de la vida y testigoo de los tiempos). De ahí no se infiere la consecuencia de una necesaria confrontación; es fundamental los consensos sobre mínimos pero con identidades que traduzcan con sinceridad cada personalidad o identidad.

Un ejemplo; siguiendo con el patrón "religioso": Un judio, un musulmán y un cristiano observan "verdades" incompatibles; pero también les une algo básico: El Dios sin adjetivos al que adoran es el mismo; es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Luego vendran las fundamentales diferencias; pero hay una básica conexión. Esta es la clave del moderno ecumenismo; una palabra teológica para hablar de diálogo interreligioso.

Creo, sinceramente, que si en este patrón se puede hallar conexión; con muchas más razones en otros y así evitar la confrontación y cohonestar diferencias inevitables con cooperación.

Saludos.

P.D.: Blanca; no estoy de acuerdo con una frase de tu post. Es aquello de "ancianita venerable"; está equivocada. He visto su foto tras leerle y le propongo que tache lo antedicho por simplemente "admirable".

Anónimo dijo...

Son dos conceptos completamente distintos de entender la política. Los unos (Aznar es un buen ejemplo) pretenden imponer su opinión, su idea; otros, (ZP) pretenden comprender, entender, dialogar y no imponer.

El choque no es entre civilizaciones, es entre dos modos distintos de entender la comunicación entre los diferentes pueblos y razas.

Sol dijo...

Gracias por tu entrada, Animal Político. Sobre Samuel Huntington creo que os parecería interesante leer su artículo “The Hispanic Challenge”
(http://www.freerepublic.com/focus/f-news/1084558/posts ), donde habla del multiculturalismo y la globalización como amenaza política, económica y social para EE.UU., centrándose específicamente en la amenaza de los hispanos y el idioma español para el país, o mejor dicho, para la clase dominante estadounidense: los anglo-protestantes, los descendientes de los Padres Fundadores de la nación. Huntington concibe EE.UU. como una nación con una lengua y una cultura, la de los anglo-protestantes. En su artículo sólo menciona a la comunidad negra cuando habla de la amenaza hispana (para referirse a los hispanohablantes en EE.UU., Huntington oscila curiosamente entre los términos “latinos”, “mexicanos” o “hispanos que no son blancos” sin ningún problema); es decir, cuando un ciudadano americano podría cobrar menos que otro o incluso no tener acceso a un puesto de trabajo (pone el ejemplo de los bomberos) por hablar únicamente inglés, la lengua de Washington, Jefferson, Lincoln, etc. En este tipo de casos, sí se acuerda de los negros, cuando se convierten en víctimas de la amenaza hispana.

Al resto de los inmigrantes los ve asimilados a la cultura anglo-protestante dominante; no los considera amenazantes porque aprenden inglés rápidamente, y ni son tan numerosos, ni se reproducen tan rápido como los hispanos, ni tienden a concentrarse en áreas específicas. El señor Huntington hace mucho que no deja el campus de Harvard para darse una vueltecita por el Chinatown de Boston. (“Ooops”, como dirían por aquí)

No nos engañemos, Huntington es un crítico incendiario profundamente reaccionario y ultra religioso, clasista y xenófobo hasta la médula que está engordando su cuenta bancaria considerablemente gracias a estos textos que publica y las polémicas que despiertan. Huntington repudia el español y la cultura hispánica (de ahí que en el artículo que os mando encabece la sección sobre el uso del español en EE.UU. con el título sarcástico de “Spanglish as a Second Language”) porque teme que forme parte de los centros culturales, financieros y políticos de EE.UU. provocando una escisión en el país: anglos e hispanos. En su artículo, para respaldar su idea de que hay una incompatibilidad entre la cultura hispánica y la anglo-protestante, llega incluso a argumentar que los mexicanos (léase hispanos, latinos…lo que expliqué antes) no tienen iniciativa, viven bajo el síndrome del “mañana”, no confían en la educación o el trabajo duro para progresar laboralmente…Yo me pregunto, si esto es así, ¿por qué teme tanto el señor Huntington que el español y la comunidad hispanohablante de EE.UU. le robe protagonismo u obligue a compartir el espacio del poder a los anglo-protestantes como él?

Saludos a todos. Fascinante entrada que da para muchas, muchísimas reflexiones largas y tendidas.

Anónimo dijo...

Os copio el enlace del artículo de
Samuel Huntington pero ¡en español!:

http://www.fp-es.org/abr_may_2004/story_2_6.asp

Está claro que ve el multiculturalismo como un problema (y sobre todo lo razona).

Unas citas:

Desde luego, como ha señalado el politólogo Jorge I. Domínguez, los estadounidenses de origen mexicano tienen una actitud más favorable hacia la democracia que los demás mexicanos. No obstante, existen "feroces diferencias" entre los valores culturales de EE UU y México, como observaba en 1995 Jorge Castañeda (posteriormente ministro mexicano de Exteriores). Castañeda citaba las diferencias en el ámbito social y económico, el carácter imprevisible, la concepción del tiempo simbolizada en el síndrome de mañana, la capacidad de obtener resultados rápidamente y la actitud respecto a la historia, expresada en "el tópico de que los mexicanos están obsesionados con la historia y los estadounidenses con el futuro". Sosa enumera varias características hispanas (muy distintas a las angloprotestantes) que "impiden el avance de los latinos": la desconfianza en la gente ajena a la familia; la falta de iniciativa, seguridad y ambición; la poca importancia que se da a la educación, y la aceptación de la pobreza como una virtud necesaria para entrar en el cielo. El autor Robert Kaplan cita a Alex Villa, un mexicano de tercera generación que vive en Tucson (Arizona) y dice que no conoce a casi nadie, en la comunidad mexicana del sur de Tucson, que crea que "la educación y el trabajo" son la vía hacia la prosperidad material y que, por tanto, esté dispuesto a "participar en EE UU".

Si continúa esta inmigración sin que mejore el proceso de asimilación, EE UU podría acabar siendo un país dividido en dos lenguas y dos culturas. Es el modelo que siguen algunas democracias estables y prósperas, como Canadá y Bélgica. Pero las diferencias culturales en esos países no son equiparables a las que hay entre EE UU y México, e incluso en esos lugares persisten las diferencias lingüísticas. No hay muchos canadienses angloparlantes que tengan el mismo dominio del inglés y el francés, y el Gobierno canadiense ha impuesto multas para conseguir que sus altos funcionarios hablaran los dos idiomas. Lo mismo ocurre en Bélgica. La transformación de Estados Unidos en un país como éstos no tendría por qué ser el fin del mundo, pero sí sería el fin del país que conocemos desde hace tres siglos. Los estadounidenses no deben dejar que ocurra, a no ser que estén convencidos de que esa nueva nación sería mejor.

Anónimo dijo...

y ahora que estan en pelna compaña electoral, no vea como hechan mierda uno encima de otro , ahora cuando pierden los papeles y realmente demuestran que son hipocritas

animalpolítico dijo...

Maripuchi, claro esa es la cuestión, hay que evitar el sectarismo como sé que tú haces y como yo intento hacer.

Sí, Blanca no puedo entender la política internacional sin que España tenga una relación especial con Latinoamérica. Ni civilizaciones ni leches. Si Latinoamérica no está en el mismo bloque que nosotros ¿qué bloques son esos?

animalpolítico dijo...

Gracias, Rosamari, Scout. Estamos en buena sintonía.

animalpolítico dijo...

Amigo Centeno: me encanta la definición que recuerdas de sociedad. Plenamente de acuerdo con tus palabras sobre Platón y Aristóteles.

Tu comentario en fin sobre lo que llamas 'cambio de roles' me parece tremendamente atinado.

También te doy la razón en que las sociedades occidentales parecen cada vez más conservadoras. Pero en fin, pasar de Aznar a Zapatero o de Berlusconi a Blair o que los republicanos pierdan el senado y el congreso americanos, o bien son pasos atrás en el proceso o bien no está tan claro que esa evolución tenga que ser siempre así. Quizá no hay nada escrito...

En cualquier caso, tenemos que darnos cuenta que muchos partidos de centro derecha han terminado aceptando a regañadientes muchos elementos y valores sociales de la izquierda tradicional, que ya no se atreven a cuestionar: educación y sanidad gratuitas, prestación por desempleo, etc.

animalpolítico dijo...

Me gusta Dardo que suscites el asuntos de la participación, pues es el tema del que tenía proyectado escribir esta misma tarde.

La discusión en torno a "paz...", etc., no me parece semántica. Está muy claro lo que los conceptos quieren decir. Lo que ocurre es que se han tergiversado en el pseudo-debate político las posiciones del adversario. Porque ya no debatimos las posiciones del contrario, sino lo que nosotros decimos que el contrario opina, aunque el contrario lo niegue...

Te doy la razón en que la COPE no es la Conferencia Episcopal. Pero, independientemente de los obispos que intervienen en la misma línea que la COPE, es muy grave, muy grave, muy grave, que la Conferencia Episcopal consienta / apoye / dé por buena la línea editorial actual de la COPE. Y si lo hace se le deben pedir responsabilidades. Y lo que oigo es a Monseñor Amigo (supuestamente moderado) hablar de que Jiménez Losantos "hace un enorme servicio a la verdad".

Sí, Blázquez está un poco contracorriente. Y las críticas que destacas... las emitía la COPE, es decir ¿Rouco Varela?

En fin, creo, a diferencia de lo que sostienes, que precisamente el episodio de Blázquez es un ejemplo más de la manipulación, desmesura y demonización de la paz que una parte sustancial de la jerarquía de la Iglesia está practicando, no como Conferencia, pero sí como grupo, un grupo en el que NO ESTÁ Blázquez.

Seguiré con el tema de Huntington en un rato...

animalpolítico dijo...

Dardo, en lo referente a Huntington no quisiera yo que se entendiese que pretendo ser un 'experto' por el hecho de haber leído su libro.

Quisiera eso sí, comentar que, si bien nadie afirma que la convivencia entre los pueblos de la tierra sea fácil, es reduccionista la 'resignación' a una supuesta 'imposibilidad' de comprensión y aceptación mutuas. Éstas nunca pueden ser 'imposibles'. Entre 'difíciles' e 'imposibles', no hay una mera diferencia de grado. Hay una diferencia filosófica fundamental.

Si uno analiza la historia de la Humanidad podemos encontrar una infinita serie de enfrentamientos bélicos. Pero si tenemos en cuenta que, por ejemplo en la Antigua Grecia, las diferencias entre ciudades vecinas se resolvían por medio de las armas, pero que después los enfrentamientos son primordialmente entre los estados-nación y que hoy, simplemente, no se producen guerras en suelo europeo (lo de los Balcanes sería el ejemplo más cercano en el tiempo), uno puede perfectamente extraer la lección de que la convivencia entre el género humano mejora con el conocimiento mutuo. Hay esperanza. No es imposible.

Otro ejemplo: Irlanda del Norte. Otro: la España musulmana, el Toledo del S. X.

Saludos

animalpolítico dijo...

Gracias, Rue Madeleine, estoy plenamente contigo.

animalpolítico dijo...

Lo que cuentas, Candela, de ese artículo es plenamente coherente (y para mí equivocado) con su libro.

Tu comentario me parece extremadamente atinado e informativo. Coincido en tu diagnóstico plenamente y te agradezco los datos que no tenía.

Saludos