Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

martes, 22 de abril de 2008

Lacónico


Laconia (Λακωνία), también conocida como Lacedemonia, era una de las poleis de la Grecia antigua. Una de las más destacadas. Estaba situada en el sudeste del Peloponeso, esa península peculiar por su forma que hoy rezuma historia por cada poro, y su ciudad más importante era Esparta. Hoy Laconia es una prefectura de Grecia con Esparta como capital administrativa. Pero la Esparta de hoy es una sombra de su pasado. Al norte de Laconia estaban las montañas de la mítica Arcadia, y desde ellas corrían al sur las de Taigeto y Parnón; al este la costa acababa con el promontorio Malea. El río Eurotas regaba el país. Una comarca del Peloponeso aún se llama Tzakonia (por evolución fonética de Laconia).

Los atenienses sentían una mezcla de temor, desprecio, admiración y odio por sus vecinos y principales rivales en la Grecia clásica. Los laconios o lacedemonios representaban todo lo que no eran los atenienses. Por ejemplo, en lo político, con dos modelos tan distintos. Un régimen militarista y un estado totalitario en el lado peloponesíaco, y un régimen en el que se ponían en práctica y se debatían nuevos modos democráticos, palabra inventada por los atenienses. O la dureza de vida lacedemonia, la frugalidad, la ausencia y aborrecimiento de comodidades, que consideraban signo de debilidad. De ahí el adjetivo "espartano".

Y, claro, también el amor a la expresión oral y escrita de los inventores de la retórica, que chocaba con la proclividad a usar las palabras justas por parte de los espartanos que consideraban charlatanería cualquier otra cosa, como los vikingos de mil años más tarde. De ahí el adjetivo "lacónico".

"Esperanza Aguirre debe callarse de una vez". Manuel Fraga, 22 de abril de 2008. Espartano y lacónico. Incluso regio ("¿Por qué no te callas?").

12 comentarios:

Blanca dijo...

¿Te extrañas? Son sus maneras, animal. Es lo que han mamado... ser demócrata cuesta mucho, respetar las ideas ajenas... cuesta un mundo. Respetar a las personas que piensan diferente a tí, comprenderlas, empatizar... o se mama o hay que trabajarlo y no sé si despues de las clases pueden aprender algo. Doy por supuesto que pueden llegar a aprenderlo con esfuerzo... pero hay que ponerse.

Y no, no tienen el más mínimo interés. Da igual que se llame Aguirre que Perico el de los palotes. Falta lo fundamental. Aguirre... a la hoguera, Gallardón, idem... que le pregunten a Piqué, a Herrero de Miñón, a tantos otros...

Dardo dijo...

Me asombra y a la vez me gusta esa proclividad que tienes de servir en odres nuevos el vino viejo. Esto sólo lo puede hacer alguien familiarizado con el discurso educativo. Y yo, claro, apoyo todo lo que sea hacer significativo lo viejo, contextualizarlo. Pero, aparte de lo cómico, sinceramente creo que conectar a las viejas esencias peperas con los lacedemonios es sobretodo original. En todo caso parece que aquí se está padeciendo un viejo estigma del centroderecha español: el personalismo.

Nos falta rodaje a todos. Aquí debiera haber caucus lo que redundaría en una mayor democratización de la selección de los candidatos.

Oigan, que lo de Dª Esperanza ya es de rizar el rizo. Ahora no, pero tampoco lo descarto. Es, como diría, una decisa indecisión. Por otra parte el dinosaurio D.Manuel por una vez le ha lanzado un "regio" consejo que se calle (o que hable y se lance a la piscina). Es que aquí nadie habla hasta no tener claros los avales de los compromisarios. ¡¡¡Así yo también soy espartano; con todo lo muelle que soy!!.

Saludos.

Santiago Bergantinhos dijo...

Lo que hoy llamamos laconismo, o sea ser parco en palabras y no decir ni una más de las necesarias, era prueba de virtud y saber estar entre los espartanos.

Así pues sólo añadiré: Bien dicho.

animalpolítico dijo...

Lo curioso, Blanca, es que emplean entre ellos una dureza que nos choca. Aunque creo que sigue lejos de las burradas que han dicho de lo que ella llama, sin complejos, "los adversarios", es decir, los socialistas.

animalpolítico dijo...

Gracias, Dardo.

La verdad es que cuando escribí esto no estaba pensando en equiparar al PP con los espartanos, sino que la idea surge cuando leo la frase de Fraga, que asocié con el adjetivo "lacónico". Nada más.

Ahora, en los estudios de Crítica Literaria se sostiene que un autor deja de ser 'dueño' de un texto en cuanto sale de sus manos. A partir de ese momento las interpretaciones de los lectores son suyas...

Me ha gustado lo de "regio" y lo incluyo en el texto.

animalpolítico dijo...

SuperSanti:

Exactamente. Muchas gracias.

M.Angel dijo...

Pues siendo lacónico solo digo eso "joder, que tropa".
Aunque creo que a la Espe le pega mas el papel de Cleopatra.

RGAlmazán dijo...

Precisamente este señor sólo es lacónico cuando se siente más autoritario: ¡Y no hay más que hablar! Porque cuando le viene en gana suelta unas filípicas de agárrate y no te menees, aunque lo haga muy deprisa y ahora necesite traductor simulténeo.
En fin, nada que decir, que sigan así ahora que han descubierto el gustillo por la lucha intestina.

Salud y República

desahogandome dijo...

jojo ¡qué bueno! digo... qué lacónico.

Genial interpretación.

un saludo

ybris dijo...

Ya no me caía bien Fraga porque la calle era suya, incluida la mía.
Aparte de que en 1965 me pusiera en dos en Derecho Político (con justicia, todo hay que decirlo) de primero de Económicas.
Sin embargo es de agradecer su laconismo espartano en estos tiempos en que los políticos le dan vueltas a todo para poder escaparse por algún resquicio si las cosas vienen mal dadas.
Por cierto que yo creo que su estilo es más que regio porque, si la memoria no me falla, cuando hubo quien dejaba caer la especie de que como rey católico no podía firmar la ley sobre el aborto (y algo citaban de Balduíno de Bélgica) él se permitió decir lapidariamente que como rey lo suyo era firmar y punto.

Un abrazo.

Dardo dijo...

En el fondo, Animal, eres todo un "liberal". ¡Cómo si no interpretar esa dejación de tu autoridad en pro de que tus mismísimas entradas (aunque sean simplemente por la agregación de un adjetivo, más o menos afortunado) supongan que en realidad estemos ante creaciones "cooperativas".

Y no te espantes. Pues la historia de las ideas políticas nos señala que de los liberales políticos del XIX surgieron los primeros socialistas (fabianos) reformistas.

Gracias a ti. Yo -aparte- por mi verborrea difícilmente puedo llegar a ser espartano. Más me puedo asemejar a un sofista filibustero de Atenas.

animalpolítico dijo...

Gracias, M. Angel. Rafa: sí la verdad es que tiene un aire a Fidel Castro en sus buenos tiempos. Unos discursos eternos.

Gracias, Txantxangorri. Ybris, no sabía yo eso, pero tenía razón (no en lo del 2, sino en lo del rey...).

Dardo: no acepto que los liberales tengan en exclusiva el concepto de la libertad, de hecho creo que la auténtica libertad no puede darse sin igualdad, con lo que la izquierda ama más la libertad...

Liberté, egalité, fraternité.

Sí, creo que tú en Laconia no tendrías futuro... (ni yo).