Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

lunes, 26 de enero de 2009

El cernidor concernido

Viene a ser lo mismo que un tamiz. O una criba, cedazo, zaranda, harnero, cribo o granador. Un cernedor o cernidor es un artilugio tradicional que servía para dis-cernir. Para filtrar. Para separar el grano de la paja.

Cernidor y discernir tienen la misma raíz latina. Discernimiento es la capacidad de los animales humanos para distinguir el grano de la paja, también, en sentido figurado.

Pero hay otras palabras, que usamos todos los días, que proceden en última instancia de la misma raíz indoeuropea antepasada común de latín, griego, sánscrito, védico, lenguas germánicas, célticas, eslavas, iranias...

Palabras como criterio, que interpretamos como "buen juicio, sensatez, cordura", guarda relación etimológica con el cernidor. Es un término de origen griego que significa, literalmente, "elemento de juicio", y está en relación con el griego krités (juez árbitro), el nombre de la persona cuya función es discernir, juzgar con rectitud.

Palabras de la misma familia etimológica las tenemos latinas (discernir, discreción, cernidor, criba) o griegas: crisis, "momento decisivo de un asunto de importancia, emergencia de una situación inestable que exige opción", crítica, que no es reprobación o condenación, sino enjuiciamiento, selección, valorización y elección, o crisol, un vaso refractario que, en el horno de fundición, sirve para decantar los metales, especialmente el oro y la plata.

En la vida de la polis democrática todo descansa en la voluntad popular. La voluntad popular sólo es libre si está dotada del cernidor adecuado. El cernidor adecuado es la educación. Una mente sana discernirá el grano de la paja. La información, de la intoxicación o la propaganda.

Todos estamos con-cernidos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y somos capaces de discernirlo cuando lo que nos cuentan nos agrada al oido?
Porque ahí es donde creo que nos equivocamos todos.
El Canuit

Caminante dijo...

Me gusta la explicación, desde mi juicio -mayor o menor- seleccionado tras muchas -incalculables- deliberaciones conmigo misma -resultado de las multiples aportaciones ajenas.
PAQUITA