Una de mártires

José Blanco ha declarado esta mañana que "Yo no deseo que se muera nadie", en referencia a De Juana Chaos. En línea con palabras de Ibarra hace un par de días, cuando le pidió a Rubalcaba que no deje morir a De Juana: “Que no se muera este cabrón”, para evitar que "este canalla se convierta en un héroe". Para Ibarra, su muerte "sería lo mejor que le podríamos hacer después de su repugnante y asquerosa vida", en la que al final "terminará siendo un héroe".

Pero el PP no está de acuerdo. ¡Qué sorpresa! En el PP y en su entorno es prioritario mostrar la cara demagógica de la dureza máxima con el preso... Si ello entorpece las posibilidades de alcanzar un fin dialogado del terrorismo, miel sobre ojuelas. Si ello crea problemas a Zapatero en la gestión de la crisis que se crearía, mejor que mejor. El fin del terrorismo sólo es un fin loable si gobiernan ellos. Con ellos en la oposición, con tal de que Zapatero no se ponga la medalla, es mucho mejor que el fenómeno ETA siga encima de la mesa. Por ello todo eso de ¡Rendición en mi nombre, no!, cuando hace sólo ocho años hablaban del Movimiento Vasco de Liberación Nacional.

Blanco e Ibarra, creen, independientemente de la consideración que les pueda merecer la persona, que la muerte del etarra sólo sería útil para los enemigos de la paz.

La decisión del gobierno es muy difícil. Tomar la decisión de excarcelarlo ahora, aunque totalmente de acuerdo con la ley, no deja de ser un síntoma de una cierta debilidad ante el pulso planteado por el etarra. El pulso irracional de una persona irracional y desesperada, con poco que perder, si no teme por su propia vida. Y ello sin tener en cuenta los rayos y truenos, el cielo sobre nuestras cabezas procedente de Génova, el entorno mediático y Alcaraz, que no sé qué calificativos podría usar. Si ya no le quedan...

Enfrente está la izquierda abertzale, que no compartía inicialmente la estrategia de De Juana, pero que se encontraría ahora muy "legitimada" entre bases potenciales si el estado español agresor les proporciona un mártir.

También está la posible distensión que una liberación pudiera causar, con posibles consecuencias para un relanzamiento del proceso de paz.

En fin, que no quisiera estar en el pellejo de quien tenga que decidir esto. ¿Cómo lo veis, amigos?