Inmobiliaria "La Gaviota"
Ángel Acebes ha negado que hubiera acercamientos de presos etarras al País Vasco entre 1998 y 1999. No eran acercamientos, no. Eran "traslados cerca", para que los presos pudieran “acudir a los juicios de la Audiencia Nacional” en Madrid...
La semántica, la retórica, la sofística permiten muchas licencias a los comunicadores. Pero esta nueva distinción entre "acercamiento" y "traslados cerca", amigos, me ha causado un gran impacto emocional. Tantos años trabajando con las palabras y nunca me había pasado nada igual. Es la acuñación de la lengua nueva para la nueva España que empieza a amanecer...
Los datos del propio Ministerio de Interior que dirigió Acebes entre 2002 y 2004 dicen que entre septiembre de 1998 y noviembre de 1999 fueron acercados 42 etarras a prisiones de San Sebastián, Bilbao, Pamplona, Nanclares de Oca (Álava) y Villabona (Asturias), informa la cadena SER.
Yo sabía que el crecimiento de Madrid hacia las afueras era algo sencillamente espectacular, y me siento, como ciudadano de provincias, siempre que voy a Madrid, empequeñecido ante tamañas obras del ingenio humano, tan útiles por cierto para el bolsillo de algunos humanos. Majadahonda era un pueblecito casi serrano hace tres o cuatro décadas y hoy forma ya parte del gran Madrid. Como Boadilla del Monte, Brunete o Villanueva de la Cañada por el oeste, Leganés, Getafe, Alcorcón o Fuenlabrada por el sur, etc...
Pero Acebes acaba de mostrarnos otra habilidad suya. Aparte de sus habilidades lingüísticas tiene otraaaa habilidad: no tendría precio en una inmobiliaria, explicando a los posibles clientes que un pisito en San Sebastián, Bilbao, Pamplona, Álava o Asturias está "cerquita" de Madrid, vamos, "a tiro de piedra", total a 600 km. en el caso de Asturias, siete u ocho horitas de carretera si no hay atascos. ¡Qué buen vendedor se ha perdido el sector! ¡Qué felices hubiéramos sido todos si se hubiera dedicado a esto en su Ávila natal, a cuatro pasos de la Gran Vía madrileña, prácticamente "céntrica".
7 comentarios:
como sigas poniendo una entrada por cada espectacular chorrada-mentira-barbaridad que suelten esos, lo llevas claro.
Lo de la bomba a Aznar es para escupirle en la cara a alguien, y lo de acercar los presos a la audiencia nacional es sencillamente hilarante (en serio, la gente, así en general, no puede ser tan estúpida, y no lo digo por acebes sino por los destinatarios del mensaje)
Creo que llevas razón. Me he propuesto introducir algo más de variedad al asunto, pero hay asuntos, como estos dos acerca de los que cuesta trabajo dejar correr el agua.
Saludos
jaja Manuel, ya se lo digo yo, que por mantener la conciencia tan despierta, no va a arreglar mucho. Sólo "que de sufrir". Vamos a tener que aparender a vomitar pa dentro pa no deshidratarnos.
Un saludo a los dos.
Me ha gustado mucho tu blog, Manuel. Un placer.
A mí ya me están dando hasta risa, la verdad, son tan patético, tan risibles, tan fuera de todo lo que es moderno y actual que... pues bueno, pues que sigan mintiendo. Ya llegarán las elecciones.
La mentira de Acebes es total, total, total (hay mentiras, mentiras y Acebes, obviamente es el mejor), pero qué me decís del pitidito pijo que le ha salido a Dña. Botella de Aznar diciendo que su maridito jamás de los jamases, por favor, o sea no, excarceló a ningún preso etarra.
Y no se le ha movido el rimmel para nada, oyes mira tú por favorrr¡
O sea no.
O sea, tienes razón. O sea que 304 etarras que salieron de la cárcel cuando su marido era presi o sea, no fueron excarcelados...
Mira tú, o sea, el único que no ha sido excarcelado es De Juana, que es preso de segundo grado. O sea qué incómoda es la verdad, o sea, tan enojosa, coño, como eso de las fosas, o sea.
Un abrazo a todos
Totum revolutum
POR JOSÉ MANUEL PRADA
CONSCIENTE de que, al conceder el segundo grado penitenciario al terrorista De Juana Chaos, se ha granjeado la incomprensión de una porción nada exigua de la sociedad española, el Gobierno ha iniciado una campaña de propaganda que tiene como objetivo demostrar -parafraseando el expresivo lapsus de Zapatero en el Senado- que la facción opositora también cedió al chantaje de los terroristas mientras rigió los destinos del Estado. La maniobra delata cierto grado de nerviosismo, pero resulta en cierto modo comprensible; ya nos hemos acostumbrado a que la controversia política incorpore parecidas marrullerías. Menos comprensible se nos antoja que, so capa de extender sobre el adversario la sospecha de claudicación ante el terrorismo, se fomente el confusionismo jurídico. La intervención del presidente Zapatero en el Senado fue en realidad una especie de totum revolutum en el que se mezclaron conceptos jurídicos de muy diversa índole que convendría deslindar. Se refirió, en primer lugar, el presidente Zapatero a las excarcelaciones anticipadas de etarras que cumplían condenas por delitos execrables, a veces incluso asesinatos múltiples, durante el mandato de Aznar. Pero lo cierto es que tales excarcelaciones se produjeron en aplicación de un sistema de redención de penas consagrado en el Código Penal vigente en el momento en que tales delitos fueron perpetrados. Precisamente porque tal sistema de redención de penas resultaba oprobioso para el conjunto de la sociedad y de una magnanimidad rayana en el escarnio en términos estrictamente jurídicos fue reformado durante el mandato de Aznar, aunque naturalmente dicha reforma sólo puede aplicarse a quienes hayan delinquido después de su entrada en vigor. Posteriormente, el Tribunal Supremo introdujo una nueva interpretación en el cálculo de los beneficios penitenciarios (la célebre «doctrina Parot») que puede resultar discutible, por entrar en conflicto con la función reeducadora de las penas. Pero este es otro asunto que aquí no entraremos a discutir.
El criminal De Juana Chaos se benefició de aquel sistema de redención de penas, hasta el extremo de cumplir una exigua condena de 18 años por 25 asesinatos. La desproporción hiere nuestra sensibilidad; pero hay que reconocer que De Juana Chaos purgó su culpa por aquel delito múltiple conforme a las leyes vigentes. En la actualidad cumple condena por enaltecimiento del terrorismo; y la decisión de atenuar su condena nada tiene que ver con los beneficios derivados de la redención de penas, ni tampoco con las comprensibles razones humanitarias que aconsejan aliviar el régimen penitenciario de aquellos reclusos que padecen graves problemas de salud. Zapatero también se refirió en su intervención ante el Senado a aquellos presos terroristas cuyas penas se aliviaron durante los gobiernos de Aznar, por padecer alguna enfermedad especialmente grave, incurable o terminal. Aquí el totum revolutum alcanzó su paroxismo de irracionalidad. Nadie habría discutido (o sólo los energúmenos) que a De Juana se le hubiese atenuado la pena, o incluso que se le mandara a casa en régimen de libertad condicional, si por ejemplo lo consumiese una metástasis cancerígena. Yo, desde luego, me avergonzaría de estar representado por un Gobierno que permitiera que los reclusos enfermos y sin esperanza de recuperación muriesen en chirona; esto nada tendría que ver con la justicia, sino con la venganza y el ensañamiento. Pero De Juana no estaba enfermo; esto Zapatero lo sabe perfectamente, de ahí que su apelación a coartadas humanitarias resulte tan dolorosamente obscena. De Juana se declaró en huelga de hambre para forzar una resolución injusta, para conseguir un fin no amparado por la ley. Cualquier persona no demasiado nublada por la obcecación comprende que la decisión de atenuar la pena a De Juana Chaos constituye una cesión del Derecho ante las pretensiones injustas de un criminal.
Esta cesión es la que los ciudadanos reprueban. Sólo quienes desean ser engañados se tragarán ese totum revolutum desplegado por Zapatero en el Senado.
JUAN MANUEL
DE PRADA
http://www.abc.es/20070310/opinion-firmas/totum-revolutum_200703100246.html
Yo lo siento mucho, pero no es De Prada santo de mi devoción. De hecho le dediqué hace tiempo un post personal. Es un pedante empedernido, un escritor que no me gusta nada y en político un sectario habitual, aunque no sea de los peores. En este artículo hace dos cosas: una aclarar conceptos jurídicos, que está bien, en líneas generales, y otra valorar, mezclar opinión con información, que está intrínsecamente mal en mi opinión. Un solo ejemplo, para no alargarme:
"Pero lo cierto es que tales excarcelaciones se produjeron en aplicación de un sistema de redención de penas consagrado en el Código Penal vigente en el momento en que tales delitos fueron perpetrados. Precisamente porque tal sistema de redención de penas resultaba oprobioso para el conjunto de la sociedad y de una magnanimidad rayana en el escarnio en términos estrictamente jurídicos fue reformado durante el mandato de Aznar, aunque naturalmente dicha reforma sólo puede aplicarse a quienes hayan delinquido después de su entrada en vigor."
Está muy bien el argumento. Lo que no dice De Prada es que éste mismo argumento lo adujo el gobierno y el imperio prisaico cuando hace un año y medio se cumplía la condena de De Juana. Entonces el argumento no valía y el ministro Aguilar hizo esas declaraciones desafortunadas acerca de "inventarle" un proceso si fuera preciso para que siguiera en la cárcel. Y salió lo de los artículos y toda la movida actual. De Prada, sé consecuente, si eres tan listo.
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