Tierra trágame
En algún comentario reciente de esta bitácora se ha suscitado el asunto del aprendizaje de lenguas extranjeras. Confieso que tengo buen oído y se me dan muy bien, aparte de que el asunto me interesa mucho. Dicho sea para darme pisto y echarme el pegote de listo, que, como sabéis, me resultó simplemente letal con mi amigo el de la autoescuela, el examinador justiciero. Como veis, dieciséis años después, sigo igual...
Para muestra un nuevo botón. Nunca aprenderé a callarme cuando es oportuno. Siempre una palabra más de la cuenta (parece que es mi sino), y ya sabéis lo de aquel viejo dicho de que "uno es dueño de sus silencios pero esclavo de sus palabras"...
Para muestra un nuevo botón. Nunca aprenderé a callarme cuando es oportuno. Siempre una palabra más de la cuenta (parece que es mi sino), y ya sabéis lo de aquel viejo dicho de que "uno es dueño de sus silencios pero esclavo de sus palabras"...
Os contaré un nuevo 'caso verídico' para mofarme de mí mismo y de la prepotencia juvenil. Érase una vez un joven de veintitrés años. Un joven animal, para más pistas. Lleno de fuerza y ganas de comerse el mundo. Tímido por naturaleza, pero ambicioso y con ganas de mejorar y de aprender. Licenciado en junio en Salamanca y conseguida la añorada beca para Dublín para comenzar un doctorado, se enfrenta ahora al problema. Chico, si es que en realidad no sabes inglés, ¿cómo vas a hacer en clase en octubre? ¡Ay, amigo! (pronúnciese esta frase con el tono chungón de mis parientes leoneses).
El verano es el mejor momento para el aprendizaje de lenguas. No sé si es científico o no, pero si no lo es, debería serlo. Y los veinte años es un momento fantástico para cualquier cosa. Un curso de un mes en el norte de Inglaterra puede permitir un aterrizaje suave ante el nuevo curso en Irlanda. La ciudad de York es muy atractiva, con su historia, tanto por su tamaño manejable como por su acento local, en principio no muy alejado del de Dublín.
Aquella mañana, el primer día en el campus situado a las afueras, el sol brilla tímidamente tras una noche de orvallo. Hay cuatro charcos por el suelo. Voy paseando, explorando los alrededores, comenzando el mes con ilusión. No hay clase hasta el afternoon y quiero conocer el entorno. Todo me interesa. Los árboles, la hierba, la brisa, el olor, las casas, el riachuelo, ¿cómo se dice...?, el acento local, dicen "bus" como se escribe, con /u/, y dicen 'public bar', con /u/, para lo que hemos aprendido como 'pub' (/pab/). La gente tiene pinta de vikingos en vaqueros, pues es zona de poblamiento nórdico, tras los asentamientos en la Edad Media; es gente seca, inglesa, pero del norte, humilde, obrera, distinta del tópico.
En mi paseo me topo, al otro lado del arroyo, con un pub ideal. ¿O era una tavern? En fin, da igual. Con sus letreritos y todo. 'El zorro gris' o 'el cisne blanco' o 'la pluma verde' o 'el león rojo'... Vamos, de película. Y yo, con mi frase aprendida en el avión... "I would like to have half a pint of lager" ('quisiera media pinta de cerveza rubia'). Y me digo, ¿de qué manera mejor que practicando con los nativos puede uno aprender un idioma? ¿qué hubiera hecho Tarzán? ¿Y Spock? Nada, nada, lánzate y habla con los nativos. Es como cuando mamá te mandaba a comprar el pollo. Ella decía que le dijeras al carnicero que te lo diera bueno... Y tú ya tenías bastante con decirle que querías pollo... De kilo y tres cuartos. Y delante de todas las cotillas esas que te miraban. ¿Quién será el mocoso?
Ah!, sí, York y la cerveza. Uno es que no era nativo, ¿sabéis? Y es que eran las once de la mañana... Entro en aquel lugar de ensueño y de película. ¡Qué guay! La chimenea, la penumbra, el rancio olor al humo del día anterior, la música disco de los ochenta. Y muy solitario aquello. Me siento pequeño, como cuando debía decirle al carnicero que el pollo fuera bueno, con tono de reñirle, y no se lo decía. Me siento inmigrante, como los espaldas mojadas tras cruzar el Río Grande. O como los senegaleses en los cayucos. No me siento en absoluto como Tarzán. Ni soy hábil con la liana ni se me da bien pelearme con cocodrilos. Mi 1,80 debería ayudarme, pero me siento un crío solo ante el peligro. Esto del lenguaje parece que sirve para algo, la verdad.
En fin, que se masca la tragedia, como cuando el Madrid gana 1-0 y se echa atrás a conservar el resultado... Estaba yo así, absorto en mis pensamientos, cuando un nativo con cara de encargado se dirige a mí en su extraña lengua. No les había visto, entrando desde la calle soleada no se veía un burro a tres pasos allí dentro. No les había visto ni había entendido nada de lo que me había dicho. Cierto es que sonreían. Estando cerca del campus seguro que estaban acostumbrados a tratar con guiris despistados. Pero este guiri, que sin duda lo tenía escrito en la cara, no pensaba rendirse tan fácil ni dar un balón por perdido...
En fin, que le espeté mi frase favorita, flamante, recién aprendida, con buena fonética, buena gramática, bien construida, de libro: "I would like to have half a pint of lager" ('quisiera media pinta de cerveza rubia'). Y te quedas más a gusto... Orgulloso de mí mismo, no contaba con un problema de la comunicación humana. Que los nativos RESPONDEN. ¡Y manejan la lengua como si fuera suya! Y la respuesta no estaba en mi libro. Me dijo algo que me sonó más o menos así: "Zrwrclzdujtktsftrnun". Así, más o menos. Y son décimas de segundo. Me quedé mirándole mientras una sonrisa enorme se empieza a dibujar en su cara. "Sorry?", solté, para ganar un segundo. Y el nativo hizo lo que hacen siempre los nativos. Insisten y lo repiten exactamente igual que la primera vez: "I said Zrwrclzdujtktsftrnun". Y ya me miran todos los nativos, esperando mi reacción, como si ellos SÍ HUBIERAN entendido. "Así que eso es lenguaje humano articulado, ¿eh?". Bien. Este maragato no se rinde tan fácil. Décimas de segundo. Y estudiante de doctorado, cuidao... "Well, then, I would have a cup of coffee" ('bueno, pues entonces un café'), le suelto, así, sin red, sin libro, de memoria, improvisando, con todo el morro. Pero no me dio tiempo a darme palmaditas en la espalda. No. Porque, para mí sorpresa, los siete nativos, hombres y mujeres, irrumpieron todos a la vez en una sonora y para mí eterna carcajada, aunque enseguida trataron de disimular un poco. Ahí me rendí. ¡Qué vas a hacer si tienes poco más de veinte años y los romanos se carcajean en tus morros! Hombre, si hubiera sido Obelix romperles las narices por si acaso. Pero me sentía más bien como Ideafix. Con el rabo entre las piernas y una sonrisa congelada en el rostro, decidí que lo más decoroso era una retirada a tiempo y que no hubiera más sangre en el parterre.
En fin, que le espeté mi frase favorita, flamante, recién aprendida, con buena fonética, buena gramática, bien construida, de libro: "I would like to have half a pint of lager" ('quisiera media pinta de cerveza rubia'). Y te quedas más a gusto... Orgulloso de mí mismo, no contaba con un problema de la comunicación humana. Que los nativos RESPONDEN. ¡Y manejan la lengua como si fuera suya! Y la respuesta no estaba en mi libro. Me dijo algo que me sonó más o menos así: "Zrwrclzdujtktsftrnun". Así, más o menos. Y son décimas de segundo. Me quedé mirándole mientras una sonrisa enorme se empieza a dibujar en su cara. "Sorry?", solté, para ganar un segundo. Y el nativo hizo lo que hacen siempre los nativos. Insisten y lo repiten exactamente igual que la primera vez: "I said Zrwrclzdujtktsftrnun". Y ya me miran todos los nativos, esperando mi reacción, como si ellos SÍ HUBIERAN entendido. "Así que eso es lenguaje humano articulado, ¿eh?". Bien. Este maragato no se rinde tan fácil. Décimas de segundo. Y estudiante de doctorado, cuidao... "Well, then, I would have a cup of coffee" ('bueno, pues entonces un café'), le suelto, así, sin red, sin libro, de memoria, improvisando, con todo el morro. Pero no me dio tiempo a darme palmaditas en la espalda. No. Porque, para mí sorpresa, los siete nativos, hombres y mujeres, irrumpieron todos a la vez en una sonora y para mí eterna carcajada, aunque enseguida trataron de disimular un poco. Ahí me rendí. ¡Qué vas a hacer si tienes poco más de veinte años y los romanos se carcajean en tus morros! Hombre, si hubiera sido Obelix romperles las narices por si acaso. Pero me sentía más bien como Ideafix. Con el rabo entre las piernas y una sonrisa congelada en el rostro, decidí que lo más decoroso era una retirada a tiempo y que no hubiera más sangre en el parterre.
Cuando cruzaba el arroyo de nuevo y mi cara estaba aún roja como una manzana (es que encima, por mi blanco natural, cuando me ruborizo se me ve todo...), mi mente de lingüista ya estaba analizando la clave de todo: Zrwrclzdujtktsftrnun, Zrwrclzdujtktsftrnun, Zrwrclzdujtktsftrnun... Y de pronto, sin el miedo escénico de la penumbra de la tavern, con el pálido sol del norte en mi rostro aún ruborizado lo entendí de un golpe, como aquel con lo de eureka. Y es que estas cosas te vienen así, de pronto. Supe lo que era "zrwrclzdujtktsftrnun". Y supe a qué venían las risas tontas...
"Sorry, we are closed, you'll have to come this afternoon" (Lo siento, está cerrado, tendrás que venir esta tarde)...
21 comentarios:
jajajajajajajajajajaja, que bueno. Oye tiene mérito comprimir toda la frase en un zrwrclzdujtktsftrnun.
Lo de hipocorístico empiezo a pensar que tiene un tono humorístico y amistoso y que seguramente es bueno ;) Pero tengo que investigar más, que es una palabra muy larga y me cuesta.
esa experiencia la hemos vivido todos alguna vez... creyendo que el inglés o el francés del cole o la carrera te van a servir de algo y la cruda realidad es que ni el italiano... porque cuando vamos allí todo lo acabamos en "etta", "inno" añadido a la palabra en castellano y, claro, no entienden nada porque la mitad de nuestro idioma viene del árabe y no del latín...
Pero igual que te sirve ahora para reirte y hacernos reir a nosotros (aún lloro de la risa) esas experiencias son una parte importantísima de tu vida y son las que te hacen ser un tipo tan estupendo (y buen mozo...)
Genial, macho, te has lucido una vez más.
plas plas plas plas plas
(Ésto me recuerda a la mañana que desperté en una casa de un pueblo perdido del middle east americano, Ohio para más señas ... los vecinos esperando que yo bajara las escaleras ... y después de los HI de rigor se ponen a jugar a las cartas a un juego que se llamaba "yunou", yo convencida de que era "you know" ... cuando en realidad estaban diciendo UNO.....
Gracias, amigos.
Garib, mira:
zr: sorry
wr: we are
clzd: closed
ujtk: you'll have to come
tsftrnun: this afternoon
zrwrclzdujtktsftrnun es también un hipocorístico, en cierto modo...
Blanca, pues tienes toda la razón. Entonces pensaba "tierra, trágame", aunque la verdad es que me lo tomé a chufla desde el primer día y se lo conté a todo el mundo para que se rieran conmigo. Y hoy lo recuerdo como algo muy entrañable. Los veintitrés años...
Todas estas cosas te hacen persona.
Maripuchi, me has recordado otros casos semejante al tuyo...
La verdad es que estas anécdotas, con el tiempo, resultan recuerdos muy agradables, y para mí de lo más importante de los viajes.
Saludos
geniales, divertidísimos, los del conductor de León y éste.
También es divertidísimo, pero en otro sentido, lo del bigote y el vino. O más bien increíble. ¡Qué gran humorista habría sido, aznar, si supiera lo que es el sentido del humor!
Comprobado,a ti lo que te pierde no es el lenguaje,es....la cerveza,je,je,je.
Muy buena la anecdota,pero esta vez como dice manuel,te ha ganado el simpatico de Aznar con el chiste del vino.
Salud
Manuel, gracias. Supongo que estarás hoy de celebración... Yo acabo de llegar a casa.
Pues no sé, Navegante. Si te digo la verdad no soy nada cervecero. Yo prefiero un buen vinito. Pero en Inglaterra hay que beber cerveza, es todo un ceremonial ¡y qué buena es!
Saludos...
Cuando estuve en Inglaterra, fui a trabajar a una ciudad de vacaciones (tipo Marina d'Or-qué-guay) en el noreste del país.
Llegué a Heathrow, cogí el metro a Kings Cross y de allí el tren. Tenía un transbordo (yo, con mi maletón). Me ayudó un amable galés que chapurreaba español (de Benidorm, claro)...
Después de chorromil horas de viaje llego a Skegness y como estaba ya hasta el gorro, me monté en un taxi para que me llevara al complejo.
Y le digo. "Hello, good evening, i would like to go to Funcoast World" (hola buenas tardes, quiero ir a Funcoast World) =jelou, gudifnin i gud laik tu gou tu fancoust worl .. me mira muy serio y dice algo que aún hoy no sé qué coño dijo ... y le vuelvo a decir "Funcoast World"= fancoust world ... El tipo vuelve a mirarme extrañado ... y ya cojo el precontrato se lo enseño y le señalo y me dice "AHHHHHHH FUNCOST" ...
Si, en el norte de Inglaterra dicen FUN, SUN .... tal y como se escribe ....
Y yo con estos pelos .......
Sí, cuando andas por York y por ahí y te dicen 'bus' tal cual te dan ganas de dar de leches a tus profesores de inglés...
Es increíble...
Gran anécdota, Animal. Mola mucho esto de dejar de hablar de política, sobre todo si es para reírnos un rato, je je.
Un besito.
En Bélgica dices soisante dix ó quatrevan dix y te pueden llamar francmasona... ellos dicen septente y nonante... y tampoco te lo enseñan en la Alliance FranÇaise...
Yo probé mi ya legendario "I would like to have half a pint of lager" la primera vez que fui a EEUU. En Nueva York me dijo el camarero "Say what?" (algo así como "¿cómorrrr?"), conseguí explicarme y dijo "Ahhh, you mean a glass of beer..." (Ah, quieres decir 'un vaso de cerveza') y sientes, vaya todos esos años estudiando gramática y modismos para terminar con... 'un vaso de cerveza'...
Gran relato de tu primera experiencia Yorkiana. Me he reído ¡qué buena la risa! ... pero ... de donde me he sacado que eras un tío alto ...1,80 ...está bien, incluso muy bien, pero ya.
Eso te pasa por poner la altura -risas golfillas-
Un beso desde Madrid. PAQUITA
Querida Loc@, gracias por tus risas. Es verdad, sienta muy bien reirse.
Lo siento, pero no soy dueño de tus suposiciones, ;) No sé de dónde te habrás hecho una idea de mi estatura, pues creo que no la he mencionado antes. Para mí no es nada del otro mundo y, en cualquier caso, como es obvio, ni mérito ni demérito mío, claro.
Es más, fíjate, así como mi padre con 18 años y 1,80 llamaba la atención y no encontraba zapatos de su número (el 45) en Astorga en su juventud, yo, con la misma estatura y el mismo número de pie, soy mucho más 'del montón', y no tengo problemas con los zapatos...
Besos
¿De donde lo saqué ... de donde lo saqué?
Pa´ mí que va´ ser d´ una vez que mencionaste algo del tenis y de si eras grande para ese deporte ... ¡errores interpretativos los míos!
Besos llenos de humor. Ah! y yo también tenía problemas de joven para comprar zapatos. PAQUITA
Loc@. Aaah! Sí, es verdad, pero no quería decir que yo fuera grande para el tenis, sino que soy algo desgarbado y tirando a torpón. Y mi compañero de fatigas tenísticas, que me suele ganar (aunque ha mordido el polvo las últimas dos veces), mide 1,70 y es una mosca cojonera tipo Arantxa Sánchez-Vicario: le tengo que ganar cada punto dos o tres veces porque llega a todo.
En fin, además, 'grande' no tiene por que ser 'alto' solamente... También puede tener que ver con mis más de 90 kilos... (en York eran sólo 75, pura fibra... y 23 añitos). En fin, no me veo gordo, pero estaría mejor con cinco kilitos menos...
Pues ...¡hala! a quemar calorías. PAQUITA
'Pos' sí. Pero es más problema de lo que me gusta comer...
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