Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

viernes, 19 de octubre de 2007

Una vulgar fricativa

El aparato fonador humano es maquinaria de alta precisión. Tenemos una capacidad biológica de producción de sonidos con él que nos distingue en el mundo animal.

De los pulmones exhalamos una corriente de aire, que subiendo por la tráquea se encuentra, a la altura de la glotis (nº 4), con las cuerdas vocales (nº 3), que no son como las cuerdas de una guitarra, sino que se trata de dos membranas que tienen la capacidad de juntarse o de separarse. Para pronunciar algunos sonidos (los llamados "sonoros") juntamos las cuerdas, con lo que la fuerza del aire que sube por la tráquea las hace vibrar. Por ejemplo, al pronunciar las vocales. Pronuncia "eeeeee" con los dedos a la altura de la nuez. Notarás una vibración.

En cambio, para pronunciar otros sonidos (los llamados "sordos") no juntamos las cuerdas y el aire que sube desde los pulmones se encuentra el paso abierto y no se produce esa vibración. Pronuncia, con los dedos en la nuez, por ejemplo "fffffffffff" o "ssssssssssssssss" o "zzzzzzzzzzzzzz" y observarás que no hay vibración.

Cuando pronunciamos 'patata' tenemos: 1. separación de cuerdas y no vibración en /p/ y en cada una de las /t/; 2. unión de cuerdas y vibración en las tres /a/. ¿Os dais cuenta cuál es la actividad en milésimas de segundo a la altura de la glotis?

Pues eso no es todo. Tras dejar atrás la glotis, nuestra corriente cruza la laringe, y alcanza enseguida la parte posterior de la cavidad bucal, a la altura de la raíz de la lengua, un músculo más voluminoso de lo que pensamos. La parte posterior del paladar, paladar blando o velo del paladar es una especie de cortina carnosa (nº 11) rematada por abajo en la campanilla (nº 10). Si se echa hacia atrás y hacia arriba, cierra el paso del aire hacia la cavidad nasal (nº 8). Esto hacemos al pronunciar todos los sonidos del español salvo /m/, /n/ y /ñ/, para cuya producción dejamos caer la cortina y pasar parte del aire hacia la nariz. Al pronunciar "niño" tenemos la "cortina" primero arriba (n), luego abajo (i), luego arriba (ñ), luego abajo (o). ¿Os dais cuenta de la febril actividad producida a la altura de la úvula o campanilla? A sumar a lo de la glotis...

Pero eso no es todo: una vez dentro de la boca, el aire se va a encontrar con obstáculos en la producción de cada uno de los sonidos. Dependiendo de cómo se produzcan los estrechamientos del canal de paso del aire o de dónde se produzcan, somos capaces de pronunciar los distintos sonidos de una lengua humana:

1. Si hay un cierre absoluto en un punto, seguido de una pequeña explosión, hablamos de consonantes 'oclusivas': P(atata), en los labios, T(onto), en los alvéolos de los dientes superiores, C(asa), en el paladar blando, B(odega), en los labios con vibración en la glotis, D(iente), en los dientes con vibración en la glotis, G(ato), en el velo del paladar con vibración en la glotis; M(ano), en los labios con vibración en la glotis y con el velo del paladar bajado, N(iño), en la alvéolos superiores con vibración en la glotis y con el velo del paladar bajado y (ni)Ñ(o), en el paladar duro con vibración en la glotis y con el velo del paladar bajado.

2. Si el cierre no es absoluto pero el canal se estrecha tanto que se produce un sonido de roce, hablamos de consonantes 'fricativas': en castellano sólo S, Z, J, F (respectivamente alvéolos de los dientes superiores, entre los dientes, en el paladar blando y entre el labio inferior y los dientes superiores). Las fricativas del castellano son todas sordas (con la glotis abierta).

3. Para la L el hablante deja un canal a cada lado de la lengua (por eso es un sonido llamdo 'lateral'): comienza a pronunciar una palabra con -l-, congela la posición de la lengua y aspira aire. Notarás frío a cada lado de la lengua. Generalmente más de uno que de otro. Yo... por la izquierda más. Si es que la cabra siempre tira al monte...

4. Con la -ch- y la -y- tenemos una combinación de oclusión y fricación, cierre absoluto y roce, en milésimas de segundo. Ambas, llamadas 'africadas', pronunciadas en la parte delantera del paladar duro, la primera sin actividad en la glotis y la segunda con ella.

5. Finalmente las vocales: no hay ni cierre ni roce; simplemente la lengua se aproxima más o menos, más adelante o más atrás en la cavidad bucal, modulando el aire: máxima apertura, /a/, apertura media con la lengua hacia delante /e/, con la lengua hacia atrás y redondeamiento de labios /o/, mínima apertura con la lengua hacia delante /i/, con la lengua hacia atrás y redondeamiento de labios, /u/.

Cada fonema, o unidad mínima de significado, aporta su granito de arena en la construcción de vocablos, detrás de los que están los conceptos que nombramos, ya sean objetos, como 'mesa', ideas como 'paz' o acciones como 'dialogar'. Pero ellos son inofensivos. Son una realidad física que producimos con nuestra maquinaria innata, que aprendemos a manejar bien hacia los cuatro años de edad. Cada comunidad humana los codifica de un modo u otro. Cada código es una lengua o dialecto.

Pero la "z", ella sola, es un inocente sonido fricativo que no se ha metido con nadie. Y la "e" una vocal de apertura media, de tendencia a irse cerca de los dientes y lejos del paladar blando. Sin un significado o connotación en sí misma. Aunque se la dirijamos a alguien cuando se está durmiendo... "eeeeeeeeeee" o cuando te está pisando "eeeeeeee" o cuando no le entiendes "eeee?" o... Pero esto lo hacemos con la entonación, que sería otro tema.

En griego hay un verbo angéllo que significa 'anunciar', de modo que 'ángel' es el que 'anuncia' algo. Recordad aquello de "el ángel del señor anunció a María" (ahhh, la religión obligatoria del colegio y la misa de los domingos...).

Pues el ángel de las dos líneas de investigación nos anuncia una competición entre la Z y la E. ¡Qué vulgaridad! ¡Es como la Champions de glotis, alvéolos y campanilla! "Dios da gaites a quien nun pue soplales", dice el proverbio asturiano, de sentido próximo al del dicho de mi padre: "Dios da mocos a quien no tiene narices".

6 comentarios:

Maripuchi dijo...

Genial, compañero.

Me parece igual de absurdo que la frase "yo le llamo Jose Luis porque no sé catalán" (pues entonces por qué no llamas Miguel a Gorbachov, supongo que no sabes ruso, no?)

PD. Yo no tengo nuez ;-)
PD2. No se ve el enlace

Blanca dijo...

Ciertamente el enlace no se ve, aunque me figuro que el "angel" de que hablas debe ser el "exterminador".

Por cierto, gracias por la gimnasia matutina que me has hecho hacer... menos mal que nadie me veía, pero mi cara, con todos los músculos faciales en movimiento, practicando tus consejos didácticos, debía ser bastante curiosa... con lo fácil que parece hablar...

rosamari dijo...

Bueno Animal, sigues por lo genial. Me ha entrado una desazón enorme, me había olvidado absolutamente del proceso para poder hablar.
Me gusta el sonido fricativo, y tambien le vamos a dar distintas entonaciones a esa Z.

animalpolítico dijo...

Maripuchi, no es que no tengas nuez es que la protuberancia laríngea es mucho más abultada en varones que en mujeres.

Ya he arreglado el enlace.

Lo de Carod Rovira, la verdad, me pareció estúpido, por ambos lados. El chiquillo lo hizo con intención de molestar, pero él fue un borde sin ninguna elegancia, y terminó provocando un comentario bastante desafortunado de aquella otra señora.

¿Cómo que "llevamos" trescientos años sin aprender a pronunciar Josep Lluís? Perdona yo, como mucho, llevo desde que nací. Y esa señora de Valladolid también. Si le faltas a ella personalmente al respeto, das vía libre a que ella haga lo mismo.

Yo creo que tenemos que hacer el esfuerzo de llamarla a él Josep Lluís. Pero lo pronunciaremos como sepamos. ¿O le dice alguien a él que por qué lleva trescientos años para aprender a pronunciar la -l- castellana y pronuncia en su lugar la catalana?

Diálogo para besugos.

animalpolítico dijo...

Gracias, Blanca, Rosamari.

Saludos

Anónimo dijo...

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