El sol invicto
Las Saturnalia eran una importante festividad romana durante la cual los esclavos recibían raciones extras, tiempo libre y otras prebendas. Vamos, igual que ahora nosotros, humildes trabajadores. Se llamaban así porque estaban dedicadas al dios Saturno, dios referente de la fertilidad de la tierra. Tenían lugar del 17 al 23 de diciembre, a la luz de velas y antorchas. Se trata del período del año con más horas nocturnas en el hemisferio norte. Y conmemoraba el nacimiento del nuevo periodo de luz, o nacimiento del Sol Invictus, coincidiendo con la entrada del Sol en el signo de Capricornio. Probablemente las saturnales fueran la fiesta de la finalización de los trabajos del campo, celebrada tras la conclusión de la siembra de invierno, cuando el ritmo de las estaciones dejaba a toda la familia campesina, incluidos los esclavos domésticos, tiempo para descansar del esfuerzo cotidiano. Pero además celebraban el comienzo del fin del reino de la oscuridad, el fin de la reducción paulatina de la luz, el comienzo del crecimiento del sol, vaticinio seguro de la nueva primavera.
Las fiestas están directamente relacionadas con el solsticio, un término astronómico relacionado con la posición del sol en el ecuador celeste. El nombre proviene del latín solstitium, 'sol estático', y hace referencia a una aparente detención del sol en esos momentos en que 'cambia' su rumbo. La existencia de los solsticios está provocada por la inclinación axial del eje de la Tierra. En los solsticios la longitud del día y la altura del Sol al mediodía son máximas (en el solsticio de verano) y mínimas (en el solsticio de invierno) comparadas con cualquier otro día del año. En la mayoría de las culturas antiguas se celebraban festivales conmemorativos de los solsticios. Las fechas de los solsticios coinciden con el paso astronómico de la primavera al verano y del otoño al invierno. En Europa, ante la llegada de los solsticios, y desde tiempos inmemoriales, se han realizado diversas celebraciones rituales que atienden a fenómenos tan maravillosos para nuestros antepasados como los ciclos de la tierra y del sol, las estaciones, la agricultura, la supervivencia de todo y de todos. Tradicionalmente se encendían hogueras, la manera humana de "crear la luz". En el solsticio de verano todos conocemos las hogueras de San Juan, que proceden obviamente de festividades paganas, anteriores al cristianismo. En el solsticio de invierno se celebraba el regreso del sol, de modo especialmente notable entre los romanos y los celtas, los pueblos más influyentes en la constitución de nuestras tradiciones patrias. La tradición es milenaria. Antecede incluso a las Saturnalia de los romanos. La Iglesia optó por unirse al enemigo si no podía derrotarlo, e instauró la celebración por la Natividad de Jesucristo en estas mismas fechas, aprovechando hábilmente el sentir popular, y dotándolas del mismo carácter simbólico de renacer de la esperanza y la luz en el mundo.
Nos encontramos ante celebraciones que nos vienen de la noche de los tiempos, estando ligadas por definición a los tiempos de la noche. También es evidente que las celebraciones tienen componentes religiosos fundamentales. Sea como sea, uno de los arcanos de este período convulso, para mí, es que hay quien parece pensar que apreciar, disfrutar o celebrar las fiestas de la Navidad es de derechas. La cuestión sin duda tiene que ver con una supuesta 'pertenencia' de la religión cristiana a la derecha, algo en lo que trabajan con denuedo personalidades como nuestro Rouco Varela. Lo paradójico es que vivimos en un país en el que el 90 y tantos por ciento de la población se autodefine como 'cristiana' o 'católica', pero donde una clara mayoría se autoubica políticamente en la izquierda. Un día haré una entrada más detenida al respecto. Pero iré adelantando que, para mí, Jesús de Nazaret era un revolucionario de izquierdas.
Hoy sólo diré que niego la mayor a quien me diga que por tener una forma de pensar que pone la igualdad encima de toda consideración no puedo disfrutar, como hice siempre, desde que era un guaje mocoso, de los preparativos y adornos familiares, los espumillones, el Belén, el árbol, el cántico de los niños de San Ildefonso, los ricos platos de la gastronomía familiar, el cava catalán, la sidra asturiana, los embutidos de mi tierra, los langostinos, los turrones de Alicante, las compras, los regalos, Papá Noel y los Reyes Magos, las largas veladas con amigos y familiares, las uvas, la cabalgata y el doloroso comienzo de la cuesta de enero. Sé que a muchos amigos el período les sume en un cierto aletargamiento depresivo, pero yo soy un optimista antropológico, como un paisano mío bien conocido, y prefiero ver estos días con la misma ilusión en que lo hacía con diez años.
¡Felices fiestas! Saciad vuestra hambre y vuestra sed, descansad y celebrad estos días en compañía de vuestros seres queridos.
26 comentarios:
¡Felices fiestas para ti también! Pásatelo muy bien, descansa y disfuta de tu niño y de la familia y de las vacaciones.
Un beso y un abrazo bien gordos.
P.D. Respecto al tema de la entrada, estoy completamente de acuerdo. Está claro que no voy a ir a la misa del Gallo, pero eso no significa que estas fechas no tengan un significado especial también para los que se consideran ateos o agnósticos, como es mi caso.
Estoy de acuerdo en casi todo. Tengo muchos amigos muy de izquierdas que son cristianos. No veo por qué no pueden serlo.
Es que, en realidad, el PP no colma las espectativas de un católico, tampoco el PSOE ni IU... Yo creo que son cosas que deben ir separadas.
Yo, particularmente, disfruto mucho de la Navidad, soy católico y le doy un sentido cristiano a la misma.
Feliz Navidad amigo de distinto pensamiento.
PD: Aún espero con ansias tu primera aparición en mi blog.
Jajaja!! Animal, como decimos en mi tierra, "has estao sembrao". Celebro que no malinterpretaras la ironía de mis dos entradas que enlazas, que se podrían leer como ofensivas. Te aseguro que mi única intención con las dos era tener un poco de humor irónico. Sí, reconozco que un poco de humor de garrote, pero con intención de sonreir con los tópicos, no de arrear con el garrote. En ningún momento dirijo explicitamente el garrote hacia un lado particular, el garrote da simplemente al que se siente aludido... ;)
Efectivamente la Navidad cristiana toma prestada las celebraciones del solsticio de invierno (que marcaba un momento importantísimo para la vida cotidiana del ser humano), con el fin, creo, de ocultar sus creencias en un momento de persecución y poder así celebrar la Natividad discretamente.
Como tú, creo que la fe es relativamente independiente de nuestras ideas políticas. Si vemos la última encuesta del CIS el 77% de los españoles nos consideramos católicos, y en cambio más del 50% se define como de centro-izquierda/izquierda. Creer en Dios no es de derechas, efectivamente. Hay una creciente tendencia a evitar cualquier celebración de caracter religioso en nuestra sociedad. En fin, simplemente aproveché unos cuantos tópicos para ironizar sobre diversos temas, no me lo tomes a mal.
Por cierto, publiqué mi entrada de la SGAE en meneame y ayer llegó a ser la más popular de las últimas 24h. ¿Resultado? Sí, miles de visitas en un día, pero comentarios impersonales, anónimos y fríos. Sentí como si el blog ya no fuera mío. Prefiero quedarme con los amigos.
Un abrazo a todos y feliz Navidad!!
Feliz Navidad, Animal, querido amigo... siento que no sea más íntima la felicitación... pero es que eres muy intimista y te prodigas poco en la intimidad.
Espero que el año próximo sea bueno para todos... y digo todos, porque lo mismo a mis amigos que a los que no son tan amigos, también les deseo lo mejor.
Y que sigas tan fecundo, tan interesante y tan buen paisano.
Un beso familiar
Felices fiestas, amigo. Vigila con los átomos de alcohol que tomas, no sea que revoluciones la química además de la blogosfera.
Felices fiestas. Feliz Navidad. Feliz Solsticio y Feliz todo. A disfrutar.
Felices fiestas de solsticio y de año nuevo. Lo de la Navidad me importa un pito como ya lo he hecho saber.
Me parece perfecta tu postura pero ya me dirás cómo se puede disfrutar con "los niños de San Ildefonso", que pesadez.
Felices fiestas, Salud y República
Según falta gente a la mesa de Nochebuena, y aparecen nuevos comensales, sigue el ciclo de la vida.
Un fuerte abrazo, y mis mejores deseos en el año que empieza para los tuyos.
Gracias, Scout, lo mismo digo con respecto a los tuyos, y a tu nueva casa. Siempre unos días de descanso vienen bien para reubicar la cabeza un poco.
Gonover, gracias, y feliz navidad también. Pronto encontraré un momento para hacerte alguna visita.
Adivagar, sí, como ironía lo tomé. Pero la ironía siempre denota una idea de fondo, muy extendida por otro lado. Y lo confieso esta idea motivó mi entrada. Un abrazo y pásalo bien estos días.
Blanca, lo mismo digo. Me dejas un poco es ascuas. ¿Cómo que me prodigo poco? Realmente le echo mucho tiempo (más del que debería) a leer y escribir por la blogosfera. Y a veces siento todo lo contrario, que me desnudo demasiado ante el mundo. No sé si pareceré reservado, pero he dado una infinidad de detalles biográficos reales... ¡Y qué diantres, si fui hasta Madrid, capital del reino, a conoceros...!
Mi buena amiga, que disfrutes de estos días. Sé que lo harás, porque tienes en ti la semilla de la felicidad.
¡Mi buen formerly-known-as-g.! Después de tu inopinado y abrupto mutis por el foro me alegra mucho volver a saber algo de ti. Espero que de algún modo vuelvas a contactar en la manera que quieras con quienes llegamos a ser buenos amigos tuyos. O eso creíamos. Me tomaré a tu salud algunos átomos de alcohol, en el sentido etimológico ('elementos indivisibles'). Es lo bueno que tiene la etimología para los lingüistas: siempre te da una vía de escape.
Paco, lo mismo digo. Rafa, a mí el soniquete de los niños me resulta entrañable, me recuerda mi infancia. El día favorito de mis vacaciones favoritas. El primer día sin clase en una vacaciones con regalos, familia...
Gracchus, eso es verdad. Todos lo hemos sentido alguna vez. Sé que será duro y hermoso. Un abrazo.
Felicidades a todos.
Yo suscribo tu alegato .. lo que importa es estar con los que uno quiere y celebrar ... y si además hay regalos de por medio, mejor!!! jaja
Un beso grande, Animal, y que el año nuevo te sea propicio.
Apreciado amigo; antes que nada, reiterarte mi estima y mi admiración; que se hace más grande por lo generoso que eres con nosotros. Que en estas fechas y en las próximas; y en todo el año, disfrutes mucho con tu gente; y que os vaya bien a todos.
Hoy es un día en el que no voy a discutirte nada. ¡Y que conste que la entrada da para un filón de matices!. Pero no, ya habrá tiempo.
Pero como eres tan completo y viertes en abanico toda suerte de perlas suministradas de manera tan sosegada; es lo cierto que se corre mucho riesgo contigo de quedar uno embelesado. No en vano, sino fuera por una fuerte polémica actual ajena a nosotros, ya habrías conseguido en mi caso que me cayera del gran reloj suizo de cuco al que tanto aludes (¿verdad que me comprendes?).
Así que no me puedo resistir a un apunte; que en modo alguno es una crítica, sino que va a intentar ser un regalo navideño para mi querido Animal y su concurrencia.
A mí la historia de las religiones es un tema que me apasiona. Es un lugar común en la teología relacionar el tema de la confrontación del hombre con la naturaleza (con los ritmos biocósmicos) como una de las raíces de la experiencia religiosa. El hombre ante lo sobrecogedor de su confrontación con el Cosmos tiene una intuición. Así ha sido siempre; incluso hoy. Nuestro Adivagar de continuo nos ilustra en su blog con espectáculos fascinantes y a la vez estremecedores, como buen poeta del Cosmos que es.
Las Saturnales se enmarcan dentro del mito del eterno retorno; un mito ancestral. El gran estudioso de las religiones (Mircea Eliade) refiere todo esto con gran atractivo detalle. La tesis de M. Eliade es que el hombre es fundamentalmente ahistórico. Con esto nos quiere decir que aborrece la historia. En el fondo de su corazón tiene una radical tentativa de regeneración frente a la imperfecta realidad. Quiere abolir la historia; porque la historia es lo demoníaco, lo malo; no le basta con repararla, tiene que recrearla mediante su repetición (un nuevo ciclo). En este mito ancestral de regeneración periódica y espiritual se quiere un nuevo nacimiento. La naturaleza continuamente se renueva (las leyes naturales -phisis-). La historia es un artificio humano.
¿Cómo se incrusta aquí la teofanía cristiana?. Se tiene que adaptar a una inveterada tradición ancestral que en sí es valiosa; porque supone en su raíz un afán purificador cohonestado con el propio Cosmos. Pero digamos que sólo los cristianos cultos son conscientes de esto.
La teofanía cristiana propone la purificación no en ciclos, sino al final de los tiempos; será aquí donde quede abolida la historia. También es una antihistoria; un borrado de todas las imperfecciones.
Tanto la antihistoria del mito del eterno retorno, como la antihistoria que irrumpe al final con el séptimo sello en el Apocalipsis, son un grito de libertad contra la realidad de la historia, contra el terror y el espanto de la historia. Un ferviente deseo de intervenir (en frase de Mircea) en el estatuto ontológico del Universo.
El historicismo ha afectado bastante a todo esto. Hoy el "marco" es que sólo existe "lo histórico". Y esto nos sobrecoge igualmente. Porque no hay manera de borrar y renacer. Por eso, por ese grito de libertad entusiasta y desperada al tiempo, se mantiene en todos nosotros este mito del eterno retorno.
Un abrazo Animal. Ya sabes que en tu blog, casi que me encuentro más a gusto que en el mío.
Gracias, Dardo, como siempre.
Me alegra mucho conocer de esta faceta tuya. Habrá que escribir entradas acerca de Mircea Eliade, o Georges Dumézil, o el propio y clásico J. G. Frazer y su rama dorada. Estaré encantado de aprender y discutir sobre estos y otros asuntos. ¡Hay tantos temas que tratar que a veces no sabe uno cuál elegir!
Felicidades Animal. Te espero en la penosa cuesta de Enero.
Lo mismo digo. Pero seguro que tendré tiempo de escribir alguna que otra entrada antes de enero, en estos días de tranquilidad y vacaciones.
Tienes toda la razón del mundo. No sé por qué se tiende tanto a identificar cristianismo o catolicismo con ideología de derechas.
¡Feliz Navidad Animal!. Disfruta de amigos, seres queridos, pavo, turrón, pandereta y Misa del Gallo. Que el año 2008 te traiga pequeños o grandes deseos cumplidos...y un alcalde nuevo, por ejemplo.
Muchas felicidades también a ti desde este solsticio y estas fiestas debidas a la observación de la naturaleza y no al intrusismo de algunos.
Ojalá ninguna fe nos haga renegar de nuestra razón.
Un abrazo
Feliz navidad para tí y los tuyos.
Que cada uno la celebre como mejor sepa o quiera sin que nadie nos tenga que decir como hacerlo.
Un saludo.
Me encantan tus enlaces... ¿De centro verdad?
Extremocentristas concretamente la mayoría.
QUERÍA DESEARTE FELICES FIESTAS Y UN PROSPERO 2008.
QUE TENGAS SALUD Y TODOS TUS DESEOS SE CUMPLAN
VÍCTOR
FELICES FIESTAS
Vosotros debéis hacer política, aunque otra cosa os digan los que pretenden hacerla sin vosotros, y, naturalmente, contra vosotros. Sólo me atrevo a aconsejaros que la hagáis a cara descubierta
A. MACHADO
Gracias, Víctor, igualmente.
Felices fiestas.
Un saludo
¡Feliz Navidad, Animal!
Estupendas entrada y argumentación. Coincido plenamente con lo que dices.
Un abrazo.
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