Locos de atar
“Es un hombre muy honesto. Muy recto. Que no divaga. O sea, la gente cree que hace cosas así… como divagando, pero no hay nada de eso. Él sabe muy bien hacia qué dirección va y por qué y para qué hace las cosas. Tiene profundas convicciones. Es un ser humano íntegro”. Juan Carlos I de Borbón y Borbón, rey de España.
En una charla informal con una periodista de El Mundo, hace unos días, el rey fue quizá algo imprudente. No por lo que dijo, sino por la interpretación interesada que ciertos medios de comunicación y el PP iban a hacer. Hay que ser inocente para dejar que esto suceda.
Ahora, esto no puede dar pie a que demos por buena la reacción. Uno puede intuir o imaginar una empatía, un respeto mutuo. Pero es que yo creía que eso era bueno. ¿O sería mejor que no lo pudiera tragar? ¿Cómo sería un buen rey? ¿Alguien que pensara y dijera que Zapatero es corrupto, torcido, divagador, desorientado, sin convicciones y nada íntegro? Sí, claro, para algunos eso precisamente sería un buen rey.
Creo que es todo un símbolo de la España en que vivimos que porque el jefe del Estado manifieste de un modo ligero que el presidente del gobierno es una persona honesta y recta, los medios de comunicación más afines a la causa de la derecha política hayan puesto el grito en el cielo y llenado las ondas de su mala baba. La expresión de molestia ha llegado incluso a algunos representantes del partido político que precisamente se ha erigido en defensor de las esencias de la nación española.
A veces creo que estamos todos locos. Al volante de mi coche el lunes por la mañana, de regreso de un viaje relámpago a la capital de la patria, oía truenos en ese supuesto debate patrocinado desde la iglesia de la concordia, esa programación que trata de dictar la agenda al principal partido de la oposición, y veía pasar a mi lado la sierra de Guadarrama, impertérrita, Navacerrada, eterna, la entrada en la meseta norte por las provincias de Segovia y Ávila, celestiales, y las encinas del campo charro y los campos de cereales salmantinos verdes y lustrosos, iluminados por el sol de mayo. Mientras, el chorreo le caía al monarca, que tuvo el atrevimiento de definir con adjetivos agradables a la persona elegida por los españoles para dirigir la nave del estado. Sí, locos. Todos.
7 comentarios:
Pero bueno, me siento absolutamente ofendido por las palabras del rey, animal. ¿El que divaga no es honesto ni recto? Yo tiendo a divagar y creo que también tengo profundas convicciones, aunque ciertamente a veces no sepa a dónde voy, ¿o sí?
Dejando bromas aparte, no veo ningún problema ni ninguna polémica en las palabras del rey. No creo, ni mucho menos, que haya interferido en la vida política ni veo nada criticable en sus declaraciones, que van más por lo personal que por lo político. En lo personal yo tampoco creo que Zapatero sea deshonesto o que no tenga convicciones, pero eso no lo convierte, ¡ni mucho menos! en un buen presidente. El rey hizo unas declaraciones muy parecidas hace diez años sobre Aznar que también causaron algo de polémica, en aquella ocasión por parte de otros medios.
De todos modos sus opiniones son también opinables, ¿no? Dicho esto, tampoco creo que esas declaraciones hayan causado reacciones axageradas, o por lo menos yo no las he escuchado. En mi opinión han tenido la repercusión lógica: muy poquita.
Un saludo.
Animal, yo escuché la COPE ese día, y no recuerdo ninguna crítica exagerada.
Opinión sí, pero tampoco para tanto.
Pienso igual que Adivagar. No veo gravedad ni importancia en sus palabras. El rey, diga lo que diga, causa debate. Tal vez estaría mejor no decir nada, pero claro, tampoco se trata de decirle: ¿por qué no te callas?
Yo tampoco considero criticables las declaraciones del rey, como es claro. Y por supuesto, el tener convicciones no convierte a Zapatero en buen presidente. Pero es que el rey no dijo si le parecía buen presidente o no.
Me perdonaréis, pero no estoy del todo de acuerdo con vosotros. Supongo que la medida de la repercusión es relativa, pero el lunes hice un viaje de Madrid a Salamanca entre las 8 y las diez de la mañana. En esas poco más de dos horas escuché la COPE y, allí donde se recibía, la SER. Gonover, lo que se decía en la COPE sí es para tanto, de veras. Sí, claro, ya sé que me diréis que ese señor es un exagerado, que no representa a nadie, que si es un ariete, que si no sé qué. Pero él y todos sus contertulios hablaban de que en la ruptura del orden constitucional en que nos encontramos por culpa de Zapatero el rey ha claudicado para salvar el trono y Rajoy ha claudicado también para salvar su sillón.
Que España y su constitución están destrozadas por culpa de Zapatero y ETA y que el rey y Rajoy ya están en sus brazos por culpa de una ciudadanía anestesiada.
¿Se puede decir más que esto?
Lo que nos pasa es que aceptamos ya cualquier cosa porque ya lo han dicho todo y es imposible subir más el listón.
Lo que nos pasa es que aceptamos ya cualquier cosa porque ya lo han dicho todo y es imposible subir más el listón
Efectivamente. Cuando pides explicaciones de esto a los votantes del PP, oyentes de la COPE, o lectores de El Mundo, te relativizan la cosa y le quitan hierro: que si Losantos es heredero de José María García y lo hace para despertar a la gente por las mañanas (¿García lo hacía acaso para desearles buenas noches?), que si tampoco es para tanto.
Pero esas mismas personas se echan luego las manos a la cabeza y muestran la mayor de las indignaciones cuando Pepe Blanco hace unas declaraciones fuertes contra el PP, o cuando la fiscal del 11M les acusa de haber hecho lo que han hecho, o cuando a Losantos le cae una querella de Gallardón o del doctor Montes.
Ése es el verdadero relativismo moral en que vivimos, y no lo causamos precisamente los ateos, by the way.
Estimado Adivagar. "Vd." divaga y eso no parece que pueda darle buen cartel delante de la Corona. En el fondo es Vd. un republicano. Tomaremos medidas: le vamos a colocar un "cordón sanitario".
Sin que sirva de precedente le tengo que dar la razón a Animal. El Rey debe ser neutral, claro; pero es que no estaba haciendo un análisis sobre la política del Gobierno, ni avalándola. Estaba hablando de la persona del Jefe del Gobierno. De la impresión personal que él tenía. Coincide esto con que todavía ni han pasado 100 dias (teóricos de tregua política) de las elecciones generales donde la mayoría del electorado revalidó a Zapatero.
Por otra parte no sé a que viene tanta ofensa; total si los medios en cuestión le imputan al Presidente el que tiene una ideas claras(pero malas) en punto a la deconstrucción nacional. O sea, claro que no divaga; ¡ojalá divagara!. Yo también compruebo descorazonado que no levanta el acelerador (así poco a poco y sin que se note demasiado) de determinados asuntos.
Sin duda se puede opinar sobre la opinión del Rey. Pero pienso que ha hecho bien; hubiera hecho mal por contra si el comentario fuera de signo contrario.
¿Y si no hubiera dicho nada? También bien, ¿no?
Para que el tercer elemento de la retórica aristotélica no quedara relegado a mera comparsa. El pathos ha hecho acto de presencia y el sujeto ha quedado sentenciado, por supuesto, con el gusto exquisito que caracteriza a lo más granado de la intelectualidad. Bajo el manto del respeto y de la brillantez retórica todo cabe, incluso el corporativismo intelectual.
Publicar un comentario