Del timón y los rumbos
Agridulce es la noticia. El mundo necesita un cambio profundo de la dirección política en Estados Unidos. En realidad lo viene necesitando desde hace tiempo. Estoy convencido de que muchos de los tristes acontecemientos de los que hemos sido testigos en este siglo XXI, dentro y fuera de nuestro país, hubieran sido muy diferentes si el candidato presidencial con más votación popular en las elecciones americanas del año 2000 hubiera sido el presidente. Gore tenía otra visión del mundo, otra preparación. Kerry fue un pequeño fiasco en 2004, y la derecha ultramontana del medio oeste logró mantener al señor de Texas al frente del timón.
En esta ocasión los demócratas norteamericanos tienen dos formidables candidatos. Pero formidables en sí mismos, no por lo que representan. No es sólo el primer candidato negro de la historia frente a la primera candidata mujer. No son formidables por eso. Son formidables porque son dos políticos de calidad inusual, con atractivo y capacidad de arrastre extraordinarios. Además de ello son, y no es una cuestión baladí, por supuesto, el primer afroamericano que puede acceder a la presidencia con el apoyo popular, y la primera mujer comandante en jefe.
Lo paradójico es que después de mucho tiempo sin políticos de gran nivel, los americanos se ven ahora en la obligación de desechar a uno. Y ello es lo que ha torcido de manera quizá grave lo que podía ser una buena cosecha de política made in the USA, una cosecha que hubiéramos disfrutado todos.
La división del partido demócrata y de sus potenciales votantes después de un proceso de primarias tan largo y difícil es el gran nubarrón que acecha las elecciones de noviembre. Un wasp republicano de más de setenta años, el nada menospreciable McCain, puede llevarse el gato al agua como resultado de la división en las filas del menos conservador de los dos grandes partidos norteamericanos.
Visto desde fuera, la solución que parece más sencilla, the dream ticket de ambos candidatos en el mismo equipo, al parecer insinuado en las últimas horas por Clinton, puede ser un arma de doble filo. Uno puede intuir que es el modo de unir a los votantes, mostrando el partido una unidad insospechada hasta ayer. Pero hay quien opina que esto significaría la presencia vigilante de los Clinton, respirando en la nuca de un Obama con las manos atadas.
No sé. Francamente lo que me parece prioritario es no desaprovechar la ocasión de que el timón de la nave más poderosa del planeta cambie de manos y de dirección. Los terrícolas no nos podemos permitir más rumbo errático.
7 comentarios:
Pues la verdad es que a mí doña Hilaria me ha decepcionado bastante, sobre todo al final, y me parece a mí que o Obama lo ve muy difícil, o muy tonto será si la acepta de vicepresidenta, porque la señora ha sacado una vena marrullera que me da muy mala espina. Y los apoyos que tiene detrás tampoco me convencen nada.
Lo de McCain no se lo cree nadie, es como aquí al que quieren poner frente a Rajoy: un tío puesto para perder. Incluso todavía no han dicho nada de su verdadera trayectoria y vida familiar, muy poco edificante para un republicano que se hace pasar por baluarte de los valores tradicionales. Respecto a los debates, o a McCain se le ilumina el verbo por ciencia infusa, o Obama es que se lo merienda.
Todo puede pasar al final, pero muchos analistas dicen que los demócratas ganarán independientemente de a quién pongan, como si es un buzón de correos. De ahí el rebote mayúsculo de la señora.
No tengo nada claro qué es lo mejor en este caso.
¿Qué opinas de McCain?
Yo, con USA, no tengo más remedio que ser escécptico.
Ojalá las cosas cambien para que, por lo menos, nos olvidemos de los republicanos por una temporada.
Tengo mis dudas sobre las posibilidades de cambio.
A pesar del insistente "we can" de Obama.
Abrazos.
Por desgracia, sigo pensando que USA aún no está preparada para que llegue a la presidencia un "negro" o una "mujer".
En el país que presume de ser la mayor de las democracias hay demasiada América profunda.
Espero equivocarme...
Mi opinión es un poco intermedia entre las que habéis expresado en los comentarios. Como SuperSanti, yo tenía mejor impresión de Hillary antes de las primarias. Siempre creí que era la verdadera materia gris tras Bill, y siempre pensé que si no fue ella la presidenta en su día era porque, como dice Blanca, el país no estaba preparado para ese reto.
No obstante, creo que ha dejado ver una cara de ambición personal que me produce algún rechazo, algo parecido a lo que produce en muchos votantes. Pero soy consciente de que esta sensación puede tener que ver con un retrato interesado de la persona en los medios.
Eso sí, SuperSanti: yo no creo que la elección ante McCain esté ganada. No menospreciemos el poder de aglutinación de la máquina omnipotente de la derecha americana.
Aquí entra lo de McCain. No lo conozco demasiado, señalaré de entrada, Gonover. Pero aglutinará el voto conservador y ello pese a que es una especie de Gallardón, demasiado 'centrista' para el gusto de los radiopredicadores que hicieron campaña en su contra durante las primarias republicanas. Parece querese distanciar de Bush. Eso sí, si los republicanos han optado por una cierta moderación será porque creen que la marea va ahora por ahí. Y me acuerdo de Rajoy.
En cualquier caso, no me cabe duda alguna de que tanto Hillary como Obama serían mejor opción. EEUU necesita un cambio.
El "Yes, we can", Ybris, es un excelente mensaje de ilusión y cambio. Por distintas razones he conocido un poco de la obra ensayística y cuasi-literaria de Obama previamente a ser conocido internacionalmente, y desde hace tiempo tengo la mejor opinión de su habilidad retórica, una as en la manga fundamental para el éxito de cualquier político. Un estilo, por otro lado, engarzado y enraizado profundamente en la tradición vernácula de los sermones de los predicadores, tan influyentes en la formación de una conciencia pública, política y social de los EEUU.
Como he dicho antes, Blanca, no creo que la elección esté ganada. De hecho la división producida en las primarias y el retraso en la nominación del candidato son serios reveses para las opciones demócratas.
Pero confío en que este nuevo Kennedy negro sea capaz de ganar claramente en noviembre, y espero que con el apoyo claro de los Clinton. Si repasamos la lista de estados en cuyas primarias demócratas ha ganado Obama hay muchos de la América más profunda. Las encuestas globales, las primeras que se están haciendo, dan una victoria ajuestada a Obama sobre McCain, aunque hay un empate virtual. Hace falta que los clintonianos empiecen a empujar.
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