Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

jueves, 16 de octubre de 2008

Nazismo, laicidad e hipocresía


La palabra laico es de origen griego. Es un adjetivo derivado de laos, que significa "pueblo", un cuasi-sinónimo de demos, que también traducimos por "pueblo". Así, democracia es el "poder del pueblo". Laico era en principio "popular", y se usó para denominar a aquella parte del pueblo que no formamos parte del clero. Dicho en latín un laico es un seglar (de saecular-).

Se manejan hoy dos derivados nominales de laico, dos abstractos:

1) laicismo, definido en la Real Academia como: "Doctrina que defiende la independencia del hombre, de la sociedad y del Estado de toda influencia eclesiástica o religiosa".
2) laicidad, que no aparece en el diccionario de la RAE, pero es definido de un modo no muy distinto: "Cualidad de la sociedad, el Estado o las instituciones que actúan y funcionan de manera independiente de la influencia de la religión y de la Iglesia".

Desde mi punto de vista, como he dejado escrito aquí ya, la laicidad o el laicismo del Estado no sólo no atenta con la democracia o la libertad, sino que las garantiza. Por supuesto, como reclama hoy la jerarquía eclesiástica, la Iglesia puede e incluso debe plantear y defender sus posiciones ante cuestiones de orden moral, que han de servir de guía a aquellos ciudadanos que tengan a bien escucharles o atenderles. Pero es que el laicismo o la laicidad en modo alguno impiden esto. Hace poco más de un mes lo reconocía de modo explícito el propio Papa Benedicto XVI: "La laicidad no entra en contradicción con la fe".

No obstante, ayer mismo uno de los obispos españoles más notables, presidente de la Conferencia Episcopal y amigo de manifestarse ocasionalmente con el pueblo llano agitador de banderas rojigualdas, hizo unas sorprendentes declaraciones en las que relacionaba al laicismo con el nazismo y el comunismo: "El Estado moderno, en su versión laicista radical, desembocó en el siglo XX en las formas totalitarias del comunismo soviético y del nacional-socialismo".

Me gusta jugar a juntar palabras, a veces muchas, como sabéis. Pero hoy prefiero contar hasta cien y remitirme al vídeo que os traigo y a la foto de abajo. En el vídeo (que conozco gracias a mi cuñado), hay imágenes de Salamanca en 1936, sede de la España de Franco. Hacia los diez segundos se ve una bandera muy fácil de reconocer. Hacia los veinte segundos se oye al narrador mencionar unas palabras que ese día Franco pronunció acerca de sus aliados, la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler, que para él eran el "baluarte de la cultura, la civilización y el cristianismo en Europa". En la narración la versión dada es bastante discutible, pero el documento gráfico es estremecedor. Esa plaza mayor de Salamanca ha visto tantas cosas, es tan cotidiana para mí y sin embargo, esconde tantas sombras...

Monseñor Rouco Varela, ¿quién puede abrogarse mejor el mérito de haber conducido a Europa hacia el nazismo y el fascismo, acogidos con entusiasmo? ¿el laicismo o la Iglesia católica contemporánea?

6 comentarios:

Naveganterojo dijo...

Hola amigo,primero gracias por tu comentario,solo tengo un par de dias antes de marchar de nuevo,pero los dedicare a visitaros a todos.
Como siempre te digo cuando te animas a publicar algo de nuestro pasado...."chapeao".
Esta entrada deja de nuevo en entredicho la "neutralidad" de la iglesia durante la dictadura criminal del gallego con bigote.
Esa neutralidad tan parcial,esa neutralidad que tantas vidas costo,esa neutralidad que llevo a arzobispos famosos en su tiempo a salir del pais para recaudar dinero para la causa franquista,esa neutralidad que les incito a publicar la famosa enciclica apoyando el "glorioso alzamiento".
Gracias por una entrada tan esclarecedora,y respecto a la plaza mayor de Salamanca.....que decir,una belleza escondiendo la basura del pasado (y la del presente,pues cuando Lanzarote la visita,la plaza se oscurece).
Un saludo muy cordial

ybris dijo...

O sea, Partido Popular=Partido laico.
Que no lo sepan muchos del PP no es extraño.
Pero que Rouco tenga tantos lapsus como olvidos no se entiende.

Abrazos.

SPOOK dijo...
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Dardo dijo...

Me gusta más el actual diseño del blog. Algo te copiaré. Como siempre leo todo lo que escribes; pero no me ha sido posible comentar por lo liado que estoy.

Sobre la entrada de hoy. Bien sabes que hemos ya debatido. En síntesis: la laicidad entendida como aconfesionalidad no presenta ninguna objeción. No sólo no contradice a la doctrina de la fe; sino que la respuesta desde la fe se debe dar desde la libertad, pues si no poco valor tendría, a mi modo de ver.

Con todo afecto y respeto; estoy diametralmente en desacuerdo contigo en la crítica que haces a Rouco por su afirmación de que el laicismo radical tuvo como corolarios degenerados el comunismo soviético y el nazismo.

Sólo un apunte. S.S. Pío XI en 1931 y en 1937 dictó las encíclicas "Non abbiamo bisogno" y "Mit Brenender Sorge" (se pueden ver en la web vaticana en su versión española). Pues bien: en la primera se dice " Una concepción que hace pertenecer al Estado las generaciones juveniles enteramente y sin excepción, desde la edad primera hasta la edad adulta, es inconciliable para un católico con la verdadera doctrina católica; y no es menos inconciliable con el derecho natural de la familia; para un católico es inconciliable con la doctrina católica el pretender que la Iglesia, el Papa, deban limitarse a las prácticas exteriores de la religión (la Misa y los Sacramentos) y todo lo restante de la educación pertenezca al Estado..."; y en la segunda: " Los padres, conscientes y conocedores de su misión educadora, tienen, antes que nadie, derecho esencial a la educación de los hijos, que Dios les ha dado, según el espíritu de la verdadera fe y en consecuencia con sus principios y sus prescripciones. Las leyes y demás disposiciones semejantes que no tengan en cuenta la voluntad de los padres en la cuestión escolar, o la hagan ineficaz con amenazas o con la violencia, están en contradicción con el derecho natural y son íntima y esencialmente inmorales.......Entretanto, no os olvidéis de esto: ningún poder terreno puede eximiros del vínculo de responsabilidad, impuesto por Dios, que os une con vuestros hijos. Ninguno de los que hoy oprimen vuestro derecho a la educación y pretenden sustituiros en vuestros deberes de educadores podrá responder por vosotros al Juez eterno, cuando le dirija la pregunta: ¿Dónde están los que yo te di? Que cada uno de vosotros pueda responder: No he perdido a ninguno de los que me diste (Jn 18,9)".

Creo que huelga decir que los criticados en ambos casos eran el Gobierno fascista italiano (en 1931) y el Gobierno nazi (en 1937). Recalco los años para contribuir a ilustrar una respuesta a esa pregunta tan corrosiva que has hecho.

Un abrazo.

animalpolítico dijo...

Estoy encantado, amigo Dardo, de leerte de nuevo.

Con el aprecio que también te tengo, ¿hay alguna otra laicidad en nuestro contexto presente distinta a esa "aconfesionalidad" que mencionas? ¿No es una desmesura intolerable lo que deja caer Rouco Varela? ¿nos parece adecuado en el presidente de la Conferencia Episcopal un partidismo tan terrenal apoyando a una parte en el debate político español por medio de la denigración calumniosa de la otra?

Yo no hubiera dicho nada referido a la Iglesia tan fuerte como lo que dijo Rouco referido, y es claro, al partido político que ostenta el gobierno de la nación por decisión del pueblo soberano.

Y eso que la Iglesia Católica de los años 30 apoyó al nazismo y al fascismo, incluso aunque encuentres notorias y aparentes excepciones, como las palabras de Pío XII. ¿Tengo que recordarte lo que hizo la cúpula de la jerarquía católica en España antes, durante y después de la Guerra?

¿Qué tal las imágenes, abundantes, de obispos haciendo el saludo fascista? ¿Franco entrando en la Iglesia bajo palio? ¿Franco caudillo de España por la gracia de Dios?

No, amigo, no hay ninguna razón para asociar al laicismo con el nazismo o con el comunismo. En cualquier caso, el ser laico o defender una sociedad laica no implica deseos o planes de implantar un régimen nazi o comunista. Es un ataque ridículo. En cualquier caso, aclaro, así como el nazismo ya es criminal en su propio planteamiento teórico, al comunismo no se le puede acusar de tal. Lo que ha habido, en la historia, en todo caso, ha sido criminales de estado que se autodenominaron 'comunistas' como coartada.

Tampoco ser creyente o católico "activo" implica apoyar el fascismo. Lo sé. Pero sí hubo, en esta misma tierra que pisamos, una iglesia católica pro-fascista, fundamental en la victoria y sustento del franquismo. Es parte de la historia. Y si jugamos a historiadores (es lo que hace Rouco), debemos sacar todos los capítulos relevantes.

Dardo dijo...

Conforme preguntas, la respuesta es no (formalmente). Me temo que materialmente (es decir, en la implementación de los contenidos: especialmente en "tipos de familia", en particular, la unión legal sodomita "nos" presenta un verdadero problema insalvable en su cohonestación con la doctrina del derecho natural de la familia. Creo que no sufriría el orden público constitucional (el conjunto de valores públicos) si se aceptara que debería cohonestarse el contenido cívico con la doctrina católica actual. Me explico. Se deberían adaptar tales contenidos al ideario axiológico de centro y familias, siempre que se mantuvieran dentro del orden público (lo que es evidente en el caso de las religiones civilizadas).

Las palabras de Pio XI no son sólo aparentes. De hecho se especula que su condena del nazismo le costó la vida (se especula que fue envenenado). Es importante destacar que se negó a recibir a Hitler cuando esté visitó Roma; es más, prohibió (cerrando) las visitas al palacio apostólico; precisamente porque no quería que Hitler pisara suelo Vaticano.

Evidentemente hubo apoyos. También se ha pedido perdón. Es bueno recordarlo. ¿Suelen los políticos -de uno y otro signo- pedir perdón?.

Dentro del comunismo hay muchas variantes. Algunas propugnan el exterminio de clases. Pero ese sería otro debate.