Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

miércoles, 11 de febrero de 2009

El talón de Aquiles de la crisis

Siempre que trato de economía empiezo igual. No conozco los arcanos de este campo del saber. Aplico, así pues, opinión, que nace de mi intuición masculina y del sentido político de las cosas que como ciudadanos a todos se nos supone.

Cuando oigo a los patéticos talibanes del 'liberal-mismo' económico dar recetas ahora desde sus cátedras de la vanidad ganadas en la universidad de las leyes del embudo, perdonándonos la vida y pontificando sobre el modo correcto de salir de ésta, siento lo mismo que Aquiles, el héroe griego cuya cólera funesta es el argumento central de la Ilíada homérica, poesía eterna que comienza con estas palabras:

"Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves; se cumplía así la voluntad de Zeus desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles".

Amigos míos, ha sido la religión del libre mercado y el credo en San Dólar en mi Bolsillo Guarnecido, la ausencia completa del papá estado en mis asuntos y la bondad infinita del reparto desigual de los recursos de la tribu lo que nos ha llevado a todos a este colapso. A unos más que a otros, claro, por la bondadosa desigualdad. Ahora los recursos de todos, de los kalloí ('los buenos') y de los polloí ('los muchos'), que dirían en la Grecia antigua, servirán para volver a levantar el tinglado. Ahora socializaremos las pérdidas para que las ganancias puedan seguir siendo privadas. Ahora proponemos abaratar el despido para reducir el paro...

Yo propondría reconsiderar el santoral. Me gusta más San Aquiles de la Cólera Bendita. Talones fuera.

9 comentarios:

Sentado dijo...

Me estoy convenciendo de las bondades del griego. Mira:http://deviajeaitaca.blogspot.com/2009/02/apologia-del-griego.html

EL VAPOR LIBERAL dijo...

Querido amigo mío. ¿Está ud seguro que saldremos de esta? Me explico. Salír, saldremos de eso no cabe duda. No obstante poco va a quedar del sistema actual tal y como lo conocemos. Y ya podemos olvidarnos de la bonanza del pasado. Esa sí que no volverá. Por lo menos a nuestra querida España. Y que conste que espero equivocarme desde la primera hasta la última línea de este breve comentario.

un saludo

ybris dijo...

Siento totalmente como tú, con el agravante de que yo soy un apóstata de la Economía al uso tras tener el pomposo título de Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales.
Sólo me mantuvieron en ella personas como Sampedro y su Estructura Económica que sabían humanizar aquellas férreas manos invisibles, más hechas aparentemente para estrangular al débil que para alimentar a todos.
Hoy creo más en Homero que en Adam Smith y sigo creyendo más a José Luis Sampedro que a Esperanza Aguirre.
Y nunca entenderé sino en clave de egoísmo la tozuda presión de los Kalloi contra los Polloi.
Que hoy por crisis como ayer por crecimiento o competitividad nunca cejan en su intento de "flexibilizar" el mercado.
Cosa que a mí no me importaría demasiado después de haber alcanzado el pleno empleo sin necesidad de lamerle los bajos a los poderosos.
Siempre he creído más en la eficacia de quitar por la fuerza las manos del fuerte del cuello de los débiles en vez de ofrecerle regalos para que deje de estrangularles.
O sea, siempre he creido más en la razón de lo público sobre el capricho de lo privado.

Abrazos.

animalpolítico dijo...

Gracias, Sentado, ya sabes que yo siempre he estado convencido de eso.

Vapor: no tengo ni idea de si saldremos o no de ésta o de cómo saldremos. Dado que la ciencia económica está especializada en explicarnos por qué han fallado las predicciones, creo que ni siquiera los más expertos economistas saben qué se nos viene encima. O hasta cuándo.

animalpolítico dijo...

Gracias, Ybris. Me congratula que alguien con tu bagaje de conocimientos técnicos también prefiera a Homero...

Un abrazo

Caminante dijo...

Estupendo tu artículo y estupendo el comentario de Ybris. Yo, como él, admiro a Jose-Luis Sampedro, por hacernos "comprender" por encima de las imbecilidades con que pretendieron y siguen pretendiendo que nos desayunemos todas las mañanas... todo el día. Besos a ambos PAQUITA (te lo copio)

animalpolítico dijo...

Un abrazo, Paquita, y gracias.

josman dijo...

Echo en falta en ZP una firmeza que no veo con respecto a la Banca...al final, que avalamos, la pirateria??

Anónimo dijo...

Pienso que solo les preocupa su poltrona, por un miedo infame a perderla.
Y cualquier persona de bien de este mundo sabe que todo pasa por ponerle coto a unas cuantas familias en cada país.
Solamente con erradicar las transmisiones patrimoniales de la faz de la tierra viviriamos en mundo desigual pero muchisimo mejor.
El Canuit