Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

lunes, 20 de abril de 2009

Tocar las campanas e ir en la procesión

Rouco Varela habló ayer de nuevo. Habló en nombre de la Iglesia Católica (literalmente "universal") a la que representa, con el tono exacto de quien representa al universo mundo. Y defendió una posición y la opuesta a lo largo del mismo discurso. Como guía espiritual no tiene precio.

1) En referencia al aborto rechazó que pueda convertirse en ley, por un mero mecanismo democrático "empírico", "simplemente una especie de denominador común de las diversas opiniones e intereses presentes en la sociedad, aun cuando lo que esté en cuestión sea el derecho fundamental a la vida". Es decir, sostuvo que el que una mayoría opine de un modo determinado no otorga a sus posiciones categoría de ley si ello traspasa ciertos límites. No aclaró quién los pone.


En definitiva, observo perplejo que, con respecto al punto primero, él se inclina por vetar la libertad de conciencia de la mayoría de la soberanía popular. El pueblo no puede decidir en tema de moralidad. Sin embargo, en el segundo punto, en nombre de la libertad moral "de los padres", objeta contra la impartición de Educación para la Ciudadanía.

Dicho de otro modo. Para combatir la nueva ley del aborto, defiende que el solo criterio de la voluntad democrática no legitima una decisión no acorde con sus propios valores. En cambio, para combatir EpC, es éste el criterio en el que se basa. Sin aclarar cómo puede ser expresión de la libertad el que las decisiones no correspondan a un gobierno democráticamente elegido sino a una oposición democráticamente derrotada.

Eso sí, si nos ponemos, podríamos señalarle a Rouco que las razones por las que dice rechazar EpC aconsejarían, del mismo modo, eliminar cualquier enseñanza de Religión Católica en los centros educativos. Por la libertad de los padres, mismamente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Animal creo que eres muy justo.
Yo escuchandoles solo me dan ganas de ponerlos en la cruz, como hizo Nerón, porque sabía lo que nos esperaba si se le escapaba alguno.
Y se le escaparon unos cuantos.
El Canuit

Blanca dijo...

Los designios del señor (Rouco) son inescrutables...

Caminante dijo...

mismamente... mismo.
La institución de la Iglesia es así y sin disposisción alguna al cambio, a la mera evolución. Ya se sabe lo de su negación de dicha teoría -LA EVOLUTIVA-. Besos. PAQUITA