El abuelo Rodríguez y el abuelo Aznar
Repugnante hasta la náusea. ¿No seremos capaces de aceptar el punto de vista del otro, "AUNQUE" al otro lo respalde la mayoría, sin argumentar de modo miserable ad hominem?
Rajoy, Acebes y Ana Botella asistieron a la presentación de La gran revancha. La deformada memoria Histórica de Zapatero (ediciones Temas de Hoy), según informaba elplural.com del 19/12/2006.
Los periodistas Carlos Dávila e Isabel Durán, han escrito un libro donde explican que el presidente del Gobierno está “creando un odio perfectamente calculado para dividir a los españoles” al rememorar el pasado, y que el continuo recuerdo de su abuelo, el capitán Lozano, no es más que el reflejo de una “revancha íntima y personal” para “reparar” su figura.
¿El continuo recuerdo de su abuelo? ¿no será que a la familia le ha mosqueao que le pegaran un tiro? si no sabe aceptar una broma, que se vaya del pueblo...
La presentación tuvo lugar ayer en Madrid, en la universidad San Pablo CEU (¿dónde si no? Ya se sabe que todo esto es muy cristiano...). “El libro es la crónica de una enorme patraña organizada por el presidente del Gobierno con el fin de depositar en la memoria de su abuelo toda una revancha para volver a la confrontación entre los españoles”. Así presentó el libro Carlos Dávila, uno de sus autores. Los autores argumentan que Rodríguez Zapatero “intenta enfrentarnos unos a otros con una versión manipulada” de la Historia y de la persona de su abuelo. La Ley de Memoria Histórica es, según Isabel Durán, una manera de “reivindicar la memoria de su abuelo” y refleja su “obsesión por volver al pasado y a una página negra que los españoles habíamos superado”.
Hombre, supongo que ella sí. Y Aznar, nieto del falangista Manuel Aznar, franquista hasta la médula y que medró como pocos en el régimen, tampoco tiene problema alguno con la guerra. Y les resulta difícil entender que quienes tienen a sus padres o abuelos enterrados en una cuneta les moleste y se empeñen en desenterrarlos. ¡Cómo es la gente!
Así lo explican en el prólogo del libro: “El propio José Luís Rodríguez Zapatero nunca ha ocultado que su propósito al resucitar la memoria general era básicamente rehabilitar la historia misma de su familia. Nuestra conclusión es que su idea fue concebida como una revancha íntima y personal en la que el objetivo máximo era –y es- la reparación de la figura de su abuelo”. Que la cuestión nace en su ser en relación a sus circunstancias íntimas es altamente probable. Que su objetivo único sea sólo reparar la figura de su abuelo es una simpleza. Su objetivo son todos los abuelos. El capitán Juan Rodríguez Lozano “fue fusilado por los nacionales el 18 de agosto de 1936 tras la conquista de León por el Ejército del general Franco”.
Dávila explicó que “aquel ‘brillante militar’ era un analfabeto auténtico” que “hacía enormes faltas de ortografía”.
¡Ajá! Claro, si cometía faltas de ortografía, ¿cómo se quejan de que le pegaran un tiro? ¡Al paredón con los que escriban mal!
Isabel Durán señaló que era masón y que resulta “simbólico” que su nieto, el presidente Zapatero “tres días antes de aprobar la ley de Memoria Histórica se plante en la sede de la logia masónica de su abuelo”. ¡Ah! ¡Acabáramos! Si era masón, no había más remedio que matarlo, claro. Ergo, ¿bien matado está, Isabel Durán? ¿Y hay que matar también al nieto?
También señalaron que el testamento que legó a su nieto, y al que se refiere a menudo Zapatero, no existe pues no han encontrado de él ningún rastro documental. Por lo que deducen que “no hay ni una sola verdad en ese hombre (Zapatero)”.
Como ellos no encuentran el testamento... no existe el testamento. ¡Qué argumento científico tan profundo! Lo malo es que se cruza con la cuestión del argumentum ex silentio, concepto lógico-filosófico que evidencian desconocer y que nos dice que la falta de testimonio en contra NO DEMUESTRA una tesis. Si yo digo que la imposibilidad de demostrar que los ovnis no existen demuestra que sí existen, acto seguido tendré que admitir que la incapacidad de demostrar que sí existen demostraría que no existen...
Es absurdo que culpemos de estas polémicas, TAMBIÉN, a Zapatero. Él tenía todo el derecho del mundo, y lo comparto plenamente, a citar en un momento emotivo para él a su abuelo, cuya memoria ha mimado su familia durante décadas. Su padre, muy marcado por la injusticia de esa muerte, le inculcó esa reverencia familiar. ¿De veras permitir que los familiares de quienes están enterrados en cunetas recuperen a sus seres queridos o tengan algún tipo de reparación moral da como para que le escriben este tipo de libelos miserables, a cuya presentación acude la plana mayor del PP? ¿Porque no están de acuerdo con la oportunidad del tema, hay que ensañarse de este modo con el hombre y con su familia?
¿De dónde sale todo? De una cita que hace Zapatero en su discurso de investidura. Un tributo a su admirado (al menos por él) abuelo. La cita es lo que sigue "su credo consistió siempre en su ansia infinita de paz, el amor al bien y el mejoramiento social de los humildes". Por propia confesión de Zapatero, un día, cuando él era un adolescente, "Mi padre sacó de un cajón el testamento de mi abuelo y nos lo leyó a mi hermano y a mí. Nos quedamos los dos conmovidos al escucharlo. Fue entonces cuando decidí entrar en la vida política".
Su abuelo era un capitán del ejército en León que decidió manternerse leal a las autoridades republicanas, las únicas legales, cuando el golpe de estado del 18 de julio de 1936. Ello le costó, como a muchos miles de españoles, su vida. Y éste es el texto más amplio que impresionó al joven José Luis (cuya existencia vilmente niegan los autores del libro... el testamento no lo tienen ellos SIMPLEMENTE porque lo tiene el padre de Zapatero en su poder); atención especialmente a la última frase, desde el último punto:
«Desea ser enterrado civilmente, sin pompa alguna, entregando su cadáver a su esposa, y cuando su esposa lo crea oportuno, si alguna vez lo cree, sean trasladados los restos al cementerio de Pola de Gordón, donde reposan los restos de sus seres más queridos, como sería el deseo que, al morir su esposa, la enterrasen junto a él. Para tranquilidad de su esposa y familia, declara creer en la existencia de Dios, rechazando su conciencia, en cambio, los ritos humanos. Su fe en el Ser Supremo es firme. A él encomienda su alma de creyente que procuró siempre tener limpia de faltas y a él encomienda la felicidad de su esposa e hijos. A él en este momento de abominables pasiones pide la paz de España y de la Humanidad. Muere inocente y perdona. Pide a su esposa e hijos que perdonen también. Que cuando sea oportuno se vindique su nombre y se proclame que no fue traidor a su Patria y que su credo consistió siempre en su ansia infinita de paz, el amor al bien y el mejoramiento social de los humildes».
¿De dónde sale todo? De una cita que hace Zapatero en su discurso de investidura. Un tributo a su admirado (al menos por él) abuelo. La cita es lo que sigue "su credo consistió siempre en su ansia infinita de paz, el amor al bien y el mejoramiento social de los humildes". Por propia confesión de Zapatero, un día, cuando él era un adolescente, "Mi padre sacó de un cajón el testamento de mi abuelo y nos lo leyó a mi hermano y a mí. Nos quedamos los dos conmovidos al escucharlo. Fue entonces cuando decidí entrar en la vida política".
Su abuelo era un capitán del ejército en León que decidió manternerse leal a las autoridades republicanas, las únicas legales, cuando el golpe de estado del 18 de julio de 1936. Ello le costó, como a muchos miles de españoles, su vida. Y éste es el texto más amplio que impresionó al joven José Luis (cuya existencia vilmente niegan los autores del libro... el testamento no lo tienen ellos SIMPLEMENTE porque lo tiene el padre de Zapatero en su poder); atención especialmente a la última frase, desde el último punto:
«Desea ser enterrado civilmente, sin pompa alguna, entregando su cadáver a su esposa, y cuando su esposa lo crea oportuno, si alguna vez lo cree, sean trasladados los restos al cementerio de Pola de Gordón, donde reposan los restos de sus seres más queridos, como sería el deseo que, al morir su esposa, la enterrasen junto a él. Para tranquilidad de su esposa y familia, declara creer en la existencia de Dios, rechazando su conciencia, en cambio, los ritos humanos. Su fe en el Ser Supremo es firme. A él encomienda su alma de creyente que procuró siempre tener limpia de faltas y a él encomienda la felicidad de su esposa e hijos. A él en este momento de abominables pasiones pide la paz de España y de la Humanidad. Muere inocente y perdona. Pide a su esposa e hijos que perdonen también. Que cuando sea oportuno se vindique su nombre y se proclame que no fue traidor a su Patria y que su credo consistió siempre en su ansia infinita de paz, el amor al bien y el mejoramiento social de los humildes».
Emponzoñar todo esto en libros, tertulias radiofónicas y campañas miserables a las que se suma con gusto la plana mayor del PP me parece lamentable.
Zapatero no es mejor por lo que le pasó a su abuelo. Muchos españoles tienen tragedias parecidas en sus familias. Los méritos de Zapatero serán resultado de sus propias acciones. Pues que dejen en paz a su abuelo y, si quieren, que enjuicien las acciones de Zapatero.
No deja de ser paradójico el paralelismo con otro abuelo, Manuel Aznar Zubigaray, falangista, franquista de los del núcleo duro más próximo al poder. Tras la sublevación militar del 18 de julio del 36, trabajó como propagandista y cronista militar. Fue, durante la guerra, uno de los encargados de escribirle los discursos a Franco. De esta época data su Historia militar de la Guerra de España (1936-1939), que su nieto ha mencionado con frecuencia, señalando que se la sabe casi de memoria. Exactamente. Aznar también tiene un abuelo y también ha hablado de él. Su abuelo no es un militar fusilado con el golpe del 36. Fue un falangista que apoyó el golpe y que fue cercano al mismísimo Franco. En una entrevista concedida a ABC en el 2000, nos cuenta el nieto: "no puedo negar que su influencia en mi manera de pensar y actuar ha sido decisiva, incluso determinante. Es verdad que colaboró con entusiasmo con el Generalísimo Franco. Es verdad también que en nuestra Guerra Civil se sumó con indisimulado entusiasmo al bando que le era más familiar y que se dice que más o menos fue el sublevado. Es verdad que ocupó cargos de responsabilidad en el régimen anterior (...) Pero también y eso me emociona recordarlo es el mismo que escribió un libro apasionante que he releído hasta sabérmelo de memoria y cuyo nombre lo dice todo: " Historia Militar de la Guerra Civil ". Os lo recomiendo. Es muy ameno y cuenta con detalle lo que sucedió en lo que él llamaba con acierto "nuestra guerra de liberación".
¿"Con acierto" lo llamaba "nuestra guerra de liberación"? ¿Y nadie le ha hecho a Aznar ninguna objeción a este desliz franquista? ¿No ha habido libros? ¿No le han paseado al abuelo? ¿ha estado la cúpula del PSOE en actos de presentación de libros?
Es curioso. Zapatero es nieto de un abuelo asesinado por el régimen. Y defiende una MUY TÍMIDA reparación moral de las víctimas del franquismo ("Que cuando sea oportuno se vindique su nombre y se proclame que no fue traidor a su Patria"), que no parece suficiente a la izquierda (IU, ERC han votado en contra). Aznar es nieto de un abuelo colaboracionista y beneficiado por el régimen (llegó en 1964 a embajador ante la Organización de las Naciones Unidas, hasta 1967; continuó como embajador en Marruecos, Argentina y República Dominicana), que considera que todo esto "hay que olvidarlo", porque "todos los españoles" lo han dejado atrás. Debería hacernos pensar.
Zapatero no es mejor por lo que le pasó a su abuelo. Muchos españoles tienen tragedias parecidas en sus familias. Los méritos de Zapatero serán resultado de sus propias acciones. Pues que dejen en paz a su abuelo y, si quieren, que enjuicien las acciones de Zapatero.
No deja de ser paradójico el paralelismo con otro abuelo, Manuel Aznar Zubigaray, falangista, franquista de los del núcleo duro más próximo al poder. Tras la sublevación militar del 18 de julio del 36, trabajó como propagandista y cronista militar. Fue, durante la guerra, uno de los encargados de escribirle los discursos a Franco. De esta época data su Historia militar de la Guerra de España (1936-1939), que su nieto ha mencionado con frecuencia, señalando que se la sabe casi de memoria. Exactamente. Aznar también tiene un abuelo y también ha hablado de él. Su abuelo no es un militar fusilado con el golpe del 36. Fue un falangista que apoyó el golpe y que fue cercano al mismísimo Franco. En una entrevista concedida a ABC en el 2000, nos cuenta el nieto: "no puedo negar que su influencia en mi manera de pensar y actuar ha sido decisiva, incluso determinante. Es verdad que colaboró con entusiasmo con el Generalísimo Franco. Es verdad también que en nuestra Guerra Civil se sumó con indisimulado entusiasmo al bando que le era más familiar y que se dice que más o menos fue el sublevado. Es verdad que ocupó cargos de responsabilidad en el régimen anterior (...) Pero también y eso me emociona recordarlo es el mismo que escribió un libro apasionante que he releído hasta sabérmelo de memoria y cuyo nombre lo dice todo: " Historia Militar de la Guerra Civil ". Os lo recomiendo. Es muy ameno y cuenta con detalle lo que sucedió en lo que él llamaba con acierto "nuestra guerra de liberación".
¿"Con acierto" lo llamaba "nuestra guerra de liberación"? ¿Y nadie le ha hecho a Aznar ninguna objeción a este desliz franquista? ¿No ha habido libros? ¿No le han paseado al abuelo? ¿ha estado la cúpula del PSOE en actos de presentación de libros?
Es curioso. Zapatero es nieto de un abuelo asesinado por el régimen. Y defiende una MUY TÍMIDA reparación moral de las víctimas del franquismo ("Que cuando sea oportuno se vindique su nombre y se proclame que no fue traidor a su Patria"), que no parece suficiente a la izquierda (IU, ERC han votado en contra). Aznar es nieto de un abuelo colaboracionista y beneficiado por el régimen (llegó en 1964 a embajador ante la Organización de las Naciones Unidas, hasta 1967; continuó como embajador en Marruecos, Argentina y República Dominicana), que considera que todo esto "hay que olvidarlo", porque "todos los españoles" lo han dejado atrás. Debería hacernos pensar.
Y, sobre todo, respetemos a los muertos, y a la verdad, si es posible.
4 comentarios:
plas,plas,plas
Tío, que mal estás de la cabeza...
Muy bien dicho!
Y por cierto: A ver si echáis al Lanzarote la mayoría maja de Salamanca. ¡Un saludo!
www.accionistasmayoritarios.com
Pere:
No sé si estaré mal de la cabeza, pero si pedir a todos un poco de sensatez y de respeto a los demás es estar mal de la cabeza, sí, estoy muy mal.
Gillmore:
Si de mí dependiera Lanzarote no seguiría, tenlo claro. Pero ganará, conozco a esta ciudad. Ahora, si no logra mayoría absoluta que se vaya despidiendo del bastón. En el 2003 obtuvo mayoría absoluta por un concejal, pero los verdes e IU comparecieron por separado y no lograron el mínimo de votos para obtener representación. Sumando los votos hubieran obtenido un concejal que se lo hubieran quitado al PP, que hubiera perdido la mayoría absoluta... y la alcaldía. Este año IU y verdes van juntos.
Publicar un comentario