Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

jueves, 11 de enero de 2007

El abuso simbólico del Archivo de Salamanca


El término símbolo es de origen griego (sym + bólos, en relación con el verbo bállo) y significaría etimológicamente algo así como "lo que se lanza junto con", "algo que va junto con otra cosa", en línea casi con lo que nosotros llamaríamos "con-notación" o incluso "con-vención", paralelo latino casi perfecto. Un paralelo menos próximo sería "re-lación", con re- + la raíz del supino de fero, (latum). De una forma muy concreta un "símbolo" para los griegos antiguos era un artilugio que permitía a dos individuos reconocerse, como una contraseña entre dos antiguos amigos o aliados. Entre los celtíberos, en un pacto de hospitalidad, cada parte se llevaba una mano de bronce con el nombre del otro, como marca para que después, los hijos o herederos respectivos pudieran reconocerse como amigos (téseras de hospitalidad, kortika karuo en celtibérico).

Para la Real Academia, un símbolo es la "representación sensorialmente perceptible de una realidad, en virtud de rasgos que se asocian con esta por una convención socialmente aceptada". Pero hay más definiciones de símbolo, que giran en torno a lo mismo siempre.

Para mí, el Archivo de la Guerra Civil de Salamanca es un símbolo. Un símbolo de muchas cosas contradictorias, usado de modo desvergonzado por muchos o por todos. Demagogia es "llevar al pueblo...(al huerto)", con la connotación peyorativa de que se hace utilizando métodos poco leales. El Archivo de la Guerra Civil es un símbolo usado demagógicamente por afanes reales muy alejados de las declaraciones. Por unos y por otros.

a) El Archivo es desde hace mucho tiempo un símbolo para el nacionalismo catalán. Un símbolo más, de acuerdo con sus planteamientos, de sus humillaciones históricas. El Archivo toma forma inicialmente y se ubica en Salamanca como consecuencia directa de la Guerra Civil y del hecho de que Franco pasó aquí una buena parte de la Guerra. Ésta es la rocambolesca relación inicial del Archivo con esta ciudad. Una parte de los documentos fueron incautados a la Generalitat y hay entre ellos documentos privados procedentes de Cataluña y del resto de España y que se usaron en la represión franquista. En ese sentido es, para los nacionalistas, una espina clavada. Es un símbolo usado, además, por el nacionalismo, hoy, de modo demagógico (para ganar votos), como si fuera algo de una importancia desmesurada, como un modo de permitirse una pequeña victoria sobre el "españolismo" o sobre "los vencedores de la guerra". Su posición política hoy les permite presionar al gobierno central, como hicieron antes CIU y PNV con los gobiernos anteriores. Aznar acordó en el 96 devolver a Euskadi parte del patrimonio incautado en la Guerra Civil porque necesitaba pactar con el PNV. Incluso Franco devolvió numerosos documentos del Archivo a sus propietarios a lo largo de décadas cuando le pareció oportuno, vamos cuando le dio la gana (eso sí que era rodillo...). Piqué siempre abogó y aboga por la devolución de los "papeles catalanes de Salamanca".

b) Para parte de la izquierda, de modo menos marcado, el Archivo es también un recordatorio de Franco, de la Guerra. Un símbolo de los vencedores, parangonable, en este aspecto, con el Valle de los Caídos.

c) Paradójicamente, en cierto modo, quien inaugura un nuevo uso simbólico y nacionalista del Archivo es el alcalde socialista Jesús Málaga en Salamanca en los 80. Este nuevo uso descansa en la peregrina idea de que conceder al nacionalismo catalán la devolución de algunos papeles, si es una pequeña victoria de los catalanes, ello lo convierte, automáticamente, en una derrota de los salmantinos, de los castellano-leoneses, de los españoles. Con ello se dirigió a las vísceras de un pueblo que tiene hoy quizá tantos o más motivos para sentirse oprimido que los catalanes. Pero ligó el localismo salmantino y meseteño con el bando de los vencedores de la Guerra... al menos desde el punto de vista de los nacionalistas catalanes, además de con lo que los periféricos llaman, despectivamente, "nacionalismo español", de tendencias fagocitantes. Yo creó que abrió una caja de Pandora absurda. Málaga se comportó en este tema como un perfecto demagogo... para ganar votos.

d) La derecha salmantina y meseteña, agradecida a la oportunidad puesta en bandeja por Jesús Málaga, ha encontrado ahora aquí un elemento más de ataque a los socialistas salmantinos primero (“si eres un socialista salmantino y no estás en contra del traslado es porque sientes más fidelidad por Carod Rovira que por Salamanca...”) y al gobierno central después y especialmente. Esto encaja a la perfección en la estrategia de señalar constantemente que los socialistas "están hipotecados" por los nacionalistas (no como cuando Rato accedió a concederles el 30% del IRPF frente al 15 vigente en aquel momento). Ellos creen que les está dando juego y puede que tengan razón. Al menos complican la vida a ZP todo lo que pueden.

e) El gobierno de ZP se encontró con un buen embolado; el tema es complejo y los archiveros no se ponen de acuerdo, en parte porque el tema se ha ideologizado tanto que ahora no es posible prescindir de que apoyar una de las dos salidas (que se vayan algunos originales o que no se vaya nada) está marcado: depende de a cuál apoyes, apoyas a un partido o al otro... o mejor, dependiendo de cuál sea el partido con el que simpatizas, apoyas una salida o la otra.

En definitiva, lo que a unos y a otros menos les preocupa es el Archivo en sí. Lo que les mueve es lo simbólico, las posibilidades de utilización demagógica. La supuesta derrota o victoria del otro. Yo estuve el año pasado dos veces en Barcelona. Los estudiantes de la Universidad me preguntaban que "por qué no queríamos los de Salamanca devolverles lo que era suyo". Tan superficial o ridícula me parece esta pregunta como si yo les dijera a ellos que "por qué nos quieren quitar ellos lo que es nuestro". Hemos entrado en un debate que es absurdo. La política no tiene que ser esto. Tiene que tratar de los problemas de la gente, los reales. El alcalde de Salamanca tiene que explicar qué está haciendo con el urbanismo aquí o las obras en la ciudad. O cómo se pueden cortar los accesos al centro histórico una mañana de un martes sin avisar a nadie y provocar un atasco monumental. Tiene que explicar, si tanto le preocupa la cultura, por qué no paga a la Casa Lis los fondos comprometidos y necesarios para su mantenimiento. No es su función hacer oposición demagógica al gobierno central. El Archivo, aunque esté en Salamanca, no es de Salamanca ni de Castilla y León. Es estatal. Y aunque nos pareciera mal, el gobierno central podría desplazarlo a Barcelona o a Canarias, todo junto, si quisiera. Los gobiernos de la Generalitat sucesivos deberían preocuparse de que cosas como lo del Carmel no sucedieran, o en solucionar los distintos problemas sociales que tienen entre manos, o... mil otras cosas.

Finalmente tuvimos una mega-manifestación en Salamanca. El PP fletó 180 autobuses desde diversos lugares para reforzar el "rechazo salmantino" (?) a la decisión del gobierno en relación con el Archivo. Entre estos "salmantinos" estarán Acebes, Zaplana y Esperanza Aguirre.

1) Esta manifestación fue convocada con el afán de dañar políticamente al gobierno de Zapatero;
2) entre otras cosas esto lo demuestra la fecha elegida, en la secuencia entre el 4 de junio (AVT + PP) y el 18 (contra el matrimonio homosexual, con el apoyo de la Conferencia Episcopal, en la Jornada de Reflexión gallega), así como los "refuerzos autobuseros" fletados por el PP o que el alcalde haya intentado cerrar las piscinas municipales el día 11 por la tarde para que la gente vaya a la mani... (luego ha reculado)
3) Zapatero no hubiera tomado esta decisión si no estuviera aliado con ERC... y con el PSC, no necesariamente porque no crea en ella, sino para no meterse en un charco;
4) El Archivo, como me confirman algunos investigadores de la Guerra Civil con los que he estado hablando, está ahora en condiciones poco adecuadas. Lo importante de un Archivo no es tanto los documentos en cajas, como la accesibilidad a los mismos, para posibilitar la investigación ¿no creéis? En cualquier caso es fácil encontrar archiveros que ponen el acento en lo de la unidad, en lo que, técnicamente, tienen razón (así como el paralelismo con lo de los museos, etc.).

Entre las lindezas de la campaña publicitaria hacia la manifestación oimos cosas como "para que nada se pierda" (¿qué se va a perder?), o "para conservar la memoria"... ¿qué memoria? ¿La de la Guerra? ¿no se conserva la memoria con la decisión del gobierno? ¿Hay menos memoria si el 2% de los documentos originales están en Barcelona, aunque se doblen los documentos de Salamanca con aportaciones nuevas procedentes del exilio y otros lugares? ¿Hay menos memoria si se instala un nuevo centro en el Palacio de Orellana (eso sí, parece que es pequeño: deberían hacer un centro como Dios manda, aunque fuera a las afueras), se duplica el personal y se facilita la labor de los investigadores? ¿Hay menos que con las cajas cerradas y las dificultades de acceso a los documentos? La memoria es de todos, no del alcalde de Salamanca, no de los salmantinos. La Guerra fue una atrocidad. Investigar sobre esos acontecimientos, como sobre cualquier período de la historia es extremadamente educativo para nosotros y nuestros hijos. Tenemos que conocer la historia. Especialmente ésta que aún traumatiza y, en cierto modo, está viva. Hace unas semanas, en la Universidad, en una conferencia, un joven de unos treinta años contó que su abuelo era un desaparecido de la Guerra y mostró su interés porque el avance de la investigación ayude a conocer exactamente qué le pasó y dignifique, en cierto modo, su recuerdo. Está así de viva. Hijos, esposos, padres y abuelos de ambos bandos de los que nunca se supo nada más. La investigación acerca de la guerra y el justo recordatorio de todos, vencedores y vencidos (porque, en última instancia, ambos bandos somos hoy nuestro pueblo), tiene una enorme importancia, no es ninguna broma. Mi abuelo no murió en la guerra, pero estuvo a punto. Si hubiera muerto, yo no estaría hoy aquí. Hay muchos que hoy no están. Y muchos que perdieron a los suyos. Mi abuelo es el mismo que el de mis hermanos, curiosamente, ;) , aunque nuestro modo de ver estos temas no sea coincidente. Creo que esto es un síntoma muy positivo de la España de hoy. Como lo de que mi abuela del otro lado sufrió represalias del otro bando. Hay que desterrar lo de las dos Españas. Lo de las tres de Preston está un poco mejor. Pero lo ideal sería que todo esto fuera sólo un tema de debate intelectual, de matices de interpretación. Aunque se deberían desterrar las superficialidades estúpidas y, sobre todo, las falsedades.

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