Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

lunes, 12 de febrero de 2007

Libertad de expresión, penalti y expulsión

Las vidas de Salva Ballesta, un futbolista nacido en Zaragoza, formado en el Sevilla y actualmente en el Levante, y de Oleguer Presas, futbolista catalán del Barcelona, formado en su cantera, son en muchos aspectos paralelas. Ambos se dedican al noble arte de la pelota de cuero que les lanza al ámbito de héroes modernos y fuentes de emulación de niños y mayores aficionados al arte del sillón dominguero.

Ambos pertenecen al reducido grupo de miembros de su gremi0 que han dejado ver que tienen inquietudes político-ideológicas, y no han ocultado cuáles son. Hasta aquí los paralelismos. Analizaremos ahora las repercusiones de sus posicionamientos respectivos.

Salva Ballesta celebró públicamente el inicio de la guerra de Irak y es colaborador en una web de ultraderecha junto al nieto de Piñar o el propio Ynestrillas. Del vicepresidente de su equipo, el Levante, el simpático Martínez Pujalte (PP), no se ha oído ninguna crítica ante estos devaneos fascistoides, nadie ha expresado mayores críticas e incluso José Ramón de la Morena, en la SER, ha casi festejado y bromeado repetidamente con él acerca de estas preferencias políticas, obviamente, suponemos, no compartidas en el imperio prisaico.

Oleguer Presas, por su parte, no ha ocultado su posicionamiento político como independentista catalán, y sus preferencias por ERC. Recientemente ha escrito un artículo analizando la actualidad política, como hacemos todos los que queremos, usando el derecho que como ciudadano libre le tiene reconocido la Constitución del 78. Opina que "el estado de derecho tiene varios puntos negros y me ponen en duda. Hay un olor a hipocresía en todo esto". Interrogado sobre el tema en la sala de prensa del Camp Nou tras el entrenamiento del Barcelona, sostiene que ha "querido utilizar el caso de De Juana Chaos para hacer una crítica del denominado estado de Derecho y para cuestionar la verdadera independencia del poder judicial y el poder político". También calificó su artículo de "reflexivo". "Siempre hago las cosas porque me siento bien haciéndolo y tengo clara la repercusión que tengo. No voy a cambiar por el hecho de estar aquí", comentó.
¿Consecuencias para Oleguer del ejercicio de su libertad de expresión? Una campaña salvaje en medios que luchan con denuedo en otras ocasiones acerca de esa misma libertad, hasta hacerse abanderados de ella (¿recuerdas el escándalo del CAC?), una censura pública por parte de Joan Laporta, presidente del club en el que juega, y la retirada al futbolista del patrocinio que la empresa KELME le venía prestando. Casualmente, las finanzas de la empresa y su Consejo de Administración están íntimamente ligados al gobierno de la Generalitat Valenciana. Del PP, por cierto.

Parece obvio que expresar ideas de extrema derecha está socialmente mejor aceptado en este país que expresar ideas de la izquierda nacionalista. Pero, ¿hay que mostrar tarjeta roja al que no nos gusta o hay que respetar por igual a todos?

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizá haya que respetar también la decisión de Kelme - empresa privada que, como todas, tiene como fin primario el de ganar dinero - de pagar por unir su imagen con quien crea que le interesa. ¿O no? ¿Deberíamos obligar a Kelme a subvencionar a Oleguer Presas sólo porque ha expresado ideas políticas "de izquierdas"?

Anónimo dijo...

No creo en absoluto que la conclusion de este articulo sea cierta. Que barbaridad!!! es justamente al reves. Solamente tienes que pensar en la gente demuestra su inclinación politica abiertamente, sin duda hay muchos menos famosetes que afirmen que son de derechas. La izquierda siempre ha tenido una mejor imagen. Quizas porque el mundo de la cultura es de izquierda y han hecho muy bien su trabajo de propaganda.
Por otra parte, no sabia que el Ballesta era de derechas. Que cosas.


un saludo

Ni derechas ni izquierdas

animalpolítico dijo...

Querido Anónimo 1: Claro que hay que respetar la decisión de Kelme. Ellos también son libres. Pero yo puedo opinar sobre su decisión porque también lo soy. En cualquier caso, no se OBLIGA a Kelme a subvencionar a Oleguer "sólo porque ha expresado ideas políticas "de izquierdas", como tú dices. Se trata de que Kelme SIGA SUBVENCIONANDO a Oleguer, como hasta ahora, porque es un futbolista de la 1ª plantilla del Barcelona. Exactamente la razón por la que le subvencionaban hasta ahora. ¿O ha dejado de ser futbolista del Barça?
En cambio, si le retiran la subvención por un tema político y no deportivo, ¿no es eso castigar su libertad de expresión?

animalpolítico dijo...

Querido Anónimo 2:

Lo que propones es un debate muy interesante, pero distinto al que yo tocaba en el artículo, referido a un caso concreto. Quizá tengas razón en general. Pero la división que yo planteo no es "derechas" e "izquierdas". Es "extrema derecha" e "izquierda nacionalista". ¿Tú crees que es hoy políticamente correcto para cualquiera afirmar que es simpatizante de Carod Rovira? ¿Crees que es fácil en Salamanca mostrar simplemente cierta comprensión hacia ERC o incluso hacia Maragall?
Lo de los famosetes, digamos que depende. ¿No has oído eso de "los titiriteros", con enorme desprecio, en la COPE? ¿Crees que eso no les afecta o les asusta?
Exactamente, casi ni sabíamos que Salva era de derechas. Era una anécdota. ¿Por qué no es también una anécdota lo de Oleguer?

Anónimo dijo...

Sólo apuntar que Salva Ballesta es de Zaragoza, y no andaluz.

En el artículo se le da cierta importancia a ese detalle, no sé por qué.

animalpolítico dijo...

Gracias por la información sobre el origen de Salva. No sé por qué se me metió en la cabeza que era andaluz. ¿No se había formado en la cantera del Sevilla? Eso es lo que me indujo a error a mí.
Pero no creo haberle dado importancia en absoluto. Digo que es andaluz porque del otro comento que es catalán. Nada más. Podía perfectamente haber dicho zaragozano y catalán, leonés y catalán, gallego y catalán, asturiano y catalán, etc.

Un saludo

Anónimo dijo...

Hombre, yo pienso que todo el mundo tiene derecho a decir lo que piensa, pero también tiene que ser responsable de sus actos.
Pienso que Kelme tiene todo el derecho del mundo a decidir que no quiere seguir sponsorizando a alguien que crea confrontación. Miran por sus propios intereses.
De la misma manera que a Salva le podria pasar lo mismo.
Siempre recordamos lo de los derechos pero nos olvidamos de las obligaciones.

animalpolítico dijo...

Hombre, Tomás, lo que pasa es que Oleguer "no crea confrontación", sino que expresa su punto de vista. La confrontación la inician en la COPE machacándole y la agranda un poco más Kelme al señalar a un culpable con el dedo.

Anónimo dijo...

1) el pensamiento de izquierdas no debe ir ligado con poner en duda la independencia del poder judicial.. cuando no estas de acuerdo con una condena concreta.

2) el piensa que libertad de opinion, y la apologia del terrorismo es lo mismo. No lo es.

3) compartir ideologia no es compartir metodologia. si compartes ambas (la ideologia y estas de acuerdo en la "lucha" de eta) eres terrorista como ellos.

animalpolítico dijo...

1) Estoy de acuerdo con tu formulación. Añado que el de derechas tampoco.

2) Yo no creo que él lo piense. Yo desde luego no lo pienso.

3) Por supuesto que "compartir ideologia no es compartir metodologia". Y aunque "estar de acuerdo no la lucha de ETA" no creo que sea lo mismo que ser "luchador", mi sensación (aunque no soy portavoz de Oleguer, ni comulgo necesariamente con sus puntos de vista, que no son el tema del debate) es que Oleguer no está de acuerdo "con la "lucha" de ETA". Eso sí, es independentista catalán, claro, por algo es simpatizante de ERC.

Hay que distinguir entre tener un ideario político y el método elegido para alcanzar los objetivos. ERC opta por la vía de las urnas, con mayor o menor acierto. ETA se ha servido del tiro en la nuca y la bomba lapa. Por eso se habla de terrorismo en un caso y no es apropiado en el otro.

Porque, como bien observas, el terrorista no es definido como tal por sus supuestas aspiraciones, sino por el método elegido.

Anónimo dijo...

Patrocinio deportivo: acto de comunicación y relaciones públicas en que una marca comercial o empresa trata de vincularse a un deportista para que el público objetivo asocie los valores y méritos de la éste a la marca.

Si Oleguer dice algo, afecta a su patrocinador. Aunque sea la verdad, aunque tenga derecho a decirlo, o aunque lo diga en misa. El patrocinador decide rescindir su contrato porque la imagen de Oleguer no les beneficia. Así de fácil.

Hay más de 17.000 catalanistas que han ofrecido su apoyo a Oleguer por esto. Ahora sólo tienen que poner 50 euros cada uno, y todo volverá a ser como antes.

Oleguer tiene derecho a decir lo que quiera y perder su contrato, porque un deportista político no es tan interesante para los patrocinadores como un deportista deportista.

animalpolítico dijo...

Lo único que no tengo claro es por qué considera Kelme que el asunto le va a perjudicar como empresa. ¿Quizá porque, como yo digo, la imagen de la izquierda nacionalista es peor a nivel nacional que la de la extrema derecha de Salva?

En cualquier caso Kelme participa en la polémica como "actor necesario" de la misma. Sin la acción de Kelme la polémica hubiera sido menor. Y con su acción, Kelme se ha puesto en el centro del asunto y se enfrenta ahora a un boicot (que por cierto, en el espíritu de mi post, tampoco podemos compartir).

Una observación final: la gente de izquierda está más abierta a reconocer la libertad de expresión de Salva que la gente de derechas con respecto a la de Oleguer. Eso desequilibra la balanza claramente. Y nadie le retira el patrocinio a Salva.

¿Si Kelme fuera una empresa catalana habría hecho lo que ha hecho?

Anónimo dijo...

Es curioso que siempre se hable de "extrema derecha" pero muy pocas veces de "extrema izquierda".

ERC, BNG, Batasuna, etc. serían "extrema izquierda" si realmente fueran de izquierdas. La verdad es que siendo nacionalista no se puede ser de izquierdas, porque la izquierda ha sido y será siempre internacionalista. Ser nacionalista y de izquierdas es una contradicción.

ybris dijo...

No me muevo con soltura en el campo del deporte pero sí tengo que darte la razón en cuanto el desequilibrio mediático que hay entre unas posturas y otras: además de la que citas aquí tengo observado la tendencia a considerar anecdótico y poco trascendente lo referente a las manifestaciones de Inestrillas, de los grupos pronacis, de los matones racistas... mientras que se amplifica extraordinariamente todo lo referente a los nacionalismos independentistas.
Yo dudo mucho de que los grupos que se quejan con razón de sentirse amenazados por sus opiniones en el País Vasco fueran ecuánimes en el caso de -digamos- un nacionalista vasco o catalán defendiendo la autodeterminación en -digamos- Valladolid.

Un abrazo.

animalpolítico dijo...

Tienes toda la razón.

En Salamanca, hace un par de meses, en una de las ya cotidianas concentraciones supuestamente contra ETA y en la que se estaba gritando, como siempre, contra Zapatero, hubo dos personas que fueran agredidas y además expulsadas por la policía municipal porque... ¡lanzaron gritos a favor del gobierno!

No ya de ERC o del PNV. Eran militantes del PSOE.