La ignominia conspiranoica

Tras la entrada de ayer referente al testimonio de Sánchez Manzano, en unos minutos de debilidad y atracción fatal mientras terminaba mi desayuno, con sueño en los ojos y tristeza en el pecho, oigo a Pedro J. y a los contertulios de la COPE descalificarlo gravemente. Da la impresión de que viven en otro mundo o más bien que piensan que los oyentes que siguen ese programa son tontos. Y pienso, desde mi humilde parecer, que desde luego hay que ser tontos para escuchar este programa y tragarse las consignas.

Sánchez Manzano mentiría, se puede resumir, porque lo que dice no concuerda con la conspiranoia. ¿Se puede diseñar algo más enrevesado? Es lo que tiene montar teorías y obtener deducciones sin base lógica, montando una sobre otra y dividiendo el mundo en buenos y malos. Se acostumbra uno a los non sequitur. Pedro J. lamentaba, para parecer equidistante, que Acebes no le hubiera preguntado a los TEDAX el propio 11-M no ya qué explosivo era, sino qué componentes tenían esos explosivos, como si el angelito estuviera en la tranquilidad de un laboratorio preparando una tesis doctoral en química... (yo defendiendo a Acebes, lo que hay que ver). Acebes sólo necesitaba razones para culpar a ETA. Como no se las dieron, las imaginó. "Alomojó" alguien le habló de Titadyne (ah!, ya vuelvo en mí).
Otra "idea interesante" que se oyó en el programa es que el único conspiracionismo es lo que ellos llaman "la versión oficial", refiriéndose a la investigación de la policía que dirigía Acebes y al sumario del juez Del Olmo. "La versión oficial" sería la única teoría conspirativa porque diseña una conspiración criminal... mientras que la de ellos no diseña nada, pues sólo dice que "alomojó".
Claro, pero hay un problemilla lógico: la policía y los jueces TIENEN QUE PRESENTAR una reconstrucción de los hechos, ESA ES SU OBLIGACIÓN, es su función en un estado de derecho, y ES LO QUE ESTÁN HACIENDO. Por su parte, ellos, los buenos, sin medios adecuados, y con el ánimo evidente de demostrar que el PP tenía que haber ganado el 14-M, reducen todo al "alomojó" para fieles. Ya se sabe que "fiel" viene de "fe" y que la verdadera "fe" no necesita demostración. Vale con "alomojó" siempre que "alomojó" implique en algo a algún etarra o socialista (que viene a ser lo mismo), o siembre alguna duda, razonable o no.
José María Fuster, otro de los abogados, se dirigió en el juicio en la tarde de ayer a uno de los héroes anónimos del 11-M (los "malos" de Jiménez Losantos): "Señor agente, en nombre de las víctimas que yo represento, muchas gracias por su trabajo de aquella mañana." Con emoción contenida, yo también le doy las gracias. Por todos nosotros. ¿Cuántas víctimas mortales evitaron con su investigación? ¿Cuántos atentados planeaba cometer este grupo?

Pues bien, por si fuera poco lo previo, y como informa Llorenç Martínez en El País, "La conspiración se cuela en un homenaje". La conspiranoia se coló ayer en el acto de homenaje a las víctimas del 11-M en el barrio madrileño de Santa Eugenia. Lejos de la solemnidad del acto, María Ángeles Domínguez, presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M -conspiranoica-, afirmó: "Reivindicamos nuestro derecho a saber la verdad. Necesitamos ponerle rostro a los asesinos". La multitud guardó silencio. El vicepresidente de la AVT, Gabriel Moris, quiso mezclar el 11-M con el proceso de paz vasco: "La memoria conlleva el conocimiento de la verdad y eso conlleva la aplicación de la justicia sobre los responsables. Sólo así encontraremos la tan cacareada paz". La asociación mayoritaria (11-M Afectados del Terrorismo), la de Pilar Manjón, por encontrarse ésta en el juicio, estaba representada por Isabel Casanova, que no llevaba ningún discurso. De lo más profundo de su alma brotó un grito: "La verdad ya la sabemos. A mi hijo lo mató la implicación en la guerra de Irak y un presidente del Gobierno que se llamaba José María Aznar". Gran parte de los asistentes aplaudieron.
El monumento se llama Ilusión Truncada. De fondo sonaba El Canto de los Pájaros. El último sarcasmo de una tarde perfectamente prescindible. La conspiranoia es una invasión de termitas en el alma de nuestro pueblo.