Táctica "Matrix"

Como decía hace unas semanas en una entrada previa (a mí lo de post no me gusta mucho, es un anglicismo innecesario) de mi cuaderno de bitácora (lo de blog es un otro anglicismo que nos tendremos que tragar, ¡qué remedio!), la que llevaba por título "La caverna platónica, las sombras y el esperpento", hace tiempo que vengo reflexionando acerca de la creación de realidades paralelas en las que trabajan incansables ciertos medios de intoxicación. Es algo muy importante en el contexto de una sociedad democrática, donde los destinos de los regidores potenciales de la nave del estado están escritos en la voluntad popular. La suma de voluntades de todos los individuos con derecho a voto. Las voluntades se moldean con la información. La información se moldea con la intoxicación. La intoxicación se difunde en los medios. Los ciudadanos respiran intoxicación mezclada con información, valoración y adoctrinamiento.

El ciudadano tiene que ganarse el pan con el sudor de su frente, llevar a los niños al cole, hacer la compra, cuidar de su casa, ir al taller, tratar con amigos, vecinos, familia y compañeros de trabajo, ocuparse de sus problemas, lidiar con sus preocupaciones y ser testigo del espectáculo político y mediático, porque luego tendrá derecho a opinar y de su voluntad, de esa miguita, sumada a la de los demás, dependerá el destino de todos.

El show, para seguir con los anglicismos, es muy malo. El guión que nos presentan algunos no es verosímil. Se le ve el plumero al autor. Pero muchos espectadores están muy ocupados con su vida para poderse percatar. O muy influidos por sus pre-juicios para poderlo valorar. O muy fieles a sus ideas para poderlo castigar.

¿Resultado? Puede que se salgan de rositas. Luis del Pino, el conspiranoico mayor, ya no cree que ETA tenga que ver con el 11-M. Pedro J. dice ahora que nunca ha insinuado que el PSOE esté implicado. Rajoy niega que el PP haya dicho nunca ni lo uno ni lo otro. Dentro de poco, la conspiranoia será una conspiración de Vera, Garzón, los Gal y Otegi para hacer creer a los españoles sensatos que el PP apoyaba una absurda teoría conspirativa en torno al 11-M y nos dirán que Acebes siempre culpó a Al-Qaeda de los atentados pero Rubalcaba estaba empeñado en que había sido ETA, y que por eso Aznar ganó las elecciones de 2004, aunque Zapatero y Carod dieron pucherazo para mantener España unida e impedir las negociaciones de Zaplana con ETA a base de turrón del duro y chicle Trident, para impedir que en España el café fuera más caro que en Afganistán.

Descubrí hace unos días que un contertulio de la COPE, cuyo nombre no conozco ni me interesa, habla con frescura y con desparpajo de "Matrix", en alusión a la famosa película de los hermanos Wachowsky protagonizada por Keanu Reeves, para referirse a la imagen del mundo que tenemos los estúpidos progres a los que Zapatero nos inocula con su sonrisa de no haber roto un plato y su hipnosis criminal. Según este planteamiento, Zapatero, PRISA y TVE se ocupan de que no nos enteremos de lo que ocurre en realidad, que sería que España se rompe y que Zapatero anima a la promiscuidad, por lo que no quiere clases de religión.

Hace tiempo que vengo observando, y la idea la he visto también hace unos días en un comentario, creo, de un blog ajeno (mis disculpas porque no recuerdo dónde), que el conglomerado de la derecha social tiene la habilidad de rebotar al bando "contrario" todo lo que ellos practican, en la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque. PRISA insulta y denigra (no como la COPE). El PSOE crispa (no como el PP). Los vascos y los catalanes son nacionalistas (no como ellos). Los progres son guerracivilistas (y ellos no). El PSOE no busca el consenso (ellos sí). El gobierno rompe el Pacto Antiterrorista (ellos lo respetan). He llegado a la conclusión de que tenemos realmente que analizar todo al revés si queremos averiguar lo que los estrategas políticos y mediáticos de la derecha realmente piensan. Ellos saben lo que ellos están haciendo y antes de que nadie les acuse de ello, son ellos los que acusan de esto al contrario, para privar a éste de respuesta.

Por eso tengo más claro que nunca la táctica que están siguiendo. Lo que yo llamaba las sombras de la caverna platónica. Es la táctica Matrix. Navarra será entregada a Otegi y esa ciudadana que preguntó a Zapatero muestra su genuina preocupación. ¿Cuántas almas podremos salvar de su Matrix?