Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

sábado, 14 de abril de 2007

"Res publica"

Repúblicas en el mundo (en rojo)

Res publica, "la cosa pública", es el nombre de origen latino con que se designa hoy la forma de estado en que el pueblo tiene la soberanía o facultad para el ejercicio del poder, aunque este último sea delegado por el pueblo soberano en gobernantes que elige de un modo u otro. En ese sentido, la diferencia con nuestro sistema estriba únicamente en que en España el jefe del estado adquiere su rango por razones dinásticas y no como resultado de una elección democrática. Paradójicamente, para el presidente Zapatero nuestro rey es "bastante republicano". La monarquía se mantiene como único elemento ajeno al derecho al voto de la ciudadanía, si bien ésta aprobó de modo implícito nuestra forma de gobierno con la Constitución de 1978. Juan Carlos de Borbón tuvo un papel fundamental en la transición del franquismo, en cuyo seno fue educado, a la democracia que hoy disfrutamos.

El 14 de abril de 1931, hace precisamente hoy 76 años, se proclamó en España la II República, esa experiencia democrática y utópica que fue truncada por la incapacidad para el cambio de muchos y muy influyentes españoles. Tras la eclosión de júbilo popular de los primeros días y tras escasamente cinco años de turbulentos intentos de avance social, con resistencias más y más acusadas y una progresiva radicalización hacia los extremos, los salvadores de la patria ponen fin a la experiencia en 1936, dando rienda suelta a la sangre, la venganza, el horror y la ignominia. Cuarenta años más tarde, sólo la muerte del dictador devuelve el país a las manos de la ciudadanía. Con la lección aprendida, la democracia iniciada desde 1975 ha logrado avances inéditos en nuestras tierras. No permitiremos ni un paso atrás. Y arrimaremos el hombro para seguir avanzando en justicia social y valores ciudadanos y democráticos.
El legado más hermoso de la segunda república, para mí, es su anhelo por desarrollar y extender la educación. De ahí el odio profundo a la figura del maestro, encarnación de los valores republicanos en muchas mentes estrechas, tantas veces concluido en el 36 con la sangre corriendo por el suelo junto a la tapia de un cementerio o en un escondido camino rural. Vuelvo a recomendar el libro Maestros de la República escrito en 2006 por Mª Antonia Iglesias. Reproduzco aquí un párrafo que me parece pertinente ahora (p. 14):
  • "Al iniciarse la década de los años treinta, el sistema educativo español se hallaba en condiciones muy precarias. El Estado tenía una presencia débil, subordinado a la actuación de la Iglesia católica en la enseñanza. La desidia pública se manifestaba en los niveles primarios de la educación, en la discriminación que tenía lugar entre quienes podían cursar el bachillerato y quienes no tenían la posibilidad de estudiar tras la primaria, en la dejación de la enseñanza secundaria. (...). De esta forma, la Segunda República nació con un programa de reforma global del sistema educativo que incluía la construcción urgente de escuelas, la dignificación del maestro con un aumento sustancial de sus retribuciones, el establecimiento de un sistema unitario de tres ciclos, el fomento de una pedagogía activa y participativa, una concepción laica de la enseñanza. Por poner un ejemplo, en cuatro años, entre abril de 1931 y abril de 1935, el número de maestros nacionales pasó de 37.500 a 50.500. La reforma concitó la hostilidad de sectores poderosos de la sociedad española. La Guerra Civil sirvió así para que los franquistas eliminaran la educación como "escudo y defensa de la República".

8 comentarios:

Caminante dijo...

Primero me la recordó Rafa, después Naveganterojo y ahora tú, Es preciosa tu entrada, gracias por ofrecérnosla a todos. PAQUITA

Maripuchi dijo...

Siempre se sirvieron de la ignorancia popular para medrar.
Primero los Señores y Reyezuelos, la Iglesia, los militares ...

La formación, la instrucción, la EDUCACIÓN son los pilares de una sociedad SANA.

Besos, salud y República.

Anónimo dijo...

Gracias, hacía falta.

La enlazo desde mi blog.

Anónimo dijo...

El niño republicano escribió: “La II República Española, que astutamente sus enemigos quieren borrar más celebrando la primera, que fue fugaz, fue un fragmento luminoso pero oscurecido por el oscurantismo y ensangrentado por los espadones de varios países”.

Salud y república

animalpolítico dijo...

Gracias, compañeros, por vuestras visitas y vuestras palabras.

Será una memez darle importancia a las efemérides, pero no sobran como excusa para recordar.

Un abrazo a todos

Sol dijo...

Buenísima entrada. "Si no hay dos sin tres, un día llegará la III República". Es parte del Diario Regio de Máximo en El País. Que lo veamos, que sea pronto y que esta frase hecha sea infalible. Salud y República.

Blanca dijo...

Desde la conocida frase del inolvidable (a veces sale en mis pesadillas) ministro de Franco José Solís que decía con una sonrisa "MENOS LATIN Y MAS GIMNASIA", obviando que el era egabrense, durante los años de la dictadura se intentó hacer desaparecer el máximo legado de nuestra II República, que fue ni más ni menos, el amor por la cultura.
La cultura y la educación es el máximo bagage de los pueblos y lo que les hace fuertes, por eso los reaccionarios no quieren pueblos educados y cultos, porque son más facilmente manejables.

Recordemos con honor lo que hicieron nuestros mayores y lo que les costó: sangre, sudor y muchas lágrimas, que solo en estos tiempos estamos enjugando a pesar de que muchos quisieran que sigamos amnésicos.

¡España, mañana, será repubicana!

Naveganterojo dijo...

Me ha gustado la ultima frase del texto,"la educacion como escudo y defensa de la republica".
Creo que representa el mejor de los valores republicanos,no queremos armas,queremos cultura,y educacion,con eso la republica estara a salvo de golpistas y otras hierbas.
Por que sera que muchos españoles de bien estan en contra de la educacion para todos?.
Salud y republica.