Mientras España se rompe...
El Gran Hotel, a cincuenta metros
Mientras España se rompe hay quien heroicamente salvaguarda las esencias. Yo sé de un alcalde de voz seca y gesto agrio que afirma que no conoce socialista alguno que no sea corrupto. En su mente ser socialista y tener afición al dinero ajeno son características indisolublemente unidas, algo genético. Uno viene con ojos azules, otro con los pies grandes, aquella con el pelo rizado y otros nacen socialistas y corruptos. La vida del probo edil se centra, obviamente, por el bien del pueblo, en alejar de cualquier ámbito de decisión a seres de tamaña catadura moral. Sus fieles votantes salmantinos, en rapto patriótico y agradecimiento por la numantina defensa de no sé qué papelas... o papeles (perdón), le dieron en mayo la cuarta mayoría absoluta consecutiva.
En sus manos y las de Pío Moa encomendaron su espíritu los descendientes de quienes allá por 1936 dieron cobijo al presidente del gobierno del estado del Reino de España, el abnegado caudillo, e hicieron el vacío al progre extremocentrista Rector Unamuno que tuvo el mal de gusto de ofenderse cuando en su Universidad se deseó la muerte de la inteligencia y la vida de la muerte.
En esta dura tarea de salvar España hay siempre ocasión para el solaz del guerrero del antifaz. Incluso quien lleva fiero bigote de raigambre aznariana tiene necesidades. Unas bien merecidas vacaciones en un apartamento de lujo lujísimo de la costa marbellí no le amargan a nadie. Especialmente si es a costa de un agradecido conciudadano generoso que, por pura y delicada amabilidad, te deja las llaves un par de semanitas al año. Con ello te ahorras de paso los 2.000 € del ala por semana. Así te relajas un tiempo, tomas el sol, y vuelves con nuevos bríos a defender la unidad de España y meterle el dedo en el ojo a Zapatero, enviando a la izquierda local a comer farinato bajo el puente romano.
Y con batallas de tal relieve, salvando España y formando el último bastión de Occidente ante la insidia bolchevique y masona, ¿quién no se olvidaría de pequeñeces tales como gobernar una ciudad de provincias? ¿quién no se olvidaría de iniciar un expediente de sanción urbanística contra un constructor que... ¡cáspita! es el de las llaves del apartamento marbellí!? ¿no es casualidad? ¡qué cosas pasan a veces mientras España se rompe! Cierto es que unas cajas de viejos papeles tienen una importancia muy superior a los quince millones de euros que ya no llegarán a las arcas municipales, pero es que además, hay que denunciar a los socialistas facinerosos que destinan a Salamanca "sólo" el triple de las inversiones anuales de los gobiernos del PP. Pero hoy les perdonaremos la vida: "tiene usted una suerte loca, porque no tengo ganas de ruidos, otro día le contestaré adecuadamente", aclaró Julián Lanzarote al portavoz socialista en el ayuntamiento al inquirir hace unos días acerca de este inocente olvido. Estos socialistas, siempre incordiando cuando está uno salvando a la patria.
26 de septiembre de 2007
El constructor Mario Curto se excedió en 2.000 metros cuadrados en una promoción de viviendas en 1996. Los técnicos municipales le concedieron la licencia a cambio de una compensación que nunca se produjo.
Desde el Ayuntamiento sólo se inició un expediente de sanción nueve años después, con los plazos legales ampliamente rebasados. Por si fuera poco, el expediente sancionador estuvo seis meses parado y llegó al empresario un día después del plazo. Un juzgado acaba de sentenciar que el Consistorio ya no puede cobrar la multa, un 1.160.000 euros, casi 200 millones de las antiguas pesetas.
Se da la circunstancia de que este constructor le ha cedido varios años al alcalde salmantino un apartamento de lujo en Marbella en primera línea de playa, de más de 300 metros cuadrados, donde Julián Lanzarote ha pasado varios períodos de vacaciones junto a su familia.
Mario Curto estuvo relacionado con la operación Malaya, junto a su socio Pedro Roman, además, en Salamanca ha tenido más escándalos como los del Gran Hotel y será uno de los grandes beneficiarios con la construcción del aparcamiento subterráneo en la plaza de los Bandos.
...mi amigo Mario le había puesto el ojo encima...
12 comentarios:
Si España se rompe, tiene arreglo. Si se rompe Salamanca, no hay repuesto.
Es acojonante .... supongo que no te consolaré un ápice si te digo que en Oviedo están igual .... y con el mismito número de mayorías absolutas... eso sí, cada vez con uno o dos concejales menos ... a este ritmo quizá para el 2019....
Pues mal, mal, pero que muy mal; si es así.
Lo local es de antología. Con razón Miguel Primo de Rivera desconfíaba profundamente de la Admon. Local. Aquí tuvimos un asunto parecido (de inverso color político) también con un expediente sancionador urbanístico al final no cobrado y perdido para la Ciudad.
¿O son torpes los servicios jurídicos municipales o/y existen connivencias claras con promotores?.
El edificio del Gran Hotel una pena su derribo.
Un chiste malo: A lo mejor lo de que "España se rompe" es toda una premonición de lo que tienen pensado hacer urbanísticamente.
Voy a dejar estos blogs. La contaminación "canalla" me empieza a preocupar.
Amigo Animal, ya veo que cada uno tiene su cruz, la tuya tiene nombre de isla y la mía de conquistador. En fin, no hay forma. Yo creo que la denuncia política, salvo que se tenga una foto metiendo mano en la caja o la prensa las magnifique, no tienen casi valor. Una instrucción judicial puede durar cuatro o cinco años, como poco, por lo tanto cuando se produce cualquiera sabe donde estará ese alcalde. Si lo ve mal se habrá ido antes y dejado a un suplente que empiece de nuevo.
En fin, un desastre, no veo una solución. Miremos si no todos los casos que salen y seguiremos viendo que casi todos siguen en su puesto (salvo casos muy escandalos como Marbella y algún otro).
Salud y República
Una pena,una verdadera pena,la ciudad que me vio nacer..(menos mal que Bejar se ha pasado a la izquierda,veremos como les va).
Amigo le he hecho una limpieza completa al pc y tenia algun "bichito",creo que todo esta ya en orden.
Salud y republica
Amén de estar esencialmente de acuerdo con ud., y es que el madridismo une más que separa, me veo en la obligación de estar en leves desacuerdos con ud. España efectivamente se rompe, por culpa de Zapatero (que es del Barça), y no pintamos nada en el concierto internacional por mor de Moratinos (que es del Atleti). Hemos avanzado, sin embargo, en política antiterrorista, deteniendo a etarras y batasunos a mansalva, gracias a Rubalcaba (madridista de pro). Este análisis, profundo, riguroso, no lo superan ni Aznar ni Zaplana (conspicuos madridistas) y no sabemos si Acebes (del que no sabemos de quien es, puesto que cuando lo dice sabemos que es mentira). En cualquier caso Don Lanzarote, siempre en pos de la Ginebra de Arturo, como don Josemaría tras la Botella, lo que realmente está proponiendo es la deconstrucción de Salamanca, un caso claro de nouvelle architècture
Sí, querido Gracchus. Pero es que además lo de la rotura de España es un alomojó, y el derribo del Gran Hotel ya es historia.
Sí, Maripuchi, eso no consuela mucho.
Yo pensaba que a Lanzarote se le había ido la olla tanto con el Archivo que ello le llevaría a la derrota. Pero le llevó a la victoria. Es así. En Salamanca toda la política local ha girado en torno a la unidad del Archivo=unidad de España. Durante cuatro años.
Dardo, sí ten cuidado, que de extremocentrista a votar al PSOE hay un pasito y ya sabemos que ya lo has probado. Y quien prueba repite... :-)
Rafa. Yo creo que la solución pasa porque el ciudadano se quite la venda de los ojos y castigue a quien lo merezca, no me importan las siglas en este sentido.
Navegante, gracias y saludos.
Centeno, me has dado una idea para una nueva parábola. Os la brindaré en el futuro próximo.
A veces me avergüenzo de mi madridismo. Cuando me acuerdo de Aznar en el palco del Bernabeu.
Saludos
Qué fuerte, Animal. Y yo me quejo de Gallardón. El Lanzarote éste campa por Salamanca como si fuese su coto privado.
Ánimo, que ya queda menos para las siguientes elecciones municipales (el que no se consuela...).
Un besito.
...al menos Gallardón trata de cuidar las formas...
Saludos
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