Infraestructuras

En 1900 la provincia de Salamanca tenía 300.000 habitantes. La capital tenía 16.000. Actualmente, la población de la capital se ha multiplicado por diez, y se encuentra en el entorno de los 160.000 habitantes, la misma cantidad en la que se estancó hace unas tres décadas. Eso sí, la provincia tiene en 2007... 300.000 habitantes. La misma cifra que hace más ya de cien años, 11.000 menos que en 1994.

Los genes salmantinos están en América, en Suiza, en Alemania, en Madrid, Barcelona, Bilbao. Y, unos pocos, en Salamanca. Eso sí, la tasa de paro es más baja que la media nacional, gracias sin duda al PP que con tanto acierto nos gobierna. Y somos los primeros en sabiduría, si es cierto eso de que con la edad, la sabiduría te alcanza.

Recuerdo un viaje de Astorga a Salamanca allá por 1983. En tren, en el ya mítico Ferrobús que recorría la vía de la Plata (nombre de la ruta que originalmente, en época romana, iba de Mérida a Astorga, y que luego, por extensión, usamos para el eje de Sevilla a Gijón). Paraba en todos los pueblos con estación, que no eran tantos, en una zona del país severamente castigada por la emigración. León, Zamora, Salamanca. El país leonés. El lejano oeste. El Ferrobús necesitaba casi cuatro horas y media para recorrer 185 km de tierra totalmente llana. En coche se puede hacer en la mitad de tiempo, sin ser Carlos Sainz y por carreteras sin desdoblar.

En 1985, un acuerdo firmado entre Renfe y el por entonces ministro de Transportes, Enrique Barón, obligó a cerrar numerosas líneas. El ferrocarril de la Ruta de la Plata fue uno de los grandes afectados al suprimirse el servicio, entre las localidades de Plasencia y Astorga, que unía la Comunidad de Extremadura con Castilla y León a través de 347 kilómetros. Si bien popularmente el trayecto de Gijón a Sevilla se le denomina Vía de la Plata, lo cierto es que el ferrocarril sólo se refiere en «sensu estricto» al recorrido que el tren cubría por la Comunidad castellanoleonesa, sirviendo de nexo entre el norte y el sur peninsular. Astorga, La Bañeza, Benavente, Zamora, Salamanca, Guijuelo, Béjar, Hervás y Plasencia fueron las localidades que se vieron directamente afectadas por el cierre, aunque el resto de comunidades fueron subsidiarias al quedar la línea partida, literalmente, por la mitad.

José María Aznar en su etapa como presidente de la Junta de Castilla y León, y también José Luis Rodríguez Zapatero, ya como presidente del Gobierno, se plantearon en varias ocasiones la reapertura del ferrocarril que lleva más de veinte años en desuso, pero... no se ha considerado nunca algo prioritario.

En el “Licenciado Vidriera” Cervantes decía aquello de “Salamanca, que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado…”. Y todos quieren volver o venir. Pero no lo harán en tren por la vía de la Plata.

Mientras algunos sienten 'desafección' y lamentan ciertos problemas con las obras del AVE o con las Cercanías, otros tienen que dejar su tierra y su familia en busca de algún lugar con socavones y atascos civilizados.