Pipas

Los autores griegos Polibio, Plutarco, Polieno y Ptolomeo, los romanos Livio o Frontino, y el llamado Itinerario de Antonino, mencionan una ciudad llamada Salmantica o Helmantica (este segundo nombre parece un error de los manuscritos) en la meseta del Duero, en su rincón sudoccidental, pero no lejos del centro del valle, en los años previos al comienzo de nuestra era, y en los inmediatamente posteriores. La comarca la habitaban, cuando nuestras fuentes comienzan a mencionarla y hasta la dominación romana, el pueblo indígena de los vettones (con el significado probable de "los guerreros", o algo así). El nombre y el pueblo es de estirpe indoeuropea, y es probable que hablasen una lengua del grupo céltico, semejante así pues, al celtíbero que sin duda se hablaba en tierras de Soria, Zaragoza, Cuenca, Segovia, Madrid y Valladolid, al menos. En todo caso, es tierra fronteriza, ya entonces. A su sudoeste está el dominio de los lusitanos, otro pueblo indoeuropeo, hablante de una lengua distinta, no muy alejada de las célticas, en cualquier caso. De los lusitanos se conservan textos y el nombre de su legendario líder, Viriato.

En el siglo III antes de Cristo, el gran Aníbal, el cartaginés, en su lento avance por Hispania, sitia y toma la antigua ciudad de Salmantica. La leyenda cuenta que los salmantinos rindieron la plaza sin oponer resistencia y salieron de la ciudad; pero las mujeres llevaban bajo sus vestidos las armas de los varones, con las que luego sitiaron a los cartagineses dentro de la ciudad.

Aníbal tuvo muchas dificultades para avanzar por Hispania, por lo cerrada que era la vegetación de los bosques. Quién lo diría hoy, la verdad. Desde la época de Aníbal, siempre ha parecido difícil llegar hasta aquí. De ahí el proverbial sentido de abandono de la población local, los descendientes de aquellos bravos vettones. Aún hoy se lucha por la llegada de las autovías. El eje de Valladolid a Portugal, la autovía de Castilla, ya está concluido. Durante los gobiernos de Aznar se hicieron los km. de aquí hacia Valladolid (luego sigue hasta Francia). Durante el gobierno de Zapatero, los km. de aquí hasta Portugal.

Pero siguen sin hacerse las autovías hacia el norte y el sur (la vía de la plata, Gijón-Sevilla, que tiene tramos concluidos en Asturias, León, Zamora, por el norte, y en Salamanca (17 km.), Cáceres, Badajoz y Sevilla, por el sur), y, especialmente, hacia Madrid (el desdoblamiento comienza en Ávila). Zapatero ha prometido que estarán durante el 2008 y el PP trata por todos los medios de inculcar la idea de que no será así. Quizá sea en marzo o abril de 2009. Tres meses más o menos es gracioso que sean motivo de tanta polémica. Aníbal y sus elefantes no lo entenderían, desde luego.

Como todo, esto también, inevitablemente, se ha politizado. Desde Aníbal y la llegada de los romanos estamos sin autovías, pero el PP local, ha encontrado en esto otro casus belli demagógico. Uno a sumar al montón. El que Aznar gobernara 8 años, el que el PP lleve en la Junta, en la Diputación y en el Ayuntamiento desde que los dinosaurios dominaban la tierra, no es problema. La culpa es, siempre, del asqueroso de ZP.

Durante los gobiernos de González se construyó el AVE de Madrid a Sevilla. Ello contribuyó notablemente el desarrollo del sur, y de tierras de Castilla-La Mancha, como Ciudad Real, aunque el PP entonces montara el cisco por el "dispendio". Durante los gobiernos de Aznar se iniciaron las obras del AVE de Madrid a Barcelona, tras muchos retrasos. Con muchas dificultades (socavones) y polémicas (la estación de Guadalajara está muy alejada de la ciudad y muy cercana de terrenos edificables de familiares de Esperanza Aguirre), el AVE llegó, creo recordar, hasta Zaragoza. En los cuatro años de esta legislatura, el AVE ha llegado a Málaga, a Valladolid y a Barcelona, pese a los problemas que esta última obra entrañó.

Pues bien, es justamente ahora cuando el PP salmantino presenta una "ocurrente" campaña de carteles y buzoneo. Regalan desde hoy bolsas de pipas a los ciudadanos para que esperen "pacientemente" la llegada del Tren de Alta Velocidad si continúa al frente del Gobierno el actual presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. Este presidente que se rinde a ETA, además tiene Salamanca abandonada. Parecería que no le gusta el AVE y así reza el eslógan (apañao donde los haya): "Sin AVE, no hay progreZo. Díselo a Zapatero". ¿Que no tenemos AVE desde Aníbal? (¡quién se lo hubiera dado a Aníbal!) ¡qué importa! ¿Que el AVE ya está en Valladolid? Pues peor, mucho peor. El que esté en Valladolid no consuela, cabrea más. En el campo de fútbol del Helmántico (el viejo nombre de la ciudad), donde juega la UDS Salamanca, el público canta tradicionalmente aquello de "Pucelano el que no bote...".

En fin, un nuevo dispendio de dinero público en sandeces mayúsculas, demagogia y estulticia crónica.