Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

miércoles, 5 de noviembre de 2008

La naturaleza no da saltos, ¿o sí?

Natura non fecit saltus... pero hay días en que lo parece. El principio de continuidad de Leibniz se tambalea esta mañana. ¿O no?

Esta frase famosa lucía intermitentemente en mi adormecido cerebro hace unas horas, hacia las seis de la mañana, hora española, cuando, tumbado en el sofá, veía las lágrimas de Jesse Jackson y los simpatizantes anónimos y escuchaba los gritos de Chicago según avanzaban por la plataforma los integrantes de la familia que ocupará en breve la Casa Blanca, vestidos de negro y rojo, niñas y padres.

La naturaleza a veces parece que sí da saltos. O no. Obama es un político extraordinario, en el sentido literal del término, se tome por donde se tome. Es inteligente, culto y bien articulado. Es cauto, parece tener las ideas claras y es capaz de lograr sus objetivos. Tiene además una cualidad muy poco común: ha raptado la ilusión colectiva de este mundo, que está en horas bajas y al que ha dado hace un rato un empujón de energía positiva que estoy seguro tendrá efectos en la economía, en la política, en la convivencia.

Y los Estados Unidos aún tienen a Bush en la Casa Blanca, el presidente con peor índice de aprobación en el interior (22%) de la historia, y odiado, repudiado o muy poco apreciado en el resto del mundo. ¿Cómo que la naturaleza no da saltos?

Hombre, yo podría responderme recordando que Gore ganó el voto popular en 2000. Y posiblemente incluso ganó las elecciones, aunque el Tribunal Supremo nos impidiera comprobarlo. También podríamos señalar que, en 2004, con una campaña republicana magistralmente diseñada por Rove, Kerry perdió ante Bush por sólo tres puntos porcentuales. Bush conectó con la base cristiana (evangélica especialmente) más conservadora de los siempre conservadores estados del Bible Belt.

Obama ha derrotado a McCain por siete puntos porcentuales en el voto popular. Obama ha obtenido 65,4 millones de votos y McCain 57,4. Quizá podría parecer que el vuelco no es tan espectacular, pero tiene unas dimensiones muy especiales. Obama es mulato, hijo de un africano de Kenia y una americana blanca de Kansas, un estado del Bible Belt que ayer votó, claro, por McCain. Obama fue solamente el tercer senador negro de la Historia de los Estados Unidos. Hace cuatro años. Hoy es presidente electo.

Obama ha logrado activar el voto afroamericano, tradicionalmente abstencionista, a unos niveles realmente espectaculares. Así ha ganado estados sureños que parecían republicanos por definición: Virginia, Carolina del Norte (sin confirmar aún), Indiana, Florida. También ha logrado el apoyo de casi el 70% de los votantes hispanos, una gesta impresionante conociendo el cierto recelo que ha existido entre ambos grupos históricamente. Y ha logrado el voto aplastante de la juventud (en torno al 70%), que es el voto del futuro, así como, por supuesto, el voto urbano de todos los estados.

El mundo le mira y la posibilidad de desencanto es evidente. Pero la naturaleza, ayer, dio un salto, por mucho que la América rural, o los Oklahoma, Utah o Alabama siguieran con el voto de siempre (66%, 63% y 60%). Por mucho que los mayores de 70 años y los varones blancos (aunque un 44% de estos están con Obama) siguieran votando a los republicanos, impertérritos al desaliento. Por mucho que los evangelistas o los amantes de las armas y la música country no hayan visto que la historia pasaba justamente por delante de sus casas.

6 comentarios:

Maripuchi dijo...

Lo cierto es que me alegra profundamente saber inglés y poder entender las cosas que dice este señor en su justo tono.
Su discurso es absolutamente emocionante... ahora a ver si le dejan...

Gracchus Babeuf dijo...

Felicidades, que sé la esperanza que tienes en Obama. Hoy hemos visto caminar a la Historia, por delante de nuestras casas.

animalpolítico dijo...

Que la retórica es una de sus armas indiscutibles es evidente. Pero, ¿no es un recurso maravilloso para cambiar el mundo? ¿no es un soplo de aire fresco increíble si lo comparamos con... ya sabéis quién?

animalpolítico dijo...

Gracias, Gracchus. Sí, aprecio mucho a Obama, creo que es uno de los políticos que marcará una generación. Un caso muy especial. Y creo que el mundo se va a beneficiar de la decisión de ayer, sin dejar de reconocer que no van a empezar a atar a los perros con longaniza desde el próximo mes de enero.

Blanca dijo...

Tu no viviste esta sensación, animal.

Yo ya la he vivido con Kennedy, mi auténtico heroe cuando con apenas 15 años me estaba empezando a interesar la política.

Y aunque nos decepcionó en muchas cosas, es cierto que la ilusión que hace emanar la sola presencia de Obama y la seguridad con que nos hace llegar su discurso, nos hace recordar aquella otra presencia y su discurso de "cambio" que tanto nos ayudó en la formación de nuestros ideales.

Yo lo viví con 15 años y ahora la satisfacción se multiplica por lo que significa de hito en la historia, no solo americana, que este hombre haya llegado a la Casa Blanca. Lo que parecía mentira que pudiera llegar a pasar, ha pasado. En el país capaz de lo peor, pero también de lo mejor, como lo que esta noche ha ocurrido, todo es posible. También lo recordó Obama en su discurso.

Espero que la grandeza que ahora ha tenido lugar tarde en deshacer sus ilusiones y, de paso, las nuestras.

Filoabpuerto dijo...

La naturaleza no da saltos...pero hoy nuestro corazón sí lo ha hecho

Afectuosos saludos !

Merce