Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

martes, 3 de febrero de 2009

Probablemente, la esperanza



2 comentarios:

Felipe dijo...

Ja,ja,ja, eso si que estaría bueno.
Ayer al ir para casa vi el bus ateo, la verdad es que me chocó por lo novedoso (bueno yo soy de los que he apoyado económicamente para que pueda circular). Pero lo que verdaderamente me dejaría atónito sería ver al próximo Presidente del Gobierno de España prometer su cargo sin crucifijos ni biblias,ni ningún elemento religioso...

josman dijo...

bueno, una prueba mas de lo relativo de la existencia, ahora sabemos que hay ocasiones en que perder la esperanza puede ser el principio de un mundo mejor...

un saludo