Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

martes, 4 de marzo de 2008

Rajoy, el ministro congelador






El 24 de enero de 2001 llegó el primer varapalo a la decisión:

El Gobierno cree que el fallo sobre el sueldo de funcionarios quita competencias a las Cortes
Seis miembros del Gabinete critican la sentencia que anula la congelación salarial
L. R. AIZPEOLEA / A. DÍEZ - Madrid - 25/01/2001


El Gobierno del PP salió ayer en tromba contra la sentencia de la Audiencia Nacional que anula la congelación de los salarios de los funcionarios en 1997. El fallo obliga a la Administración pública a pagar 'cientos de miles de millones', según reconoce el Gobierno, a los 2,2 millones de funcionarios. El vicepresidente, Mariano Rajoy, consideró que el fallo 'rompe las reglas del juego' al usurpar competencias de las Cortes sobre la aprobación de los Presupuestos y anunció la presentación de un recurso. Rodrigo Rato y otros cuatro ministros criticaron la sentencia. La decisión de congelar el sueldo de los funcionarios incumplió un acuerdo entre el Ejecutivo socialista y los sindicatos, de 1994, aprobado en Consejo de Ministros y publicado en el BOE.
(...)


Es realmente facilísimo ahorrar dinero público quitándoselo del bolsillo a los trabajadores públicos. Es facilísimo. Ahora, no sé si esto se compadece con la retórica del momento presente, qué queréis que os diga.

La congelación la hizo el gobierno de Aznar, siendo el ministro del ramo Rajoy, por dos veces. La cuestión ha tenido cola en el plano jurídico. Y en 2003 hubo una nueva resolución jurídica que condenaba al estado a pagar lo que indebidamente congeló. El caso es que hubo un nuevo recurso y no veremos ese dinero, claro.

En 2003 apareció en un periódico local de esta noble ciudad un artículo que lamentaba esta decisión judicial, especialmente porque ello beneficiaba a esa secta de vagos y maleantes que constituyen los "funcionarios". Airado, respondí así en una carta, que, por supuesto, no publicó el periódico en cuestión:

"Beneficiarios de esa metedura de pata gubernamental" son, precisamente, los que por dos veces en una década han visto sus salarios congelados pues su empresario, el Estado, ha podido imponer esa condición de modo unilateral. Los "privilegiados funcionarios públicos" han tenido, pues, el "privilegio" de perder cerca de un 11% de poder adquisitivo con respecto a sus conciudadanos. Imagínese usted una nómina suya con un 11% menos de lo que gana hoy y reconsidere si se sentiría "privilegiado". Aparte del efecto acumulado que la congelación tiene en todos los años siguientes. Evidentemente, en todas partes cuecen habas, y los hay (como en todas partes) que "no se matan a trabajar", pero los hay que, literalmente, se matan. Los hay con sueldos bastante buenos (en ningún caso nada del otro mundo), pero los hay con sueldos con mucho inferiores al salario medio (sin duda la mayoría). Los hay que "acuden a sus despachos no más de ciento noventa días al año", pero también los hay que sólo tienen su mes reglamentario de vacaciones. Los hay que disfrutan de moscosos, pero también hay millones que no tienen derecho a ellos. Y por fin y especialmente, entérese usted bien Sr. Jotamar, esta congelación que quizá se revoque ahora afectó en su día no sólo a los funcionarios de carrera de puesto de trabajo vitalicio (que por cierto se han ganado en un concurso oposición), sino también a TODOS Y CADA UNO de los empleados públicos, muchos de ellos con contratos draconianos, sueldos indecentes, interinidades, sustituciones y un sinfín de triquiñuelas con que el Estado tiene el empleo barato y el despido gratuito por el que suspiran muchos empresarios. Sepa usted que hay muchos empleados públicos (olvide los de "funcionarios", que son en muchos ministerios sólo, aproximadamente, el 50% de los "empleados públicos") con circunstancias peores que las de un ejemplo para mí cercano: una titulada superior, con doctorado, que cobra 135.000 pesetas al mes y que sufre un contrato-nombramiento que se renueva cada año… mientras el Estado quiera, y que además ha visto congelada su magra ganancia hasta dos veces en una década. Dudo que ella se sienta "privilegiada" en una sociedad con un salario medio de ¿cuánto es? ¿190.000?

10 comentarios:

Anónimo dijo...

miedo me dan tanto unos como otros. saludos

Gracchus Babeuf dijo...

La precariedad laboral en el sector público de la Comunidad de Madrid ha alcanzado el 25%.

Algunos cambiamos dinero por seguridad, pero otros no tienen ni el uno ni la otra.

Recordad a los funcionarios quién congeló los sueldos.

desahogandome dijo...

Así, como resaca del debate de ayer (que no vi), me parece de lo más interesante. No está nada mal refrescar la memoria, no, nada mal.

Claro que lo dicho, con ello no cambiará la opinión de nadie, ni a favor, ni en contra. La ideología (aunque falsa) manda.

un abrazo

Blanca dijo...

Bueno, pues yo conozco a cantidad de funcionarios que votan alegremente al PP, despues de haber perdido poder adquisitivo en cantidades industriales.

Yo tengo compañeros, empleados públicos, que no funcionarios, porque hay miles en la Administración española, que no son ni siquiera mileuristas, ni "trabajo de por vida".

Estoy bastante harta de la leyenda negra referida a los empleados públicos, que ni somos vagos, ni maleantes, trabajamos como el que más y ganamos una mierda... entre otras cosas porque el señor Mariano nos congeló el salario de una manera injusta cuando fue ministro del ramo.

ybris dijo...

No hay peor ciego que el que no quiere ver.
También hay una memoria histórica que no debería olvidarse nunca.

Abrazos.

El Hermano Montgolfier dijo...

Bueno, no debíerais centraros sólo en Madrid, aunque lo entiendo por gobernar allí quién gobierna.
No tengo ni idea de lo que se cuece allí, la última vez que fuí por Madrid fue al concurso de maquetas de Vaciamadrid (concursando con un grupete que tenía) hace unos 8 años.
Lo que si conozco de primera mano es la situación de los funcionarios de la Diputación de Jaén. Éstos llevan desde tiempos inmemoriables con una subida anual del 2% sin revisión. Esto no llega a ser una congelación salarial, pero casi, casi.
De todas formas, dado que ya se han oído voces llamando a la moderación salarial como fórmula para paliar la desaceleración económica latente (nunca me acostumbraré a estos términos de moda), no me extrañaría nada que empezaran a generalizarse las congelaciones salariales, tanto en el sector público, como en el privado.
Espero equivocarme.

Anónimo dijo...

Me troncho... a mí no me suben el sueldo desde el 2002... en general, que levante la mano al que le hayan subido el sueldo como diox manda desde la última crisis... ¿y qué aducen? QUE ESTAMOS EN CRISIS.... miedo me da cuando llegue de verdad..

Anónimo dijo...

Blanca, no puedo estar más de acuerdo con tus palabras...

Anónimo dijo...

Blanca, no puedo estar más de acuerdo con tus palabras...

Anónimo dijo...

Mariano Rajoy Brey congeló el sueldo de los funcionarios y empleados públicos, cuando era Ministro