La tardía tarde de Tardá
ERC es un grupo político de ideología independentista y republicana. ERC tiene una organización interna asamblearia y casi anti-sistema, lo que convierte en paradoja que participen en tareas de gobierno, y lo que los convierte en imprevisibles socios: los socialistas los sufrieron en su oposición al Estatut y a la Ley de Memoria Histórica. Son muy celosos de su particular memoria histórica, que no se limita a la Guerra Civil y el franquismo, sino que se extiende a otros períodos históricos en los que su nació ha resultado, según su reconstrucción de los hechos, oprimida.
El grito de "muera el Borbón" engarza en esa tradición y se dirigía a uno de los antepasados de Juan Carlos, no a él en particular. En concreto a Felipe V, el primer Borbón que llegaría a rey de España. La frase tuvo cierta circulación en Cataluña durante la guerra de Sucesión. Es así un histórico grito de guerra del independentismo catalán.
Pero Tardá sabía que pronunciar esa frase en estos momentos, y en torno a las celebraciones del 6 de diciembre, iba a sonar a una sombría petición de regicidio. Hoy "el Borbón" es el jefe del estado, Juan Carlos I. Independientemente de la posición que cada uno tenga con respecto a la monarquía, no es posible aceptar un exabrupto de ese tipo. Es algo muy grave.
Eso sí, la actitud del PP aquí me ha parecido, ¡qué sorpresa!, intragable. Han pasado de puntillas sobre el individuo para culpar directamente a los socialistas. Hablan de "silencio cómplice". ¿Cómplice de qué? ¿los socialistas quieren también cargarse al Borbón? ¿pero no culpan al rey de ser filosociata, pues no impide la destrucción de España que perpetra ZP cada día?
Tardá es para ellos, primordialmente, una nueva excusa para su refrito de su mema matraca: la ruptura de España a las manos contaminadas de los nuevos enemigos de la sacrosanta nación. ZP y sus secuaces. Pedro J. les pone letra y música.
2 comentarios:
Lo de "Muerte al Borbón" puede tener un sentido metafórico que no implique un regicidio -esto es su óbito-, sino su desaparición política. La muerte de Juan Carlos I como persona nadie la desea, pero se está cometiendo en este país un atentado que a mi siempre me parece más grave: atentado al Librepensamiento. Propugnar una república democrática viene siendo como algo que causa terror y fobias, cuando el republicanismo es una de las opciones políticas históricas de este país, y va siendo hora que empiece a sonar. El Pensamiento Único está tratando de eliminar, como sea, esa "idea", que no es mala, sino todo lo contrario. Y ya está bien. Juan Carlos I fue heredero de un dictador que nunca creyó en la democracia. El republicanismo y la república nada tiene que ver con los sendos regímenes que se vivieron en España. Lo que fallaba era el contenido, quienes lo poblaban, y no el continente. Una República democrática, europea, no es una reivindicación como para llevarse las manos a la cabeza.
El sentido metafórico posible ya lo explico en la entrada, Jake. Pero yo creo que Tardá juega a la ambigüedad conscientemente, para crear el revuelo, la mejor campaña publicitaria.
Claro que es legítima la causa republicana, y claro que es hora de debatir todo esto sin excesivas ataduras conceptuales. Claro que sí.
Pero mi opinión es que las palabras de Tardá no ayudan a esta causa, sino que la enajenan, la alejan, la hacen temible para muchos, desestabilizadora, demagógica, "excesivamente" revolucionaria, peligrosa (pues parece incitar a la violencia), imprevisible. Aparte de dar munición a la derecha ultramontana que busca el dominio absoluto de la vida pública.
Un flaco favor, en definitiva, al republicanismo.
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