Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

viernes, 12 de septiembre de 2008

Laicidad y fe


Amigos, no he podido reprimir una sonrisa al pensar en la cara que se le habrá quedado a nuestro epíscopo Rouco Varela y seguidores, dentro y fuera de la jerarquía eclesiástica, dentro y fuera del ámbito político, dentro y fuera del mentidero mediático.

Si "la laicidad no entra en contradicción con la fe", que se lo explique, por favor, su santidad a nuestra muy católica representación de Dios en la tierra, la muy hispana y más papista que el papa (Ratzinger mismo) última contención ante la España rompeespañas.

En una entrada del año pasado decía este animalesco opinador en este mismo lugar que cuando el Portavoz de la Conferencia Episcopal, J. R. Martínez Camino, consideraba que la laicidad va "en contra de los principios de un Estado verdaderamente democrático", “amenaza la democracia” y “pone bajo sospecha a la religión y a las instituciones que la representan como si fueran un peligro para la justicia”, se me escapaba la lógica. El que el estado, como tal, no se someta ni apoye explícitamente los posicionamientos de ninguna iglesia, decía, no es en modo alguno atentar contra la democracia, sino, quizá, precisamente, todo lo contrario. Laicidad sería la "neutralidad del estado, de las colectividades locales y de todos los servicios públicos respecto a una o varias religiones, una o varias filosofías".


Ahora que es el propio Papa de Roma quien lo dice, quizá haya quien lo vea de otro modo. En la jerarquía, fuera de ella, en el PP, fuera de él, en la COPE, en otros medios, y entre ciudadanos de a pie, no sé si orientados o desorientados por su propia Iglesia, capaz de decir una cosa y la contraria sin grandes problemas.

12 comentarios:

Maripuchi dijo...

¿Me puedo reír? JA JA JA JA JA JA JA

Naveganterojo dijo...

La laicidad no entra en contradiccion con la fe???.
Cojonudo,mañana llamo a la cadena del "insultador oficial de la conferencia episcopal" y se lo digo,a ver que se les ocurre para contestarme.
Saludos

Blanca dijo...

Siempre ha habido en España esa tendencia a ser más papistas que el Papa, animal. No deberíamos extrañarnos ya de las ocurrencias de nuestra jerarquía.

animalpolítico dijo...

Sí, Maripuchi, ríete a gusto. Yo también lo he hecho...

Navegante, es una buena idea. Y seguro que te ponen en antena...

Claro, Blanca, que nuestra jerarquía es más papista que el Papa. Pero creo que es nuestra obligación contrastar lo que dice el pontífice con otros mensajes.

Quizá nuestro nunca bien ponderado Dardo tiene alguna observación inteligente al respecto, como suele ser el caso. Me he sonreído releyendo lo que Dardo comentó ante mi entrada del año pasado. ¿Polemizará nuestro amigo con Benedicto XVI?

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Pues a mí no me da risa, la verdad, más bien me preocupa. Hay un evidente avance integrista en Europa, hacia mucho que no veíamos tantas sotanas en la prensa (ahora ya habituales), todo un símbolo de la involución paulatina, pero eficaz, que nos irá retrotrayendo poco a poco, si no le ponemos coto, a siglos pasados.

animalpolítico dijo...

Madeleine, no te apures, mi risa es más bien un modo de evitar el lloro.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Yo estoy con los pasos que no doy y es para asustarse. De ejemplo tenemos el mundo musulmán.
Siempre me dieron mucho más miedo las sotanas negras que las blancas.
Quizás sea porque siempre me dió más miedo dios que alá.
El Canuit

Anónimo dijo...

A mí me da miedo cualquier sotana, blanca o negra, que se fotografie al lado del poder político.Me preocupa no sólo como ciudadana, sino como mujer: cuando lo religioso y lo político se juntan, las mujeres solemos ser las más perjudicadas.

Dardo dijo...

Lamento llegar tarde, estimado Animal. Leo siempre todas (sin excepción) tus entradas; si bien últimamente como ves con retraso.

No seré yo quien polemice (en esta ocasión con el Papa). Pero no me liéis. En la anterior entrada utilizábamos los conceptos "laicidad" y "laicismo". El primero conectado con aconfesionalidad o neutralidad. ¿Dónde está la polémica amigo, a propósito de la laicidad de la que el Papa habla?.

Ya tendremos ocasión de hablar sin necesidad de utilizar "anzuelos" maragatos.

Un abrazo.

animalpolítico dijo...

Encantado de que llegues cuando puedas, querido amigo. No es que te quiera liar, es que te ha liado Benedicto XVI. O mejor dicho, Benedicto XVI ha sido coherente y razonable, algo que no podemos decir de la jerarquía hispánica, con Rouco Varela a la cabeza.

Relee, si te apetece, mi entrada de hace un año y los comentarios de todos a la luz de lo que ahora dice el Pontífice. Es curioso, cuando menos.

Un abrazo