Aristóteles, Política (1253a):

"Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....] Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."

viernes, 5 de diciembre de 2008

Una unidad dividida

Parafraseando un poco la entrada anterior, estoy de la llamada unidad antiterrorista hasta los cojones.

Entiéndaseme, no es que me haya hecho verdulero o alcalde de Getafe, no. Estoy expresándome en claros términos unamunianos, algo más que apropiado teniendo en cuenta mi trayectoria personal.

La unidad ante un enemigo común es tan útil que ya el viejo Julio César, el genio conquistador de la Galia hermosa y fértil, nos decía aquello de "Divide et impera" (que traducimos libremente como "divide y vencerás"). Pero esa unidad no existe desde el momento en que el combate contra el enemigo común es motivo de disputa intestina entre los que dicen estar unidos. No me creo nada. El PP de Aznar, Acebes, Zaplana y Rajoy ha usado sistemáticamente la política antiterrorista en su lucha por el poder político, hasta el punto de celebrar manifestaciones multitudinarias, con fanfarrias, banderas, himnos e hipérboles odiosas, no contra ETA, sino contra el gobierno socialista. Para una vez que la manifestación la convocaron otras instancias, como UGT, etc, el PP decidió no ir. Si no se puede insultar a Zapatero no es divertido... ("ZP se rinde a ETA", "proceso de rendición", "traición a los muertos", "entrega de Navarra"...).

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